Capítulo 23

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Wake me up when September ends sonaba a través de mis auriculares. El camino a New Castle fue pesado y largo. Y silencio, mucho silencio.

Al llegar agarré mis maletas y me metí al cuarto. Mi única compañía era Green Day y las miles de fotos que tenía en el móvil de los dos pasados años.

Mi móvil no había dejado de vibrar en todo el viaje, y no me molesté en mirarlo. Seguramente serían felicitaciones de gente que ni siquiera conocía y mensajes de Liam.

Al  llegar la noche necesitaba oír su voz, así que lo llamé:

-Ann-respondió a penas al primer toque-¿cómo estás?

Disfruté de los segundos muertos de la línea.

-No sé, es como que no me hecho muy a la idea.

Escuché a Liam suspirar. No sé porque me daba la sensación de que estaría tomándolo con sus uñas y una sonrisa de añoranza apareció en mi cara. Parecía siglos que no sonreía, y tan solo habían sido 24 horas cuando lo hice por última vez.

-¿No te estarás mordiendo las uñas?-y oí una sonrisa por la línea. Sí, la oí.

-Como me conoces.

-Te echo de menos-solté, liberando la presión que me estaba matando.

-¿Y si te digo que iré a verte en 20 días?

-Liam tienes que grabar un disco.

-¡Cae en domingo! El día del señor.-rompimos a carcajadas

-¿Y vas a convencer a Louis para conduzca tres horas?

-Me lleva Paul.

-No es necesario Liam…-mi lado egoísta pedía a gritos que viniera, pero me parecía mal por Paul y por el resto del grupo.

-No voy a discutir, espérame ese día.

-Espéranos-pude distinguir la voz de Harry por el otro lado de la línea.

-Oh no, iré solo-discutió Liam.

-Chicos, os dejo, ha sido un día largo.

Y colgué.

***

Los días pasaron tal como los había imaginado. Cada uno peor que el anterior, cada parte de mi echando de menos a Kate, cada célula dentro de mi echando de menos mi vida con los chicos. Cada molécula que vivía bajo mi piel echando de menos a Liam.

Iba al instituto como un alma en pena, la gente me miraba raro pero no me molestaba. Al fin y al cabo quería estar sola.

Los profesores se me acercaban y me decían que si necesitaba algo, pero yo me limitaba a negar y pasar desapercibida hasta que llegara la hora de ir a casa, llegar, comer lo mínimo para hacer callar a mi madre y subir a mi cuarto para hacer Skype con Liam y los chicos.

Y así día tras día. Hasta que llego el domingo esperado.

Pasé la mañana ordenando mi cuarto, y disfrutando de la ventaja de estar sola en casa: Ed Sheeran a todo volumen mientras recogía la casa.

Y es que mi madre trabajaba de estilista en la tele, y estaba muy poco en casa.

Estaba preparando algo de comer cuando llamaron al timbre.

Literalmente salté las escaleras y llegué al pomo, y al verle me tiré encima suyo, su fragancia consumiéndome y a la vez cerrando la herida de mi pecho.

-Ann-susurró en mi pelo.

Se separó y antes de que pudiera decir algo más se lanzó a mis labios.

***

-Mírate, has crecido-dijo entrando a mi cuarto.

-No seas abuelo- rió.

-Ven aquí.

Abrió sus brazos y me invitó a acurrucarme en ellos. Accedí encantada, notando sus músculos bajo su camisa.

Los labios de Liam rozaron mi cuello, me estremecí al notar sus dientes clavar mi piel y luego subieron hasta mi mandíbula, dejando un rastro de besos en su camino, y giré la cara para que el último de ellos aterrizara en mi boca.

Me tumbó en la cama, y me besó intensamente, introduciendo su lengua y luchando con la mía, cuando su mano, que había estado haciendo dibujos a lo largo de mi estómago, llegó al botón de mis pantalones.

-Liam-me separé, bruscamente-no puedo.

Puta Inés pensé.

-Tranquila-sonrió débilmente.

Pasamos lo que parecieron horas tumbados compartiendo besos y caricias.

-¿Dónde está Paul?

-Mmmm ni idea-rió.

-A ver cuando te sacas el carnet, que ya tienes 18-dije en su pecho.

Y de repente se separó, se levantó y empezó a pasar sus manos por su pelo con frustación.

-¡Cómo no se me había ocurrido! ¡Soy imbécil o algo!-no pude saber el estado por su voz, mi cara reflejando la confusión que tenía.

-Liam..¿qué?

-Ann, tengo que irme, de verdad que te lo explicaré todo y con un poco de suerte podrás venirte conmigo, ¡dios! Soy gilipollas de verdad…-dijo con una sonrisa en su cara.

Intenté seguirlo por las escaleras pero fue más rápido que yo. Al llegar abajo me besó, rápida pero tiernamente y desapareció por la puerta. Yo, literalmente, estaba flipando.

_ _ _ _

Holaaaaaaaa

JAJAJAJAJA apuesto a que os quedareis con una cara de WTF pero me ha venido una idea super buena

POR SI ALGUIEN NO HA PILLADO LO DE “puta ines “:

Aquí en España la regla la llamamos Ines (alguna gente) por esto:

“-Ha venido ines

-¿Que ines?

-La que llega cada mes”

Es una partida wno JAJAJA

Votaaar comentaaar ilyyyyyy.

Imposible. (Liam Payne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora