Había estado toda la noche dándole vueltas al tema de Liam, de forma que cuando me miré al espejo la mañana siguiente unas prominentes ojeras caían de mis ojos verdes.
La conclusión de mi noche de pensamientos había sido dejarme llevar, normalmente, la mejor opción, pero ayudar a que Liam diera el primer paso. Así que esa mañana, me puse la ropa más reveladora que tenía y añadí una capa fina de raya negra bajo mis ojos.
Salí de la habitación con una sonrisa traviesa, y al entrar por el comedor y ver el pelo marrón de Liam cayendo sobre su frente mordí mi labio y pasé por al lado, dejando un rastro de la colonia que me había puesto anteriormente.
Noté a Liam toser, atragantándose con la magdalena que estaba comiendo.
-¿Estás bien Bro?-preguntó Zayn.
-Sí, sí, se me ha ido por el otro lado.-contestó haciéndome reír, ya que sabía que la causa había sido yo y el vestuario que había escogido.
Agarré la taza que la camarera había apoyado en el mostrador y me senté al lado de Harry, que miraba su iPhone con concentración.
-¿Qué tal has dormido?-preguntó y me miró-Wow-murmuró-¿quién eres tú y donde está Ann?
-Que guapa estás oye-el rubió añadió.
Me sonrojé, limitándome a acabar mi desayuno.
Al acabar los chicos comenzaron con los preparatorios de su gira, mientras Ann, yo y los demás niños del equipo técnico volvíamos a nuestras lecciones. Cuando acabamos quedaba media hora para comer, y nos juntamos con los chicos, que nos contaron las primeras novedades de sus proyectos. Y, de repente, gracias a Kate y los cuatro, Liam y yo quedamos solos.
-Ann, ¿que te ha pasado hoy?.. estás... Dios...guapísima.
Me giré, quedando una cabeza por debajo de él.
-No te pillo muchas veces soltero.-tragué-tenía que arriesgarme.
-Casi me matas en el desayuno-reímos.
-Ese era mi propósito-susurré a solo unos centímetros de sus labios, notando la distancia desaparecer.
Sus labios rozaban ya los míos cuando la puerta se abrió, interrumpiéndonos.
-Tiene que ser una broma-me giré para ver a Harry y Louis riendo en la puerta.
-Déjalos, que miren la suerte que tengo.-susurró Liam girando mi cabeza y presionando sus labios contra los míos, trasladando su mano a lo largo de mi columna, mientras la otra sujetaba mi cuello, sus labios sincronizados con los míos, mientras oíamos jadear a Louis y Harry.
-Esto es asqueroso-dijo el de rizos.
-Vosotros lo habéis elegido-dijo Liam separándose de mi, agarrando mis manos con las suyas.
-Os dejamos intimidad-añadió Louis empujando a Harry fuera de la sala.
Intercambiamos varias miradas con Liam, ya sólos, mi corazón latiendo fuertemente por lo ocurrido, hasta que nuestros labios se echaron de menos de nuevo y se juntaron desesperadamente, esta vez con mas fuerza. Aprobechando la soledad, Liam trasladó la fiesta a mi cuello, donde mordisqueó hasta que se separó no sin antes dejar un suave beso en la comisura de mis labios.
-¿Quieres intentarlo?-se refirió a nuestra relación.
-Sería todo un placer-dije con una enorme sonrisa en la cara.
Antes de que pudieramos volver a besarnos, entraron los cinco de golpe, silbando y cantando canciones estúpidas.
-Tenemos parejita en la gira-dijo Kate, riendo con Harry.
-¿Es que no tenéis nada mejor que hacer?-dije notando mis mejillas enrojecer.
-Ya sabes que no-contestaron a coro, saliendo por la puerta camino al comedor.
Liam agarró mi mano y depositó un beso en la parte superior de mi cabeza, siguiendo a todos los demás.
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Ahí tenéis, disfrutarlo.