Capítulo III

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Bajé del auto con precaución, me iba a acercar a tu abuelo pero en ese momento me llamaron y tuve que ir.

¿Por qué siempre pasaba algo que me impedía saber dónde estabas o qué había pasado? Quizás todos se habían puesto de acuerdo aunque nunca lo averigüe.

Me acerqué a donde estaba tu mamá, abuela, hermana y tía, mientras caminaba ellas sólo me miraban y susurraban pequeñas cosas, después tu hermana se fue junto a tu abuelo.

Vamos— Fue lo que me dijo tu tía con un tono neutro para después empezar a caminar conmigo con unos cuantos pasos de distancia.

Tu madre y abuela se quedaron viéndonos unos segundos, ... o eso creo porque sentía la mirada de dos personas a mis espaldas. Cuándo dejé de sentir aquellas miradas volteé y las vi platicando con alguien que no logre identificar, yo seguí caminando hasta que las perdí de vista.

Nos adentramos en el hospital y mientras más caminaba, más tenía un mal presentimiento.

¿Qué paso?—Era la segunda vez que pronunciaba aquella pregunta en el día, tenía miedo a la respuesta pero mientras más me tardara en saberlo, más dolorosa sería la realidad.

No lo sabemos Me lo dijo mientras me volteaba a ver y me abrazaba por un hombro, con eso por fin rompió el espacio que teníamos entre las dos.

Yo me extrañe frente a esa acción, lo había hecho antes pero nunca en situaciones delicadas, siempre mientras reíamos o bromeabamos sobre ti o tu hermana, nos gustaba molestarlas.

-¿Cómo que no lo saben?- Pregunte mientras la veía confundida y seguíamos caminando.

-Sí, así es, no lo sabemos, ... pero ... sólo te pido que conserves la calma- Dijo aquello mientras me veía con una sonrisa que me logro tranquilizar poco.

Pero como siempre me pasa, analicé aquellas palabras después de unos segundos de que me las dijo, gracias a eso la poca tranquilidad que había conseguido se volvió a ir y la angustia, preocupación y miedo volvió con más intensidad.

A ver, ¿quién en su vida le dice eso a otra persona que está preocupada? Obviamente te vas a espantar más sí te lo dicen y aún más cuando estás en un hospital y tu mejor amiga no aparece.

Aquí es.— Lo dijo antes de que pudiera preguntarle alguna otra cosa.

Yo paré de caminar cuando ella lo hizo y lo hicimos frente a una puerta que, como todas las demás, estaba cerrada.

Miré la puerta y después a ella, no sé si es que no quería ver lo obvio o de verdad no entendía pero la vi confundida en ese instante.

Ella está ahí dentro.— Me lo dijo sin mirarme, creo que era difícil para ella.

Lo que hice al escuchar esas palabras fue voltear a ver la puerta de nuevo y me acerque despacio con tu tía detrás.

Abrí la puerta delicadamente viendo hacia el piso, por alguna razón no podía mirar al frente, sentía que vería algo que no me gustaría.

Y es que estaba en lo cierto, varios segundos pasaron para que yo lograra levantar la mirada, pero creo que fue lo peor que decidí hacer en mucho tiempo.

Vi la peor escena que mis ojos pudieron haber visto alguna vez incluso en mis peores pesadillas.

Te vi a ti ... te vi en aquella cama, cubierta por una sabana blanca, con cables y muchas maquinas, las cuales no supe para que servían, conectadas a tu cuerpo, te vi con vendas en diferentes partes, aunque eso no parecía lo más grave de todo.

En ese momento me quedé estática, en shock, no sabía qué hacer o qué no hacer, empecé a soltar lágrimas sin querer, aunque la verdad era predecible, eres mi mejor amiga y verte en esa condición era lo peor del mundo para mi.

No me dejes sola. ||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora