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La puerta se abrió al instante la sorpresa y alegría se plasmo en el rostro del hombre. Sus ojos grises se iluminaron con algo de esperanza.

-Buenas tardes, somos los vecinos de al lado- la melodiosa voz de mi madre empezó la conversación.

-Oh. Encantado, soy Clark- tendió su mano a mi madre.

-Encantada Clark, yo soy Venus, mi marido no ha podido venir- mi madre sonrió al hombre.

-No se preocupe- miró hacia atrás- Discúlpeme un momento- el hombre desapareció.

Mi madre nos miró, Jayden, Jackson y yo estábamos detrás de ella. Los tres intrigados. Mi padre había ido al taller. No trabaja en el taller, pero su hermano, es decir mi tío, tenía un taller y papá iba a ayudarle siempre que podía.

El señor Clark apareció en la puerta de nuevo, junto a él, los chicos de antes.

-Ellos son mis hijos, Randal- señaló al de ojos azules, él saludó con la mano -Y Raymond- acabó el hombre señalando al chico serio que se limitó a asentir.

-Que bien, así tenéis amigos cerca- mamá se giró a mirarnos.

Mis hermanos y yo intercambiamos miradas. Y los chicos de enfrente igual, ya nos habían hecho amigos así de fácil.

-Ellos son mis hijos- sonrió mamá volviendo a mirar a los hijos de Clark y al mismo Clark -Jayden- mi hermano asintió -Amber- saludé con la mano como Randal -Y Jackson.

-Hola soy Jackson- dijo mi hermano poniéndose al lado de mi madre.

-Hola. ¿Cuántos años tienes?- Randal habló con Jackson.

-Tengo siete- sonrió.

-Que mayor- contestó el medio pelirrojo.

-Veis- se giró y burló de Jayden y de mí.

-Nosotros somos los Crusoe, y vivimos allí- informó mi madre señalando la casa- Para cualquier cosa estamos- sonrió a todos.

-Igualmente- el hombre asintió echándole el brazo a Randal encima -Nosotros somos los Morrison- acabó así su hablar.

Después nos despedimos y volvimos a casa.
Mamá estuvo parloteando de lo bien que le habían caído los vecinos y lo altamente atractivos que eran sus hijos. Y que Randal tenía un cabello precioso, y Raymond unos ojos hipnotizantes.
Tenía toda la razón. Ambos eran muy atractivos. Y cada uno tenía un rasgo que los hacían especiales.
Mamá peca de sinceridad y admitió que Randal se ve más amigable y social que Raymond ya que su aura fría se mantuvo todo el rato.

Yo me mantuve pensando en como será la madre, morena, pelirroja, rubia... Ojos azules, marrones, verdes, grises...

Pero mi mayor duda era el chico con esa aura negra y ojos preciosos. ¿Qué estaba mal con él? Bueno, tal vez es por la mudanza aunque Randal, su hermano dijo que era así siempre.

Quise quitar mis pensamientos sobre Ray, pero fue en vano. Pues cuando subí a mi habitación tuve la grata sorpresa... de que la ventana de mí habitación daba justo enfrente de Randal, la de mi hermano que estaba al lado enfrente de la de Ray. ¿Y por qué lo sé? Por ambos están deshaciendo maletas en las habitaciones. Como es verano las ventanas están abiertas de par en par. Y me siento algo incómodo sabiendo que en cualquier momento ambos pueden verme. Así que me lanzo al suelo y repto hasta mi ventana con la intención de estirar de la cortina.

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