5. Para tí, mi ángel.

73 11 2
                                    


Febrero, 2017


A lo largo de nuestra relación me acostumbré a varias cosas, entre ellas a tu presencia.

Creo que he recalcado bastante que para mí, lo más importante era estar contigo, no me importaba como fuera.

El estar contigo, a tu lado, apagaba el dolor que era tenerte, pero sin tenerte realmente. Tu presencia llenaba mis días de armonía, ordenaba mi caos con sonrisas.

Era así, al menos hasta que la perdí.

Te fuiste, desde ese febrero tuve que aprender a estar sin ti.

Te mudaste sin siquiera intentar suavizar el golpe. Lejos de mi repentinamente,

¿Podía sentirme mejor pensando que te volvería a ver en, quizás, un par de meses? No, no podía.

Sin indicios, sin avisos, te fuiste así como llegaste, como un huracán: destruyendo todo a tu paso.

Tu partida desencadenó muchos sucesos que marcarían nuestra historia, y le agregaron un toque más poético a mis escritos.

Después de todo, la poesía es una gran forma de plasmar la tristeza de una manera artística, real.

Habían pasado un par de meses desde la última vez que te escribí un poema, pero fue inevitable para mi escribir esto.

Dios, estaba destrozada, sentía como si una parte de mi corazón se hubiera quebrado, esa parte que te pertenecía se rompió en mil pedazos con tu ausencia.

Había pasado un mes desde que te fuiste y no sabía manejarlo, ¿Como podía sentirme viva en ese momento? Se sintió como si las estrellas se hubieran apagado con tu partida, como si no valiera la pena brillar si no estabas para verlas.

¿Exageraba? Posiblemente, pero solo era una chica enamorada a quien le habían arrebatado la persona que mas quería, y dolía, dolía aun más que no ser correspondida.

Hoy, después de los años transcurridos y las vivencias que hoy tenemos, sé que tu partida no nos alejó, sé que hoy que estás aún más lejos que en ese momento nuestra amistad es fuerte, casi inquebrantable.

Pero en ese momento no podría saberlo, solo era yo, tratando de sostener el mundo que se caía a pedazos.

Después de todo, prefería tenerte a mi lado cada día y poder sentir el calor de tu mirada café, aun sabiendo que me miraban como una simple amiga, que esperar meses para poder disfrutar de tu presencia por unas horas.

Si, dolía no tenerte a mi lado, pero al menos sabía que no te perdería completamente, te tenía ahí, a solo una llamada de distancia.

El catorce de febrero recibí ese mensaje, tampoco podría olvidarlo, me dijiste que era maravillosa como era, sentí como te quería un poco más en ese momento, por increíble que parezca.

Ese día, la noche del día de los enamorados te escribí esto, porque me sentía bien otra vez, sentí que las piezas rotas de mi corazón podían unirse otra vez porque no te había perdido del todo, me querías, y cada día lo demostrabas más, nos uniamos cada vez más y nuestra amistad se fortalecía, con esa perspectiva el mundo se veía mas brillante.

No sentía que te amaba aún, pero si me sentía muy enamorada, por más cliché que pareciera me había enamorado de mi mejor amigo y ya no me importaba admitirlo.

Cuando sentí que todo podía estar mejor, a pesar de las circunstancias escribí este poema, desconociendo lo que él destino tenía deparado para mí y para tí mas adelante.

Para tí, mi ángel:

Para tí, mi ángel, que me enseñaste a amar,

Te dejo mi corazón, lo debes cuidar.

No lo rompas, no lo tires, no lo dañes más,

No trates de devolverlo, no lo voy a aceptar;

Te pertenece a ti desde el día en que te conocí,

Sus piezas juntaste, con tu amor las pegaste.

Para tí, mi ángel, que mis lágrimas limpiaste, mi vida iluminaste y así me enamoraste.

***

Este capitulo me pone un poco sentimental, quiero aclarar que no pretendía sonar exagerada, pero son los recuerdos de una chica enamorada que veía a su amor cada día, y de repente no podía verlo seguido, ni siquiera mas de tres veces al año.

Espero les guste tanto como a mi.

Besos❤

–P

Recuerdos del llamado amor imposible: café.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora