Hoy por fin tuve el valor de ir al hospital y entrar a tu habitación, habían pasado dos semanas de las cuales 3 días seguidos me quedaba fuera por miedo, miedo a que siguieras sin recordarme y que me preguntaras aquello que tanto me dolía una vez más.
Cúando entre te vi dormida, era algo comprensible, era muy temprano, o por lo menos para ti que te encantaba dormir.
Sentí que de nuevo regresaba a aquellos días en los que no me separaba de ti para nada, como en aquellos días, me senté en el sillón donde dormía, me puse a checar los mensajes que no había visto o contestado desde hace ya un tiempo.
Gracias a que no había nadie ahí contigo, aproveche para también checar tu celular y borrar algunos otros mensajes que te habían llegado, creo que para este punto ya te diste cuenta pero soy muy posesiva, eso tú lo sabías de sobra así que ya no me decías nada.
Al final me acomode en el sillón y me quede dormida después de un rato, creo que yo también estaba cansada después de todo lo ocurrido.
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Desperté en el mismo sillón y en la misma posición, la única diferencia es que tenia la manta con la que dormía tapándome casi por completo, esta vez no tuve el instinto de levantarme, me quede paralizada al verte de nuevo, sentada en la camilla revisando algo en tu celular, creo que la que me había tapado eras tú por que yo tenia ese celular cuando me quede dormida.
De inmediato pensé en finjir estar dormida hasta que alguien llegara, no quería estar sola por si me volvias a repetir aquellas palabras que tanto me dolían.
¿Sabes por qué no fingí estar dormida? ... Por el simple hecho de que nuestras miradas se conectaron y eso me indicaba que ya no tenia ninguna escapatoria.
-Al fin despiertas- El tono con el que lo dijiste me hizo pensar que ya me recordabas -Habia estado preguntando sí algún día vendria de nuevo- Eso segundo me confirmo que me seguías sin recordar, sí me recordaras habrías respondido algo así como; -Hasta que te dignas a venir, tarada- O algo que tuviera un lenguaje más ... amistoso, ahora mismo tu lenguaje había sido más bien formal.
Yo me senté en el sillón y te mire de re-ojo, enserio no quería hablar por ahora, por lo menos no estando sola.
-¿Me dices tu nombre?- Esas palabras me dolieron, enserio que sí.
-A-a....- No podía hablar, ... me costaba el no salir corriendo de esa habitación o empezar a derramar lágrimas.
-Si no me quieres decir no hay problema - Me lo dijiste con una voz tranquilizadora y volviste a ver tu celular - Tú eres ésta ¿no?- Me mostraste la foto que tenia de perfil en una de mis redes sociales, yo sólo asenti con la cabeza algo baja.
-Perdon por no poder recordarte, la conversación me hace pensar que eramos buenas amigas- ... "Eramos" ... Enserio tus palabras dolían, sé que no lo hacías con esa intensión pero enserio apresiaría que te dieras cuenta.
Me miraste por unos segundos y apartaste las cobijas que tenias encima, te vi poner las piernas a un lado y en ese momento reaccione, ibas a levantarte de la camilla.
De inmediato me pare del sillón y fui rápido a tu lado -¡No te levantes! ... T-te puedes lastimar- La primer parte lo dije con una seguridad increible, lastimosamente la segunda ya no, reaccione que ya estaba a tu lado y te estaba agarrando un brazo para que no te levantaras.
- Entonces sí hablas, supongo que ya me dirás tu nombre - ... De nuevo mi voz no salía, sólo te podía mirar de re-ojo con la cabeza baja.
- Si no me respondes me parare y no creo que quieras eso - Negué con la cabeza.
Siempre he sido muy sobreprotectora contigo y no quería que te pasara nada, aún no sabia si tenias algo más grave que el haberme olvidado aunque eso ya era bastante grave a mi parecer.
-Está bien ... solo vuelve a sentarte bien en la cama ... por favor - Dije aún viendo al suelo.
-Bien, ... ¿Pero me sueltas? - Juro que no me di cuenta que te seguía agarrando del brazo, cuando lo dijiste de inmediato te solté y puse mis manos detrás de la espalda pensando en qué quería que me comiera la tierra.
Oí el como las sabanas y cobijas se movían, después de unos segundos ya te habías vuelto a acomodar en la cama.
-Leí los mensajes que me dejaste, ... Pero sigo sin creer que de verdad te conozca desde hace años- Apreté mi camiseta con las manos.
-¿Me seguirás sin contestar?- Dijiste mientras me veías seria.
-Tecnicamente no me preguntaste nada- Dije con la voz un poco rota mientras tú suspirabas.
Sentía que la amistad que habíamos hecho desde hace ya 7 años no la podría conseguir de nuevo, no me recordabas, no tenias recuerdos conmigo, yo soy una desconocida para ti mientras que tú para mi eres la persona a la que mejor conozco y a la que más apreciaba.
Si lo pienso, parece que te eh acosado desde hace años en vez de haber formado una amistad, bueno, eso te debería parecer a ti ya que no recordabas nada.
...................
-Si ya una vez lograste tener su amistad y ser su mejor amiga esta vez tendría que ser más facil-
-Hay algo que usted no entiende, muchos de los que eran sus gustos eran por que YO le había enseñado cosas o por que YO la había influenciado después de tanto repetirle cuánto me encantaban ciertas cosas, ... ¡Si no me recuerda muchos de sus gustos cambiaron! .... ¡Ya no tenemos nada en común! ¡Nada!- Grite muy frustrada.
Ya habían pasado unos días y aunque ya nos hablábamos más era como conocerte de nuevo, muchos de tus gustos habían desaparecido, otros sólo eran un poco diferentes pero las cosas que teníamos en común habían desaparecido casi por completo.
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No me dejes sola. ||Terminada||
Short StoryEn mi mente sólo creí dos posibles respuestas al marcarte, no pensé que podría haber una tercera que me desgarraría el alma al pronunciarla, nunca creí escuchar una voz rota de parte de tu madre, y tampoco pensé que escucharía en algún momento aquel...