¡TownGamePlay!

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Solo una pesadilla.
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Town.

Me encontraba con __, mi novia. Llevábamos más de 10 años en conocernos y justo hoy cumpliamos 4 años de estar juntos como pareja. Hoy será un día especial, pues me he dado cuenta de que ella es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida.
Paseábamos de la mano en un hermoso parque mientras disfrutábamos un delicioso helado, la miré de reojo y sonreí.

-¿Qué pasa? -preguntó, yo simplemente negué. Terminé mi helado y ella después de mi.

-Eres realmente hermosa -sus mejillas se tornaron rosadas.

-Basta -golpeo ligeramente mi hombro y desvío su mirada "enojada".

-No puedo parar, solo digo la verdad, tienes unos hermosos ojos y una bellísima sonrisa, tu cabello negro es tan suave...

-Y siempre está despeinado, vamos Alvaro, no digas mentiras, es horrible.- hizo una mueca.

-Pero despeinado es mejor, te vez preciosa, me encantas tal y como eres y no cambiaría nada de ti.- acaricié su mejilla con la yema de mis dedos, sintiendo su suave y tersa piel.- Por eso yo...- caminé hasta quedar frente a ella.- Quiero preguntarte algo...- me arrodillé y de mi bolsillo saqué una cajita adornada de terciopelo rojo, ella llevó ambas manos a su boca.- __, para mi no hay mejor persona en el planeta y bue... bueno -los nervios me invadieron- Yo quería saber si te gustaría... ¿Te gustaría ser mi esposa? -cerré los ojos temiendo un "No" por respuesta.

El silencio reinó por segundos, se sintió como una eternidad hasta que ella habló. Su tierna y melodiosa voz retumbó por mis oidos causandome un escalofrío.
"Si" dos simples letras causaron que mi pulso se acelerara, estaba realmente feliz.

Me levanté sonriente, algunas personas "curiosas" nos rodeaban y comenzaron a aplaudir feliz por la respuesta. Con torpesa coloque el anillo en su dedo y la abracé.

-¡Me haz hecho el ser más feliz de todo el planeta! -la levanté y planté un beso en la comisura de sus labios.

"Felicidades"- gritaban algunos.

"Nada podía quitarme la sonrisa del rostro"- pensé.

Grave error.

*
*

Me desperté agitado, estaba sudado y mi corazón iba a mil por hora, sentí que se me saldría.

-Shh, amor, tranquilo. -me abrazó __.- Estoy aquí, solo fue una pesadilla, amor... -tomé sus manos y las besé.

-Si, solo una pesadilla... -dije aguantando el llanto.

*
*

Estábamos a tan solo semanas de casarnos, cada vez me sentía más nervioso y emocionado a la vez.

Nos encontrábamos mirando una película en el cine, ella se veía preciosa con su vestido azul y una trenza. Acaricié su mejilla para después depositar un beso en ella, sentí como dio un respingo por la sorpresa.

-Te quiero. -me sonrió.

-También te quiero, Alvaro. -respondió feliz, pasó su dedo índice por mi barbilla rasposa por la barba.- Me encantas, ¿lo sabías?

-No es verdad. -me hice el difícil.

-¡Claro que si!

-Shhhh. -nos regañó un señor, nos limitamos a reír bajito.

-¿Ves lo que provocas? -me reprochó.

-¿Ahora el de la culpa soy yo? -dije aguantando la risa.

-Si. -entrecerró los ojos.

Sonreí de lado y luego la besé.

*

La película se había acabado, salimos de la plaza y nos dirigíamos al sitio para tomar el transporte que nos llevaría a casa, era de noche y casi no había personas.
Por algún motivo tenía un mal presentimiento.

-Vamonos, __.-

-¿Que sucede, amor? -preguntó confundida y a la vez temerosa.

-No tengo un buen presentimiento, cariño. -expliqué.

Apresuramos el paso pero cuando estábamos a tan solo una calle de llegar a casa, dos tipos se nos pusieron en frente.

-¡Arriba las manos! -nos apuntó con un arma.

-¡Mierd..! -gritó __.- Por favor, no nos lastimen.

-Denos su dinero y todo lo que sea de valor, AHORA. -quitó el seguro del arma lo cual hizo que mi miedo aumentara.

-Si, si... -murmuré y comencé  sacar todo, mi reloj, mi teléfono y mi billetera.

__ hizo lo mismo, reloj, celular y billetera.

-¡El anillo también! -exigió uno.

Ella me miró asustada. Me límite a asentir.

-Amor, daselo... -pedí. Ella estaba indecisa.

-No voy a jugar contigo, preciosa, ¡el maldito anillo ahora!

Sus ojos se pusieron cristalizados y se quitó el anillo poco a poco.

__ era muy impulsiva, creía poder hacer todo cuando quisiera pero simplemente no era así. El mundo no es tan fácil.

Pronto comenzó a llorar de la rabia.

-¿Sabes? Eres una chica muy hermosa. -habló el degenerado.- Me parece que si jugaré contigo un poco.

-Oye, vamonos -susurró su compañero.- ya tenemos todo lo que necesitábamos...

-¡Silencio! -lo golpeó- Muñeca, alza tu vestido. -exigió.

-Oiga, por favor... -pedí con apenas un hilo de voz.

-¡Silencio! -sentí un fuerte golpe en la mejilla haciéndome perder el equilibrio y finalmente caer.

-¡No! ¡Town! -gritó mi pequeña.

Y como si fuese cámara lenta, lo vi todo.

__ se lanzó al tipo, lo golpeo repetidamente a como pudo, la diferencia de fuerza era notable. El jaló de su cabello y la tiró a un lado de la banqueta, acomodó el arma y presionó el gatillo.






Desperté agitado, mis manos estaban temblando y de mis ojos salían amargas lágrimas. Miré del lado derecho de la cama, donde __ siempre dormía y entonces lo vi, el espacio solitario.
Ella ya no estaba, ya no podía decirme que era un simple mal sueño.
Ese día el me la arrebató, no pude hacer nada y me arrepiento totalmente pues debí ser yo.

Quisiera poder despertarme de esta pesadilla y poder tener a mi amada devuelta pero no podía, simplemente no podía traerla de regreso.

Las lágrimas no tardan en caer, ahogo un grito y comienzo a descargar mi furia, mi dolor.

Ojalá fuese solo una pesadilla.

Magic Stories - EN PAUSA -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora