03 | El sensual gato

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La música estridente se detiene para dar paso a una más sensual y delicada, para dar paso al jazz. El escenario se ilumina para ser el foco de atención, y vaya que si lo logra. Todos miran ahí, han dejado sus pláticas y sus bailes para ver a un moreno sensual mover sus caderas.

Harry está ahí, no se puede arrepentir, ya comenzó su show. El traga saliva, cierra sus ojos, muerde sus labios en señal de nerviosismo. Sin duda una vista demasiada erótica. Con sus orejas puestas (de gato), con un diminuto bóxer negro tapando una pequeña parte de su trasero y su miembro, con una cola negra de gato Harry empieza a enloquecer al público.

Camina contoneando sus caderas mientras juega con su cola y sigue con los labios apretados, para muchos como si estuviera conteniendo un gemido. Llega al medio del escenario, abre sus ojos, ve a toda la gente y le entra nerviosismo, suelta un gemido pequeño mientras se abraza a sí mismo, sin dejar de mover sus lindas caderas. Él lo hace para calmarse, mientras que a los demás esa acción les dejo de lo más caliente.

Harry sujeta el tubo colocado especialmente para él con sus manos, luego de haberse calmado. Entonces ahí empieza el verdadero espectáculo. Él se olvida de todo, se deja de llevar por la música. Primero empieza sujetando el tubo y bajando su cuerpo sacando y moviendo su delicioso trasero. Muy redondo, muy suave, muy prohibido para todos. Luego da unas vueltas alrededor de este y sujeta las piernas al tubo. Mirando al público, ahora queriendo enloquecerlo más, sosteniéndose lo mejor que puede con su largas y firmes piernas (depiladas por su querido amigo Jack); con su manos empieza por recorrer la cara, baja hacia sus pezones y juguetea con ellos, gime cuando los toca, poniendo caras de lo más eróticas. Después sigue bajando, llega al inicio de su bóxer, agarra el elástico, lo jala, lo suelta y el sonido dulce que suena al tocar con la tersa piel de Harry. Va hacia sus nalgas y las pellizca soltando más gemidos. Ya muchos lo desean, quieren esa boquita roja para ellos. Harry sigue, ahora hace un magnífico y sensual baile en la barra. Va de arriba abajo, moviendo cada parte de su cuerpo con tanta soltura y sensualidad. Cuando termina, gatea por el escenario como todo un gatito travieso, lanza maullidos y su trasero siempre se mantiene en lo alto. Justo al final de la canción, empieza a quitarse el bóxer, todos desean ver eso, sin embargo súbitamente quitan la luz del escenario y lo que se alcanza a oír es un último gemido de aquellos rojos labios.

Con el sonido de los aplausos Harry camina hacia los vestidores, detrás del escenario con una sonrisa en sus labios. Sin duda esto ha sido una aventura, una aventura que ha merecido la pena y le ha gustado. Debe decirle a Jack que quiere repetir esta experiencia. Sentía nerviosismo al principio, pero con el pasar de los minutos le fue encantando. Le gusto que lo desearan, ese hecho sorprende a Harry ya que antes muchas personas también lo deseaban, sin embargo era por otras razones, no por su cuerpo. Que le deseen por su cuerpo, por su baile le gusta más que por las otras razones.

— Muchacho tú y yo vamos a hablar después que termine mi baile. No hiciste, casi toda, la coreografía fijada. Fuiste demasiado sexy. Es decir yo quiero que tengas un polvo pero ahora todo el mundo te va querer violar. Después de esto vamos a hablar seriamente —. Dice Jack sin esperar una respuesta inmediata de Harry para poder ir a su propio show.

Harry solo se ríe y niega con la cabeza.

Algunos de detrás de bambalinas lo felicitan y muchos intentan ligar con él. Harry solo puede sonreír, decir gracias a las felicitaciones e irse a un vestidor con su ropa de cambio.

Se cambia su conjunto por unos pantalones negros ajustados y una camisa blanca. Nada muy llamativo, ya terminó su show.

