Chaoter Two

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chapter two: la bienvenida al fruto de Odín
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La casa estaba a oscuras, había pasado una semana, una semana entera desde que Hella había encontrado a Ragnar Lothbrock.

El vikingo y su mujer escudera se habían ido, Athelstan cuidaba de los hijos de ambos, Bjorn y Gyda, dos niños fieros como sus padres.

Bjorn estaba alimentando a los caballos cuando un dulce aroma a rosas inundó sus fosas nasales haciendo que se girara en busca del origen de este, el rostro del muchacho se llenó de asombro.

Era una mujer preciosa, digna de dioses, era Hella.

-¿Vuestros padres se han ido verdad?-

-¿Quién eres?-

-Calma piel de hierro.-

-¿Piel de hierro?-

Hella acarició la mejilla del muchacho quien contuvo el aliento al sentir el puro toque de la que parecía un ángel.

-¿Y tus padres Bjorn?-

-Se ha ido a Northumbria de nuevo.-

-¿De nuevo?-

-¡Bjorn!-

Gyda hizo presencia en el establo y se quedó muda al ver a la preciosa muchacha junto a su hermano.

-¿Eres una diosa?-

Hella le guiñó un ojo haciendo que Gyda sonriera y corriera a ver de cerca el precioso vestido blanco que llevaba.

-¿Conoces a nuestros padres?-Preguntó la niña.

-Sí ser de luz, lo hago.-

Hella se agachó y sonrió a Gyda evitando sentir pena al ver su futuro pasar con rapidez sobre sus ojos, un alma tan pura y tan buena no merecía aquello que le pasa.

Las horas pasaron y Bjorn y Gyda estaban encantados con la muchacha, Bjron le hablaba mientras Gyda trenzaba su largo pelo colocando flores sobre este.

-¡Niños!-

Los tres vikingos miraron al joven cristiano quien extrañado miraba a la mujer, ¿era un ángel?

-Venid conmigo.-Pidió Athelstan.

-No te preocupes, ella es una diosa.-Dijo Gyda colocando una flor en su cabello.

-Sí, es hija de Odín.-

-Eso es imposible Odín no existe.-Musita el monje.

-¿Pero sí Jesucristo?-

-¿Cómo lo sabes muchacha?-

-Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él, ¿Juan verdad?-

Atheltan miró la sonrisa sincera de la muchacha y su corazón se aceleró, nunca había sentido lo que estaba sintiendo en aquel momento.

𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄; 𝐕𝐈𝐊𝐈𝐍𝐆𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora