Tus ojos en mi (Saga Pure Love #7)

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El resto de la semana me la he pasado escribiéndome con Tae, día y noche, incluso nos habíamos quedado hasta la madrugada hablando por llamada; pero por alguna razón no tocamos el tema del beso. No nos incomodaba ni nada por el estilo, solo seguíamos actuando como amigos aunque de vez en cuando nos mirábamos con otras intenciones y no disimulábamos en lo más mínimo.

Creo que lo más difícil era no sentirme el doble de atraída cuando me tocaba hacerle una sesión de fotos individual, era muy complicado no quedarme embobada mirándolo o desviar la mirada a sitios para nada prudentes. Por su lado, Taehyung era inteligente y sabía que mirada lanzarme, decirme o que pose poner para ponerme nerviosa en un segundo.

Era eso exactamente lo que estaba haciendo justo ahora, pero era la primera vez que lo hacía frente a otro miembro y estaba empezando a enojarme por ello, al menos un poco.

-¿Yoongi, puedes inclinarte un poco a la izquierda?- dije ignorando la mirada que Tae me lanzo. ¡Me estaba recorriendo con la mirada! Y quería decirle que parara, al menos que fuera la primera vez que veía unos pantalones ajustados y una blusa con un pluto estampado...aunque, ahora que lo pienso debo verme como una niña con mis lentes, mi cabello recogido y mis sandalias. ¿Entonces qué diablos está mirando? Porque yo de cuerpo no soy muy voluptuosa.- Taehyung, mira a la cámara.

Cambie de ángulo varias veces para tomar varias fotografías y luego pedirles que cambiaran de pose, era algo fácil, pero complicado si eres perfeccionista, así que cuando terminamos no me extraño ver como Yoongi se lanzaba al suelo y lanzaba un pequeño grito de júbilo, mientras que Tae comenzaba a reírse e imitarlo.

-Ya pueden irse chicos, nos vemos mañana.

Me acerque a la mesa donde tenía mis cosas de siempre para recogerlas. Escuche a Yoongi despedirse y le hice una seña con la mano, pero luego vi como dos manos se apoyaban en la mesa, una a cada lado de mí. Trague saliva al entender que tenía a Tae detrás de mí, aunque ni una sola parte de su cuerpo me estuviera rozando.

-Tengo ganas de besarte otra vez, ¿Me dejas?

Al instante las piernas me temblaron y se me altero la respiración. Había olvidado como se escuchaba su voz cuando estaba más ronca de lo normal.

Él no se movió, esperaba pacientemente que yo dijera o hiciera algo.

Me di ánimos a mí misma, recordando que me había dicho que podía intentarlo solo si él quería, y claramente él quiere.

Me di la vuelta y no me moví cuando tuve su pecho a unos centímetros de mí, levante la mirada y me encontré con sus ojos fijos en mí y completamente negros.

-Me prometí a mí mismo que no volvería a tocarte o besarte, al menos que tú lo hicieras primero.- dijo bajando su rostro un poco, lamiéndose los labios.- que seguiría siendo tu amigo por si te arrepentías también del beso en mi auto. Pero, no sé qué tienes hoy que no puedo resistirme.

Me reí bajito y lo tome de los hombros para luego ponerme de puntillas y estar más cerca el uno del otro.

-Deja de lamentarte conmigo y bésame.

Nuestros labios chocaron y fue inevitable gemir cuando sus manos comenzaron a acariciarme la espalda y la cadera. Su aroma me inundo por completo y mis manos fueron a su cabello, arruinando por completo su peinado que tantas horas le habían quitado a las estilistas.

Los besos de Taehyung eran dulces con un toque pícaro, podías llegar a pensar por un segundo que te trata como una princesa y al otro te trata como una chica que está a su disposición en la cama. Es por eso que cuando me canse de estar de puntillas, nos separamos y su mirada había cambiado y lo supe, se viene lo rudo.