—Oh, Harry —jadea un pequeño ojiazul mientras sus brazos se aferran a la espalda del más alto.
Harry, por su parte, se encuentra atacando el cuello del castaño. Su lengua recorre la piel caramelo y da un par de mordidas para reclamar ese cuerpo como suyo ante el mundo entero.
—Eres tan caliente, coqueto —dice entre besos. Sus caderas embistiéndose contra las del pequeño para generar una placentera fricción.
Louis contra el casillero y Harry frotándose contra él con fuerza y ardor. Su frente empañada de una fina capa de sudor y sus pequeños dedos hundiéndose en la piel del ojiverde.
—¿Te gusta esto, coqueto? —Embiste más fuerte—. Joder, me tienes tan duro. ¿Lo sientes?
Louis gime. Efectivamente sintiendo la erección de aquel chico contra la suya.
—¿La quieres, coqueto? —pregunta con voz ronca sobre el oído de Louis—. ¿Quieres tener mi polla en tu culo?
Un par de dientes pellizcan el lóbulo de la oreja del más bajo. Y, cuando menos lo espera, su pequeño cuerpo es girado con fuerza, quedando con el rostro contra el casillero y su trasero expuesto hacia el rizado.
Siente un par de manos toscas desprenderse de sus pantalones y justo después la punta de un miembro caliente y húmedo tantear su entrada por encima de su ajustado bóxer.
—Te tomaré ahora. —Una nalgada le hace gemir.
Siente al más alto deshacerse de su ropa interior y, justo cuando la punta del miembro de Harry se alinea en su entrada, todo... desaparece.
¡Joder! ¡Lo ha soñado de nuevo!
Suelta un quejido frustrado y mira hacia el techo de su habitación. Puede jurar que tiene una erección monumental y, él solo, no puede sentirse más jodido.
¿En qué momento los sueños dulces pasaron a ser sueños calientes?
Louis no lo sabe, pero al menos en sus sueños puede disfrutar de Harry a su antojo y sin restricciones. La cosa es que, últimamente, los sueños ya no le parecen suficiente.
¿Cuándo fue la primera vez que Harry apareció en sus sueños?
Fue quizá, hace dos o tres meses; Louis solo recuerda rizos chocolate y ojos verdes, sus manos entrelazadas y una cita hermosa y perfecta.
En ese momento no le importó demasiado, porque en realidad, no sabía quién era ese chico y no pensaba volver a verlo en ninguno de los dos mundos que conoce.
Dicen que los rostros que aparecen en nuestros sueños no pueden ser inventados, que el cerebro no tiene la capacidad de hacerlo. Así que, Louis no tenía ni la menor idea de donde había salido aquel chico lindo. No fue hasta que pasó al último semestre de bachillerato y vio a un muchacho alto y de rizos entrar por la puerta del aula con un aire egocéntrico y el caminar más malditamante petulante.
Entonces Louis lo supo y, entonces, Harry volvió a aparecer en sus sueños una y otra y otra vez hasta el día de hoy.
🍓🚬🍓
—Soñé caliente con él —confiesa el más bajo y lleva a su boca una papa frita.
Su amigo rubio le mira sin expresión alguna. Liam da un sorbo a su bebida y después habla.
—¿Qué tan caliente?
Louis termina de masticar lo que lleva en la boca y suspira.
—Él y yo casi teniendo sexo contra un casillero —dice y un poco de rubor baña sus mejillas al recordarlo—. Él hablándome poquito sucio. —Muerde su labio.
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𝑺𝒕𝒓𝒂𝒘𝒃𝒆𝒓𝒓𝒊𝒆𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝑪𝒊𝒈𝒂𝒓𝒆𝒕𝒕𝒆𝒔.
Fanfic"𝐻𝑒 𝑠𝑖𝑑𝑜 𝑢𝑛 𝑡𝑜𝑛𝑡𝑜 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑙𝑎𝑠 𝑓𝑟𝑒𝑠𝑎𝑠 𝑦 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑖𝑔𝑎𝑟𝑟𝑖𝑙𝑙𝑜𝑠 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑠𝑎𝑏𝑒𝑛 𝑎 𝑡𝑖".