La Humana Y El Yautja

Cap. 4

Narra(TN)

Estaba tan asustada que no me podía mover, Kiuja por su parte solo permanecía sentado con su miembro erecto aún en la mano, cansado de esperar a que me moviera decidió acercarse a mí, me arrastre poco a poco en un intento por alejarme de él mientras veía su desnudo cuerpo acercarse a mí.

Me tomó de los pies haciéndome imposible el escape, patalee y llore, pero absolutamente nada de lo que hacía parecía calmarlo, incluso accidentalmente le di un golpe en su máscara cosa que igual no funciono, ya que siguió intentando inmovilizarme, en fracción de segundo reaccione dándome por vencida, recordé que no tenía nada que perder ni tampoco nada que ganar así que resignada deje de mover mi cuerpo quedando en una posición no muy cómoda, mis rodillas tocaban el piso mis piernas estaban abiertas, Kiuja estaba detrás de mí sosteniendo mis brazos inmovilizándome por completo, sentía su miembro rozar en mi espalda, mis lágrimas no dejaban de salir, pero yo solo me mantenía en silencio.

Me volteó dejándome ver su máscara y más su miembro, el cual a pesar de haber liberado gran parte de su carga, aún seguía erecto, Kiuja se posiciono entre mis piernas, hizo a un lado la delgada tela que tapaba mi intimidad, haciendo que me sintiera expuesta, lo único que podía hacer era cerrar los ojos y esperar a que terminara lo antes posible.

Me tomo delicadamente del cuello recorriendo hombros, pechos, caderas hasta llegar a mi vientre, con ese acto lo único que pude hacer fue voltear mi cabeza a otro lado para no mirar nada del proceso, y después sentí como Kiuja se acercó a mi oído.

-no será divertido si no disfrutas lo que haremos -dijo él con su tono serio y robótico-quería crear ese lazo antes de aparearnos, pero Soy muy impaciente, vamos pequeña, ooman mírame a la cara, y relaja tu cuerpo-

Soltó mis brazos y prosiguió a deslizar sus manos hasta llegar a mi zona íntima, sentía que en cualquier momento sus uñas podrían lastimarme.

-K... Kiuja por favor detente aún no estoy lista para esto- dije con mis ojos cerrados.

-yo no te pedí permiso- abrí mis ojos llenos de lágrimas y lo miré directamente, por un corto lapso de tiempo él se quedó estático, como si por 5 segundos el mundo en el que estábamos se hubiera detenido.

Repentinamente, él se levantó y se vistió, saliendo de la nave, cubrí mi cara con mis manos, dejando salir mis lágrimas por completo.

dos semanas despues

Todo con Kiuja ha cambiado desde el día en que el intento violarme, ha estado muy distante, regresa a la nave unas cuantas veces solo para asegurarse de que no cometa alguna locura, como hace unos días me encontró a punto de enterrar una lima de uñas en mi garganta.

Kiuja regresaba en las noches entrando a ducharse y luego acostándose en la cama, quedándose totalmente dormido, cuando me despierto él ya se ha ido, no sé cuanto más los yautjas que me secuestraron nos mantendrán vivos, ya que no hemos tenido ningún avance, y eso ya empieza a preocuparme.

 Después de todo Kiuja no es tan malo, al menos no me violo y de vez en cuando lo acompañó en su casería, y yo cocino lo que el caza definitivamente es una ventaja haber trabajado en un restaurante, aunque no hablamos mucho desde lo sucedido hace un mes, pero considero que nos llevamos mucho mejor ahora en nuestro pequeño mundo en el cual sobrevivimos juntos a pesar de la creciente tensión que hay entre nosotros.

Un día como cualquier otro estaba acostada en la cama leyendo uno de los libros que me traen en los paquetes de provisiones, mientras comía galletas de avena vi a Kiuja entrar a la habitación, cosa que era muy extraña, ya que normalmente venía en la puesta de sol, mi alegría se fue cuando otros de su especie entraron después de él.