El sentido de mi vida

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Trabajar una relación de tres personas y hacer que esta funcionara era una cosa difícil pero no imposible.

Sirius está cumpliendo su promesa de conquistar a Harry, y también está en plena conquista de Tom. En realidad, aunque este no lo supiera ya tenía bien conquistados a los dos.

El primer paso que dieron fue contar toda la verdad a Tom. Este enloqueció un poco en el momento, sin embargo entre más tiempo pasaba más lo aceptaba y lo tomaba como verdad.

Sirius también descubrió otras cosas, como que se había enamorado del ex Señor Oscuro. Tom era una reencarnación de él, de lo que debió ser su alma. Pura y completa. Era casi una segunda oportunidad. Lo único raro era que él había reencarnado en el pasado, en un momento donde El Señor Oscuro aún vivía. Al parecer que los tres se encontrarán era necesario, ya que la única que puede hacer eso es la magia misma. Ella ya los tenía predestinados. Y dejar que Tom fuera feliz era un acto muy misericordioso de parte de ella, él debió de ser alguien muy puro en sus demás vidas para conseguir esta oportunidad. Sirius es feliz, es feliz sabiendo que va a compartir su vida con dos almas puras y bellas. Sirius es feliz sabiendo que Tom tiene esta nueva oportunidad, aunque este no lo sabe. Ni Harry ni Tom lo sabe, es un secreto que se llevará a la tumba.

— ¿Por qué sonríes así amor?

—Por ustedes, porque están conmigo.

Sirius contempla con satisfacción el sonrojo de sus compañeros y sonríe aún más

Sirius con el tiempo se había hecho bastante cursi y empalagoso pero sus niños lo amaban tal como era.

Los tres están en la cama, descansando. Siendo simplemente felices.

Al final los tres se durmieron a altas horas de la noche y Sirius ya desea que sea mañana, les tiene a ellos una gran sorpresa.

[...]

Tom bosteza y abre sus ojos soltando automáticamente un gritillo, ya no están en su casa. Harry está a su lado roncando como un bebé. Pero no están en casa. ¡No están en casa!

Tom inspecciona su alrededor antes de tomar alguna decisión.

El cuarto en el que se encuentra tiene un ventanal gigante que da su vista al mar y a una pequeña alberca, rodeada de naturaleza, lo que da un aspecto bastante bello al lugar. Dentro de la habitación mantiene la esencia del exterior, ya que está decorada con flores y hermosas figuras de oro. La cama es el punto focal de la habitación. Es redonda, grande, suave, y da la vista al exterior gracias al ventanal. Y lo más hermoso en la cama es Harry, su dulce y bello Harry. Pero algo falta ahí, alguien falta ahí. Sirius. Debe ser culpa de él que estén ahí.

— ¡SIRIUS! — Grita Tom, sin preocuparse que Harry despierte. Este último duerme como un tronco.

Sirius al oír el llamado de su amado, corre a su encuentro desde donde se encontraba, en el baño.

— ¿Qué? ¿Qué ha pasado? — Pregunta Sirius y Tom solo puede reír al ver el cuadro que esta frente a él. Sirius son solo un zapato, con una bata de baño mal puesta, con la varita en la mano y... Medio bigote — ¿De qué te ríes? Me has asustado, pensé que había pasado algo malo.

—Es que deberías verte —. Dice Tom con una sonrisilla traviesa.

Él, como buen perrito obediente, le hace caso y se va a ver al espejo más cercano. Y rompe en una carcajada. Para después con un movimiento de varita volver a regresar su bigote. A Sirius le gusta emparejarse la barba a lo muggle, pero el grito de Tom hizo que mutilara a su bigote por el susto.