Zarcort

1.4K 48 7
                                    

Hace ya varios años que tu novio se había vuelto famoso, era un gran logro para él y a pesar de todo siempre lo apoyabas, pero esto ya no era algo que pudieses soportar.

Salía mucho a eventos, editaba sus vídeos con mucha dedicación, al grabar se encerraba en el cuarto y no salía después de varias horas. Comenzaba a parecerte algo fastidioso, pues antes de ser lo que era siempre estuviste ahí y ahora que lo tiene todo ni te volteaba a ver.

---

Te encontrabas tomando una taza de café, estabas tan sumida en tus pensamientos que ni siquiera notaste cuando el salió a la cocina.
Te vio y ladeo una sonrisa.

- ¿Todo bien? -se acercó a ti.

Diste un pequeño brinco y te giraste a verle de inmediato.

-Si, si... -respondiste no muy segura.

-¿En serio? -claramente se dio cuenta de ello.

-Solo estaba pensando, eso es todo...

-Bien -dijo sin más- Voy a salir en la noche.

-¿De nuevo? -hiciste una mueca.

-Si, Héctor me invitó a su casa.

-Ah... -suspiraste.

El te miró con cierta molestia.

-¿Por qué te pones así?

-¿De qué hablas? -respondiste.

-Pareciera que te molesta que esté triunfando.

Le miraste incrédula.

- ¿De qué demonios estás hablando?

-Ya veo... Si es eso, ¿No? Piensas que me puedes controlar, que solo soy tu cajero. ¡Solo me quieres por la fama!

-¿¡Eres un imbécil o que pvtas te pasa!? -te levantaste de inmediato y caminaste a tu habitación.

El simplemente le dio igual y se marchó. Cuando escuchaste la puerta cerrarse, las lágrimas no tardaron en aparecer.

Buscaste en el armario una maleta y sin esperar más, comenzaste a guardar todas tus cosas.

Lo amabas con todo tu corazón, no querías que esto terminase, pero él ya no era el mismo.
Con un gran dolor en el pecho pensabas en todo lo bueno que pasaron juntos. No soportabas la idea de no tenerlo a tu lado, pero ya era definitivo.

---

Mientras tanto con Miguel.

-No sé que fue que me pasó, viejo... Yo sólo dije mucho y creo que la lastime demasiado.

Su amigo tomó una cerveza y se la pasó.

-Estuvo muy fuerte por lo que veo... -rasco su nuca- Viejo, tienes que hacer algo para remediarlo ya. Ella siempre ha estado para ti, no puedes perderla así como así.

Miguel lo miró y suspiró.

-No sé que hacer -se bebió todo el líquido de la lata.

-En primera, deja eso -le quitó una lata que recién había agarrado- en segunda, solo ve y dile lo que sientes.

---

Estabas lista, decidida sobretodo.

Saliste a la cocina a beber algo y justo en ese momento él llegó, ni siquiera querías verlo, pero debías despedirte.

-___... Lo lamento tanto. -dijo con lágrimas en sus ojos.- No debí decir todo eso y sé que me he comportado como un imbécil, realmente no sé que es lo que me pasa... -se acercó a ti y te tomó de las mejillas.

Un nudo se formaba nuevamente en tu garganta, las lágrimas amenazaban con salir.

Te miró a los ojos y varias lágrimas descendieron por sus mejillas, te acercaste a él y lo besaste siendo correspondida al instante. El beso era tranquilo y con mucho sentimiento, lento, romántico.
A medida que el besó avanzó, el calor aumentó y poco a poco fueron caminando hacia la habitación de él sin separarse.

Comenzó a desabrochar su camisa, mientras tu le ayudabas con su pantalón. Se separaron un poco para que pudiese quitar tu blusa junto con tu sostén. De inmediato volvieron a juntar sus labios en un beso desesperado, sus lenguas luchaban por tener el control y sus manos viajaron al extremo de tu falda subiendola, brindando caricias en tus piernas.

Te recosto suavemente en la cama, soltaste un suspiro cuando su mano derecha tocó aquella zona. Con su dedo comenzó a hacer círculos para estimularte, sus dedos estaban fríos lo que causó una corriente eléctrica en todo tu ser.
De un tirón te bajó las bragas y metió dos dedos, estabas gimiendo alto a lo que él nuevamente te besó. Sus dedos eran rápidos, te estaba volviendo loca.

Amabas cuando te besaba.

Amabas cuando te tocaba.

Simplemente lo amabas.

---

Puso su miembro en tu entrada y poco a poco fue deslizándose hasta quedar totalmente dentro en ti.

Dolía un poco, hace ya un tiempo que no lo hacían.

Sus movimientos eran suaves, aunque poco a poco la velocidad fue aumentando. Poco a poco comenzó a ser más duro.

Ohh, eso te volvía loca.

Sentías que el orgasmo estaba cerca, no podías soportarlo más.

-Y- ya voy a-

-Espera solo un poco más, cariño, lleguemos juntos. -unió sus labios nuevamente y después unas cuantas embestidas más, llegaron al orgasmo.

Tratabas de controlar la respiración, él se acostó a tu lado y te abrazó, depositó un beso en tu frente y finalmente cayó dormido.

---

Te habías terminado de bañar, te pusiste un vestido que él te había regalado por su aniversario.

Miraste como el seguía dormido, sonreiste triste y dejaste la nota en su mesita de noche. Un nudo se formó mientras salías de aquella habitación.

Tomaste las maletas y saliste sin decir más.

Lo amabas demasiado, pero ya habías tomado esa decisión y no podías echarte para atrás.

"Lo siento" fue lo último que pensaste mientras te subias al taxi.

Magic Stories - EN PAUSA -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora