Ambos nos quedábamos sin respiración. No podíamos hacer nada. El fantasma era más fuerte que yo. Y supongo que el fantasma que ahorca a Ethan también es más fuerte. Después de todo, Ethan tiene la cara prácticamente morada.
De pronto, sentí que el espíritu que me ahorcaba me soltaba de a poco. Pude bajar la mirada y vi que se desacía como si fuera agua. Yo caí al suelo, puesto a que el espíritu me tenía en el aire, y empecé a toser. Pude recuperar, por fin, todo el oxígeno que necesitaba. Cuando me puse de pie, noté que Ethan estaba en mi misma situación.
Nos quedamos mirando fijamente. Luego, él se acercó hacia mi y me abrazó. Yo lo acepté. No fue un abrazo común. Fue como esos abrazos que se dan en las películas cuando la chica se tiene que mudar del país y el chico no quiere que se vaya, y llegado el día en el que ella se va, él va y la abraza como si nunca más en su vida la volvería a ver.
-Estás bien, Emm?-me preguntó con preocupación.
-Si, tranquilo. Tú?-pregunté.
-Mhm.-me respondió mientras se separaba de mi.
-Chicos, están bien?-se escuchó.
Ambos nos miramos y luego miramos atrás con la intención de ver quién había dicho eso. Nos quedamos viendo a una chica de mediana estatura, rubia, y de aproximadamente 16 años. Annie.
-Annie! Qué haces aquí?-le pregunté caminando hacia ella.
-Bueno, escuché que Sabannah se ha comunicado contigo la otra noche para decirte que si querías a Luke vivo le tendrías que llevar el libro, y conociéndola, supuse que te guiaría hasta el hospital que está aquí. Y sabía que esos estúpidos fantasmas viven a costa de ella. Asi que sabía que ellos te harían algo. Entonces, atravecé el armario de un chico, y aquí estoy.-me respondió.
-Oh.-dije. Me sorprendí por la inteligencia que tiene esta chica. Ahora sé por qué Sabannah la envidia. Ella es linda, inteligente, y valiente en cierto modo.
Ethan nos miraba. Primero a mi, luego a Annie, luego a mi y así susesivamente. Me di cuenta de que capaz que él no la conoce.
-Ethan, esta es Annie. Annie, este es Ethan.-dije, presentándolos.
-Hola, Ethan.-dijo Annie, tendiéndole la mano a Ethan. Él se la dió mientras asentía con la cabeza en forma de saludo.
-Y de donde se conocen?-preguntó él.
-Ella me ayudó a escapar de Sabannah una noche que decidí quedarme en la escuela de noche.-le dije. Al ver su cara decidí anadir:-No preguntes.
Él levantó los brazos, defendiéndose.
-Y bien, Algo nuevo con Sabannah?-preguntó Annie.
Ethan y yo negamos con la cabeza.
-Nada.-contestamos al unísono.
-Y tú, Ethan, eres amigo de Emily?-preguntó Annie.
-Si.-contestó él.-Cómo la conoces?
Annie se encogió de hombros.
-El mundo de los muertos es chico, Ethan- contestó ella.
**
Esa mañana decidimos ponernos las pilas. Nos levantamos temprano y empezamos a empacar las cosas para ir en busca de nuestros mejores amigos. Annie nos ayudaría a encontrarlos. Cuando ella nos preguntó, dijimos si inmediatamente. Ethan y yo pensamos que teniendo a alguien como ella nos serviría. Annie tiene muchos conocimientos. Los suficientes como para llegar al hospital. Ella sabría dónde está cada cosa. Cosa que sin ella, ni Ethan ni yo llegaríamos a ningún lado. Nos quedaríamos a mitad de camino.
-Te ayudo?-le pregunté a Ethan, quién parecía costarle cerrar la mochila. Al parecer se llevaba medio ejército allí.
-No, yo puedo.- dijo, con voz de cansancio.
Esperé para ver si se arrepentía. Pasaron segundos y vi que su esfuezo no daba frutos.
-Oh, venga!-dije, y luego me acerqué a él y a la mochila.- Tú, trata de que los lados del cierre queden juntos, y yo cerraré.
Él asintió. Hizo lo que le pedí. Acercó ambos lados de los cierres y yo con espuerzo traté de cerrar el cierre. Cuando vió que me costaba, hizo más fuerza y pegó los lados del cierre más. Y dió resultado. Al tercer tirón, esa enorme y llena mochila estaba cerrada.
-Buen trabajo.- dijo, tratando de que yo le choque los cinco.
Cuando choqué mi mano contra la suya, escuchamos a Annie hablar.
-Hey! Ethan! podrías guardar esto en tu mochila?-preguntó ella.
Él y yo nos miramos con una cara que decía claramente: "Es enserio?"
Tuvimos que hacer todo el proceso de nuevo. Cuando terminamos, ya era el mediodía. Si, el tiempo pasó volando. Mientras Ethan hacía la comida y Annie marcaba el camino, yo decidí salir a caminar alrededor de donde estabamos.
Pasé por un hermoso árbol lleno de flores. Pude notar que había un pequeño columpio colgado de una rama. Decidí acercarme hacia allí.
Una vez allí, no pude detenerme a sentarme en el columpio. Son como una adicción. No puedo ver uno sin sentarme encima. Desde chica los amé, los amo, y tengo la presencia de que los seguiré amando.
Siento que el viento se vuelve cada vez más frío. Tan frío que decidí volver.
Cuando estoy volviendo, me doy cuenta de que ese no es el camino. Asi que paro. Miro para todos lados, confusa. Tuve que haber dejado algún rastro.
De repente, sentí pisadas. Me volví hacia donde provenía el ruido. Nada. No había nada. De repente siento movimiento detrás de mi. Me giro, y me sorprendo al ver que el columpio se mueve.
Otro ruido. Me vuelvo. Nada. Y de repente, algo respiraba detras de mi.
"ANNIE. SI ESTAS ESCUCHÁNDOME, VEN AL BOSQUE. NECESITO AYUDA, PORFAVOR."
Rezé para que Annie me haya escuchado.
"Te escucho! Dónde estás? Qué pasa?"
Sentía que la respiración estaba más cerca. Mi pulso se empezaba a acelerar.
"ESTOY EN EL BOSQUE. CERCA DE UN COLUMPIO. ALGO ESTÁ RESPIRANDO DETRÁS DE MI. AYUDA!"
"Tranquila! Mientras voy con Ethan, tú sal corriendo. Sé dónde estas. Pero tendrás que moverte. Corre en diagonal y encontrarás un árbol con flores azules. Está acompañado por un arbusto. Métete entre el arbusto. Es como un pasadizo. Nadie lo conoce. Escóndete ahí hasta que yo llegué. Ningún espíritu puede pasar. Ahor, voy en camino. Corre rápido, como en la escuela. Corre rápido, corre cuando diga 3. Ok?"
"De acuerdo"
Espero que esto salga bien. Confío en Annie, pero no en mi.
"1"
"2"
"3!"
