II

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Las mañanas en el reino comenzaron a ser muy particulares desde que la boda del príncipe Luke fue anunciada,cada día una persona nueva tocaba la puerta del palacio y dejaban flores y cartas para recordar lo lindo que es este tipo de eventos.

Esta mañana no fue diferente a cualquier otra; Luke se levantó más que enfadado consigo mismo y comenzó a replantearse la idea de un almuerzo aquella tarde.
Después de dar mil vueltas en la cama decidió vestirse de una vez por todas y tomando el poco coraje que le quedaba dentro salió de su habitación en busca de sus padres.

Sin noción del tiempo levantó su cabeza al escuchar las campanas del palacio,las cuales indicaban cuando eran las doce del mediodía,y cuando golpeaba la medianoche.
Desesperado por su falta de responsabilidad y su mal humor por haberse saltado el desayuno se arregló el cabello frente a una bandeja de metal reluciente que llevaba Raymond,quien se ofreció a ayudarlo.

Llegas tarde Luke —susurró— Tus padres deben estar muy enojados.

El rubio suspiró. —Ni lo menciones.

En cuanto terminó de tomar la última bocanada de aire el timbre del palacio sonó fuerte en todos lados indicando que la familia Korsch estaba afuera,esperando para ser recibidos con un almuerzo típico de la familia De La Cruz.

Luke llegó casi corriendo a pararse al lado de sus padres frente a la gran puerta dorada que había al final del pasillo,observando cómo esta se abría dejando ver a la familia; El rey Félix,la reina Selena y sus hijas; Lyssandra y Camillah.

Camillah soltó una sonrisa enorme en cuanto vio a su futuro esposo,y se contuvo las ganas de correr a abrazarlo.
En cambio Luke,con una expresión nula en el rostro siguió a sus padres con la reverencia hacía la familia real más poderosa de Escocia.

Los siete integrantes caminaron hacia la sala donde se encontraba la larga mesa vestida de rojo y las sillas en dorado que hacían juego con los adornos,y la mayoría de objetos en el palacio.
Las hermanas Korsch se sentaron una a cada lado del príncipe destinadas y bien decididas a complicarle el día más de lo que ya estaba.

Y bien,Luke. —habló Félix después de unos minutos de completa tensión y silencio— Estás listo para pedirle la mano a mi hija?

Camillah parpadeo repetidas veces haciendo que sus tupidas pestañas se movieran de arriba a abajo,mientras miraba al príncipe sonrojada y con una sonrisa más larga que la mesa de aquél día.

Bueno.. —El rubio aclaró su garganta— Creo que está de más decir que yo no..

No está listo. —Elizabeth,riendo, reemplazó el final de su frase sabiendo perfectamente lo que iba a decir.— Creo que es un momento muy estresante para los dos.

Nuestra hija está lista desde el día que nació —Selena,la madre, río— Siempre fue nuestra pequeña princesa.

La tensión se formaba en el aire de a poco mientras Camillah abria la boca para hablar. —No puedo esperar a vivir en este castillo.

En realidad esta boda debería ser mía. —Lyssandra tomó un mechón de su pelo,jugando con él mientras le hacía muecas a su hermana.

No empiecen a discutir,niñas. —Selena dejo el tenedor en la mesa,estricta.— Saben que no me gusta que compitan entre ustedes.

Lyssandra azotó la mesa con sus palmas,levantandose del asiento. - ¿Cuántas veces te he dicho que yo merecía el puesto de princesa?

Es suficiente. —Felix soltó los cubiertos y tomó del brazo a Lyssandra,sacandola de la sala lo antes posible y castigandola con sus amenazas de encerrarla en el castillo como solía hacer.

Las dos familias quedaron en silencio mirándose. Luke tenía una idea de la personalidad de las hermanas Korsch,pero no creia que la rivalidad fuese tan fuerte como él pensaba.
En cuanto el almuerzo acabó Camillah tomo la maravillosa oportunidad de acercarse al principe antes de tomar un carrajua de regreso a su reino.

Estoy muy emocionada por nuestra boda. —Le tomó las manos, viéndolo a los ojos.— Que crees que me falta? Estoy bien así? O puedo teñirme denuevo el cabello..

Estás bien así. —Luke cortó su emoción con una sonrisa y el pulgar levantado para que,la que sería su futura esposa, no se enfadara.— Lo siento,pero estoy muy apurado.

Elizabeth se detuvo justo detrás de él cuando terminó de hablar con Camillah.— Apurado con qué? Falta el postre. —sonrió.

El momento del postre se hizo muchísimo más largo de lo común,en especial luego de la escena de celos de Lyssandra refiriendose a quién merecía de verdad el puesto de princesa.
La tensión que había en el aire era inusual,casi siempre solían contar chistes a la hora de la comida,pero esta vez nadie se atrevió a hablar y solo esperaron a que el reloj marcara la hora de marcharse.

Antes de que se vayan, —El rey Mark rompió el silencio aclarandose la garganta— Recibieron la invitación al baile de máscaras?

Por supuesto,estaremos aquí lo antes posible. Felix asintió con una sonrisa,levantandose de su asiento al mismo tiempo que su esposa e hijas indicando que ya era tiempo de volver al palacio.

Safiyah se acercó sigilosamente recogiendo los platos sucios de la mesa mientras le echaba una mirada pícara a Luke, quién estaba aguantandose la risa al recordar la escena de celos de la hija mayor de los Korsch.

Fue un gusto volver a verte,principe Luke. —Felix lo sacó de sus pensamientos estrechándole la mano- Nos vemos en el baile el sábado.

El rubio asintió con la cabeza. —El gusto es mío señor Korsch.

Camillah tomó la mano de su padre con intenciones de que se moviera hacia la puerta,y se dió vuelta para despedirse de Luke con un guiño de ojo y un beso volador.

Por fin había llegado el momento del día donde sus padres dormían la siesta y Luke se ocupaba de sus actividades como rey; una clase de arco y flecha con Raymond,revisar el campo y alimentar a los caballos,o su favorita; hacer absolutamente nada.
Por desgracia,hoy no era uno de esos días. El rubio notó cómo sus padres permanecieron en la sala más tarde de lo común,y supo que algo estaban tramando.

Que pasó con la hora de la siesta? —preguntó preocupado.

No hay tiempo para dormir,hijo. —Mark tomó una pila de papeles y la acomodó encima de la mesa.— Hay que organizar el baile.

El maldito baile.
Luke suspiró llevandose las manos a la cara para resfregarse los ojos; todavía estaba cansado y confundido debido a el cambio repentino de rutina que hizo esta mañana salteandose el desayuno.

Sin ni una palabra más ni una palabra menos se dió vuelta dirigiéndose a su habitación,ignorando cada comentario nefasto que su madre hacía sobre él al ser un "egoísta" y no querer ayudarlos con los preparativos de la festividad más importante.
Había cosas más importantes para Luke,y ninguno en el palacio tenía una mínima idea.

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