Magic Stories - EN PAUSA -

R

Fargan

Advertencias: --

El dibujito es mío unu siganme en insta pa ver más uwu

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~Anteriormente~

-Eres sumamente tierna. -dicho esto, depositó un pequeño beso en mis labios y cerró los ojos.

Estoy segura de que mi rostro había tomado un color rojo intenso, rojo fuego tal vez, no importaba sinceramente.

Calmé mi respiración y correspondi ese abrazo para después quedarme profundamente dormida.

***

Cuando desperté, Mangel no estaba en la cama, de hecho, no estaba en casa.

Me dejó un cartel...

"Buenos días, dormilona, anoche no quise molestarte diciendo que tenía que salir de Karmaland por unos asuntos de trabajo, no sé hasta cuando volveré, pero recuerda que mi casa es tú casa.
Dejé comida en el refri, lo suficiente para que puedas hacer un desayuno.

No dejes que nadie se acerque, ¿Si? Confío mucho en ti, pequeño tomate.

No te confíes de Lolito. No andes sola.
C U I D A T E."

Sonreí al pensar que se preocupaba por mi, aunque honestamente no me agradó el pensar que Lolito podía hacerme algo... Sacudí mi cabeza intentando borrar el pensamiento.

Decidí darme una ducha, pensé que el domesticar algunos animales y hacerle un huerto a Mangel le haría feliz cuando regresara. Por lo que, después de vestirme, busqué materiales y me fabrique las herramientas necesarias para hacerle el huerto y un corral.

*

Acabado el huerto y corral, vendría otro día para empezar a buscar animales y darle mantenimiento a las plantas.

Caminé con tranquilidad con dirección a mi casa cuando una sombra me hizo levantar la vista, ahí se encontraba volando mi buen amigo.

-¡Los idiotas vuelan! -alcé la voz lo suficiente para lograr captar su atención. Logré ver su sonrisa y poco a poco fué descendiendo hasta quedar en el suelo.

-¡____!- me abrazó- Te he buscado toda la mañana, ¿A dónde te habías metido?

-Mñe, ya sabes, andaba por aquí y por allá.

- Uis, pícara 7w7 -reí ante el tono en el que él me dijo eso y golpeé su hombro.

- No bobo, construía un corral para Mangel, salió de Karmaland y quise darle un regalo para cuando vuelva.

-Que buena persona-dió dos palmadas en mi cabeza como si fuera niña pequeña-pero bueno, te buscaba para que pasemos un rato juntos, hace ya un tiempo que no nos divertimos, hay mucho que quiero contarte.

Caminamos con rumbo a mi casa para buscar algunos materiales, él contaba varias cosas que había hecho con triple 7 y hablaba de una hermandad que se había formado, mencionaba que ellos buscaban divertirse dejando las aburridas reglas del lugar, me comentó que aprendió como hacer bombas y demás cosas.