No me dejes sola. ||Terminada||

Capitulo VIII

Hoy es mi cumpleaños, cumplo 17 años igual que tú, se supone que para este día tenias planes para mi como los que yo había tenido para ti, al final parece que no se harían ninguno de esos planes.

Mi madre me dijo que hoy fuera directo a casa después de la escuela y que me haría un pastel con mis amigos de la preparatoria, también me dijo que yo les dijera pero la verdad no le dije a nadie, no tenía ganas. Sólo le mande un mensaje diciéndole que prefería estar contigo, ella sólo me respondió que estaba bien, que me veía en la noche.

Nuestro cumpleaños siempre era pasarla una junto a la otra, haciendo algo divertido o llendo a algunos lugares que nos gustaran, al final del día entregabamos un regalo hecho a mano por la que no cumplía años, esa era la parte que en lo personal a mi más me gustaba, ver qué te habías esforzado haciendo por lo menos un dibujo para mi.

En tu cumpleaños llegaste a esa camilla y sólo estuve contigo un rato por mi ataque, sé que se escuchará mal pero en mi cumpleaños quiero que estés conmigo, aunque sea en cuerpo, aunque no hablemos, aunque no vayamos a lugares que nos gusten, aunque no me des un regalo hecho por ti ... Sólo quiero que estés conmigo como cada año.

—La verdad el mejor regalo que pudiera recibir es que despertaras— Lo dije sin pensar, estaba en el sillón con mi celular entre las manos y hoy estaba tu mamá, abuela y hermana ahí.

Parece que tu hermana me escucho a pesar de que lo dije un poco bajo —¿Qué día es hoy?— Preguntó mientras me volteaba a ver.

Tu abuela la oyó y después de unos segundos  parece que se acordó de la fecha y de que era mi cumpleaños, me miro y después camino hacia mí.

—Hoy es tu cumpleaños ¿no?— Preguntó mientras se sentaba a mi lado, entre tu hermana y yo.

Yo sonreí ligeramente y respondí  —Sip—

—¿Y por que no lo estás festejando?— Eso lo dijo tu madre, ella casi siempre estaba seria pero me sonrió muy ligeramente.

—Los días de mi cumpleaños y también los de ella los pasábamos juntas, este año no quería que cambiara — Las tres me miraron aunque la verdad no sabria decir que sentían, ... tal vez algo de lástima.

—¿Tu mamá no te hizo nada?— Preguntó tu hermana rompiendo el silencio que se formó durante unos segundos que a mi me parecieron eternos.

—Sí, me dijo que invitara a amigos de la prepa y que me hacia un pastel pero ... no invité a nadie.— Yo miré hacia abajo un poco apenada, me di cuenta de que estaba jugando con mis dedos por el nerviosismo que sentía.

Tu madre se acerco a mi y me tomo las manos, después se hincó y me miró a la vez que yo a ella aunque bastante confundida, era la primera vez que la veía hacer algo así.

— Que linda esta la mañana en que vengó a saludarte, venimos todos con gusto y placer a felicitarte — Empezó a cantar y después se le unió tu hermana y tu abuela, a mi me estaba ganando el sentimiento, quería que tú estuvieras cantandome igual que todos los años aunque ésta vez junto a tu familia —Ya viene amaneciendo y la luz de día nos dio—

—Levantate de mañana, mira que ya amaneció — Esas palabras hicieron que todas nos callaramos y nos miraramos entre nosotras un momento, después volteamos a ver hacia la camilla.

—¿Qué? ... No me iba a quedar fuera de la cantada —

Todas te miramos sorprendidas, estabas como si no hubiera pasado nada, como sí no hubieras estado casi 2 meses en coma, como si sólo hubieras tomado una siesta de unos cuantos minutos ... Estabas sentada en la cama con las piernas cruzadas y con una sonrisa.

—Una pregunta... — Nos miraste y te me quedaste viendo, pensé que me preguntarias algo como ¿qué hago aquí?, ¿dónde estamos? o incluso ¿Qué haces aquí? ... Pero tu pregunta nunca se me habría ocurrido.

—Sé que te acabo de cantar un pedacito de las mañanitas pero ... ¿Quién eres?—

Cuando te vi me alegre mucho y te vi tan normal que no pensé que podrías haberme olvidado, pero cuando me dijiste eso... creeme que todo mi mundo cambio, paso frente a mi el primer momento en el que te vi, pasaron frente a mi los 7 años que tenemos juntas, todo eso lo vi desmoronarse, como una cinta de vídeo, esas de las viejitas donde al final la cinta se empieza a detener y se quema, esos eran todos los recuerdos que tú habías olvidado.

Sentí como una lágrima bajaba por mi mejilla después de que dijiste eso y con voz entrecortada te pregunté.

—E-Es broma ... ¿Verdad?— Apreté mi celular con la mayor fuerza que tenía y mi vista se nublo gracias a las lágrimas que mis ojos contenían.

Tú miraste a las tres personas que estaban ahí además de mi, supongo que buscando respuestas pero ellas me estaban mirando a mi, supongo que esperando que no me pusiera mal de nuevo.

—No lo es— Con esas palabras sentí mi mundo caerse pedacito a pedacito, lo que mi cuerpo hizo fue temblar, empecé a llorar con fuerza, yo no queria que me vieras así, lo que hice fue pararme de aquel sillón y salir corriendo.

Antes dije que mi mejor regalo habría sido que despertaras, pero ahora que lo pienso ... mi mejor regalo sería que me recordaras.