Magic Stories - EN PAUSA -

BysTaXx +18

Para: DarogaRose

Luna de miel

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Advertencia: contiene lemon, si no te gusta, espera al siguiente shot y evita insultar v,:

Después de una larga, agotadora, pero hermosa noche que marcó la etapa más importante para ellos, Viviana y Frank tenían sus planes en privado, como cualquier otra pareja.

Se encontraban en Venecia, en un restaurante que Guillermo les había recomendado. Ambos se la estaban pasando demasiado bien en compañía del otro. Las risas no faltaban al igual que los halagos y una que otra leve insinuación o chiste en doble sentido por parte de Frank.
Luego del almuerzo, continuaron por su tour en un paseo por los canales de esta hermosa ciudad.

Viviana observaba a Frank sin poder creerlo aún, esposos, un gran salto para ambos. No pudo contener la emoción que eso le causaba, se sentía como una jovencita enamorada.

La noche había caído y Frank tenía una sorpresa.

Se encontraban en el auto rumbo a una cabaña que Frank había alquilado para pasarla bien con su esposa.

- Amor, ¿me puedes decir a donde vamos?

- Vivi, corazón, ¿cuál es tu desesperación? -río el mayor.

- Sabes que soy curiosa, Franquer.

- Tranquila, preciosa~ Sé que te gustará, solo un poco más. -continuaron un rato hasta llegar a su destino. Rápidamente Frank le puso una venda para así darle la sorpresa.

Con pasos torpes salió del auto, siendo guiada por su esposo.

- Sé cuanto te gusta este tipo de lugares, por ello me prometí a mi mismo traerte para este grandioso día -susurro en su oído, ella sintió emoción a la vez que una corriente pasaba por todo su cuerpo haciéndola estremecer. - Ya puedes quitarte la venda~

Ella obedeció a las palabras de su marido y llevo ambas manos a la boca, sin duda una vista maravillosa. Una cabaña siendo iluminada por la luna, Frank tomó su mano y la jaló, para después tomarla al estilo princesa y dirigirse a aquel lugar.

Ella no paraba de sonreír, todo era magnifico.

Frank cerró la puerta detrás de él con su pie, encendió la luz y caminó hacia la habitación.

Vivi entendió claramente la intención de su novio, por lo que inició un beso apasionado con este. Él, por su parte, ni siquiera se molestó en encender la luz de la habitación. Dejó que la luna fuese su única fuente de iluminación.

Frank recostó a la chica en la cama, sin romper el beso, el calor comenzaba a apoderarse de sus cuerpos y la falta de aire se hacía presente. A horcadas se subió encima de su mujer y comenzó a repartir besos húmedos en su cuello, ella no se quería quedar atrás y comenzó a desabrochar la camisa de su novio, Frank observaba los movimientos de Viviana. La observaba con deseo.

Juntó sus labios en otro beso apasionado y lleno de amor, era lento, suave.

Frank levantó un poco a la chica para poder quitarle las prendas de arriba, dejando sus pechos descubiertos. Ella, por su parte, acariciaba miembro de este por encima del pantalón ganándose un leve gruñido de él.

El ambiente se ponía cada vez más caliente, sus cuerpos comenzaban a sudar.

Ya se habían despojado de sus prendas, las mejillas de Vivi estaban rojas.

- No hay nada que temer, mi princesa -le sonrió cálido. Introdujo un dedo dentro de ella.

Ella se tensó un poco, pero conforme él iba moviéndolo se relajó, dejándose llevar por aquella placentera sensación y soltando unos cuantos gemidos.

Uno, luego dos, llegando a meter tres.

Gemía, jadeaba, movía sus caderas al compás de estos.

- Fra- Frank...

- Pídelo, princesa...

- Por favor... Haz- Hazlo -suplicó.

Sacó sus dedos y rápidamente se puso protección para después posicionar su miembro en su entrada. Poco a poco comenzó a penetrarla, ella cerró sus ojos con fuerza, dolía.

- Ahh... - Frank la besó y espero a que se acostumbrara al tamaño. Ella comenzó a mover sus caderas y él entendió.

Las embestidas eran lentas, pero profundas.

Ambos lo disfrutaban.

Esa noche ambos entregaron todo de ellos. Se unieron en cuerpo y alma.

- Frank... yo... ya estoy a punto... ah...

- Aguanta un poco más... - el aumentó el ritmo de estas- lleguemos juntos -murmuró para después comenzar a besar sus labios de manera desesperada.

- ¡Frank! -Viviana dio un último gemido.

Las paredes de ella apretaron un poco el miembro de este, logrando que él llegara al clímax también.

Sus respiraciones eran agitadas.

- Te amo, Viviana -dijo para después caer a su lado sonriente.

- Y yo a ti, Frank -se acomodó en su pecho y poco a poco ambos cayeron en los brazos