El sentido de mi vida

08 | Charla

— Eso no puede ser cierto.

— Claro que si Harry.

— No te creo.

—Me creerás.

Tom solo miro como su novio fue a los brazos de otro hombre. Debe admitir que esta contraído. No siente celos, al menos no de Harry. El hombre le llama demasiado la atención. Es todo un adonis a los ojos de Tom. Se siente atraído por él, por los dos. De hecho los dos juntos es una imagen deliciosa. ¿Pero qué estoy pensando? Se recrimina Tom. Esos pensamientos son incorrectos y extraños. Tom se acerca ellos.

— ¿Harry? — Tom habla mientras le toca el hombro.

— ¡Tom! Este... Él es Sirius, mi padrino. Sirius, él es Tom, mi novio.

—Un gusto —. Dicen ambos hombres al conocerse. Aunque obviamente Sirius ya conocía a Tom.

—Harry necesitamos hablar a solas —. Dice Sirius con mucha seguridad jalando a Harry fuera del local.

—Sirius, no. Suéltame Sirius.

—No.

Los dos hombres salieron del lugar dejando a un muy confundido Tom.

[...]

Minutos después Sirius los había aparecido en su apartamento para lo que iba a ser una charla muy larga.

—Sirius, me puedes explicar la razón de haberme raptado.

Harry se encontraba de brazos cruzados y con una mirada fiera en su rostro, no estando muy feliz con su padrino, con su ex prometido. Es decir, ya sabía que si por azares del destino se encontraba con él, este iba a querer hablar con él. Aun así, Harry pensaba que el encuentro iba a ser civilizado, sin ningún secuestro.

—Harry yo... La verdad necesitaba hablar ya, necesitaba que supieras que estoy aquí, contigo. Necesito que me escuches, que entiendas una cuestión muy importante. Ya no podía solo verte desde lejos, ya no puedo. Yo voy a luchar por nuestro futuro y nuestra felicidad.

—Sirius me estás hablando en chino, háblame en español por favor.

—Ven sentémonos —. Dice Sirius señalando un sillón.

Entonces Sirius empieza a contar su historia desde que Harry se fue. Que estuvo vagando por países, le contó el cómo llegó a Nueva York, lo que sintió a ver a Harry y le dijo lo más importante, lo relacionado al papel y las almas gemelas.

—Harry este papel solo vi una vez y fue aquí en Nueva York. No sé si entiendes la importancia de este pedacito de pergamino. Esto te demuestra tus almas gemelas, y si Harry, si existen. En tu vida puedes sentir amor por alguien que no sea tu alma gemela pero cuando se te revela solo puedes amarla a ella. Por supuesto si te rehúsas a aceptar a tu alma gemela el amor no va florecer. Porque tu alma gemela y tú están hechos el uno para el otro pero, solo están en disposición de amar, no es que se aman de un solo. Uno poco a poco se va enamorando. Y por eso Harry te quiero enamorar y quiero estar contigo. Ahora quiero que tomes el papel y lo mires —. Harry solo obedeció, no podía replicar ni hacer nada de lo impresionado que estaba —. Lo que ves es mi nombre y el de Tom, que es muggle. Solo los seres mágicos tienen almas gemelas, que Tom sea la nuestra es un hecho inusual, pero da a entender que es un squib o en una vida pasada tuvo que ser un gran mago, con mucho poder, para que aun siendo un simple muggle pudiera tener parejas destinadas. Y las parejas destinadas lo son porque así comparten su magia, sus vidas, y engendran niños más poderosos de lo que son sus padres. Es una forma en la que la magia se restaura y continúa su legado.

—Pero si todo lo que me has dicho es cierto, ¿por qué los magos no recurrimos siempre a buscar a nuestras parejas destinada?

—Solo se hace en tiempos difíciles, Harry. De ahí es la magia quien decide si unir a las parejas o dejarlas a su libre albedrío.

—Entonces tú eres mi pareja al igual que Tom. Es decir somos un trío.

—Sí, lo somos.

— ¿Es esto normal?

—No es muy común, pero los magos más fuertes y poderosos tienen dos parejas destinadas según los registros. Pero que Tom sea nuestra pareja si es algo muy inusual, nunca he oído algo semejante.

—Es mucha información para mi cabeza, no puedo con tanto —. Dice Harry mientras se soba la sien.

—Yo sé que es mucho Harry pero déjame decirte una última cosa —. Dice Sirius mientras toma a Harry del mentón y mira directamente esos ojos verdes que tanto ama — ¿Me dejarías tener la oportunidad de conquistarte?