Cambiado se va a donde se encuentra el público con mucha sutileza, que le haya gustado que lo desearan no significa que quiera algo con alguno de estos hombres.

Harry va a la barra y pide algo fuerte, lo que sea le dice al bar tender. Él le guiña el ojo y le entrega un vaso con una sustancia desconocida. La vida es un riesgo se dice Harry en su mente mientras se toma la bebida.

Harry, luego de terminar su bebida, ve a un chico solitario. Esta hasta el final, y en el rincón más escondido del bar. Parece miserable. A Harry no le gusta que la gente sea miserable.

Pide otro vaso de su bebida y va con aquel chico.

Antes de llegar el chico se da vuelta, con una mirada perdida sin darse cuenta de que Harry va a su encuentro.

Sus ojos parecen tener un brillo rojo, Harry se asusta y vuelve a mirar, con lo único que se encuentra son unos ojos castaños. Quizá miro mal. La cara del chico es bastante agraciada a los ojos de Harry. Su tez es blanca que contrasta perfecto con su cabello negro. Es bastante guapo, según la perspectiva de belleza de nuestro Harry.

Harry al fin llega, se sienta a la par del chico, en aquel sillón gris y le da su mejor sonrisa.

— Hola, soy Harry Evans —, cuando vino al mundo muggle Harry decidió cambiar su apellido. — ¿No te importa que me siente aquí?

—No — el chico ni se ha preocupado en mirar a su acompañante.

— ¿Quién eres? — pregunta Harry alegre. No se va a rendir.

— Tom... — Este se queda con la palabra en la boca al ver, al fin, quien estaba al lado suyo — Tu ere-es ee-l...

— ¿El que bailo hace un rato como gato?

Tom solo puede asentir y quedarse asombrado al tener a ese pedazo de hombre al lado suyo.

— ¿Te gusto como baile? — pregunta Harry coqueto al ver como se ha puesto Tom.

—Este... Sí, mucho — a Tom se le colorean las mejillas al decir eso. Este suceso le hace mucha gracia a Harry, sin embargo no se ríe para no abochornarlo más.

— Gracias Tom. Bueno ahora dime el porqué estas tan solito por acá.

— Pues... Mi novio me dejó, mi novio de toda la vida y a mi mejor amigo se le ocurrió la brillante idea de traerme aquí, ya sabes, para animarme. Solo que este me dejo solo.

—Pobre cariño. Estoy seguro que una ruptura no es fácil. Aunque sea espero haberte animado un poco con mi baile.

— Sin duda que así fue.

Los dos varones se quedaron hablando y hablando. Se dieron cuenta que congenian demasiado bien. Con sus pláticas rieron, disfrutaron y estuvieron cómodos el uno con el otro.

Llegó un momento en que se dieron sus números de teléfono de sus respectivas casas y sus correos electrónicos. Hasta quedaron para verse el viernes en un restaurante.

— Tom, tengo una duda ¿cuál es tu apellido? Antes no pudiste decirme.

— Es...

—Harry al fin te encuentro. Yo te dije que íbamos a hablar después del mi show y no apareciste. Te estuve buscando. Es decir hubo unos momentos que me distraje, y si tuve mi polvo. Pero ya tenemos que irnos y tenemos que hablar — Jack tuvo que interrumpir —. Oh, estás con alguien.

— Si Jack, este es mi nuevo amigo Tom, y Tom este es mi compañero de piso Jack.

Los dos hombres se saludaron y Jack tuvo que informarle a Harry que es hora de irse. Harry se despide de Tom con la promesa de verse el viernes, y dejando un suave beso en sus mejillas.

— Muy bien — dice Jack cuando están en el carro — Hoy en tu baile...

¿No que ya no iban a sermonear al pobre Harry Potter? Bueno ahora es Harry Evans.

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Nota:

Hola, espero que se encuentren bien. Lo único que deseo decirles es que muchas gracias a las personitas que leen mi fic y votan en el. Lo aprecio mucho. Tienen mi corazón ♥.
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Notita del pasado ⬆

Y siguen teniendo mi cora 💗 las personitas que votan, leen y comentan. Muchísimas gracias.

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