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- Me avisas cuando lleguemos - dije con un tono molesto y cierta punzada en mi cabeza.

Para rematar dolor de cabeza, ¡genial!.

Terminé por quedarme dormida pensando en mil y un insultos para Ethan.

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- Sam.. Sami.. - sentí que me movían suavemente mientras Ethan me llamaba con una voz sexy..

¡¿Que?! ¡Yo no dije nada! ¿Sexy? ¿El? Pff, sueñen. Sólo lo dije porque estaba adormilada.. ¿Cierto?. Cierto.

- Ya voy.. - me excuse con pesar y sueño y un tono de voz de una niña de 5 años.

Me voltee completamente hacia el lado de mi puerta y al tratar de abrir, me fui de boca al piso.

- ¡Ahh! - mi grito, fue estúpido e inútil.

Me explico, tengo vestido y muy posiblemente la vista de mi mini-short, sea atractiva para el pervertido del grupo.

- Auch - mi queja fue aguda pero baja. Caí en un terreno rocoso que si no raspe mis manos, al menos mis rodillas deberían de tener rasguños -. Ahora si me desperté - Anuncié, una vez me volteo boca arriba bajando mi vestido.

Divisé el hermoso bosque que comenzaba al fondo del panorama. Era simplemente hermoso.

- Anda, te ayudo - dijo Marck para cargarme y entrar en la inmensa y hermosa cabaña.

¿Desde cuando las cabañas son tan grandes?.


- Es muy hermoso - dice Lucas, con voz soñadora.

- Muy moderno - dice Eduard, su voz denotaba satisfacción.

- Muy amplio - dice Marck, anonadado como un niño.

- Oscuro - dice River, con tono seco.

- ¿Nunca te han dicho lo aguafiestas que eres? - pregunté, cruzando mis brazos.

- Yo también te amo, Samita querida - dijo, irónico como el sólo y con una sonrisa que da miedo.

- Bien, vamos a ver que tal el lago - dije, para emprender nuestro corto camino hacia el mencionado.

- Wow - una simple palabra emitida al unísono.. Incluyéndome.

Lo que me daba miedo, ahora lo hago, que encantador.

El lago era cristalino con ciertos toques azulados, un piso arenoso y al inicio rocoso, del otro lado se emprendía un camino hacia otro frondoso y amplio bosque.

- Es lo más hermoso que he visto en mi vida - digo, contemplando el lago.

- Eso fue un puñal en mi corazón - dijo, un herido Marck dramático.

- No se ustedes pero ésta que está aquí, al desempacar vendrá al lago, obvúa.

- Te acompañó - dice Eduard alzando la mano.

- Igual - le sigue Marck.

- Vamos - completa Ryan.

Viviendo con 6 playboys (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora