Roces Entre Páginas.

2.6K 194 40
                                    

ADVERTENCIA: Edogawa Rampo y Edgar Allan Poe

El día ya estaba cayendo, haciendo que la manta de la noche empezara a arropar todo el cielo en Yokohama.

Pero la noche aun siendo larga, no era infinita; aunque para ambos genios fue mas larga que cualquier otra.

Volvamos unos minutos atrás...

A Rampo se le ocurrió la brillante idea de ir a visitar a su amigo y escritor Edgar Allan Poe, por simple aburrimiento.

En los últimos días no habían aparecido casos realmente difíciles, solamente unas cuantas mascotas perdidas o simples atracos; estos casos sin ningún tipo de adrenalina motivaban al joven detective, haciendo que desde temprano de la mañana se aburriera y empezara a jugar junto a Yosano a juegos de apuestas.

Pero esta vez no fue así, esta vez decidió ir a casa de Poe.

Por parte de Poe había escuchado sobre un nuevo proyecto de novela, y sabiendo a que se dedicaba y que género solía escribir ¿por qué no darle inspiración con alguno de los casos que él había resuelto? O eso quería pensar él, en realidad, no fue por simple aburrimiento, o por esa loca pero lógica idea; fue mas bien porque lo extrañaba.

Desde hacía unos meses, Rampo se había empezado a dar cuenta de su atracción hacía el ex-ejecutivo de Guild.

Pero lo que ambos no sabían —aunque el resto a su alrededor si — era que ese amor era correspondido por el contrario; pero ambos eran muy tímidos o muy orgullosos para decírselo al contrario.

Volviendo al tema inicial.

Mientras Rampo estaba sentado en el sofá de la sala de estar, y Poe en su cuarto terminando el último capítulo; Karl estaba al lado de Poe, mordiendo su manga y tirando de ella en señal de que fuera a ver a su invitado.

En ex-ejecutivo había terminado de escribir el último capítulo hacía mucho tiempo atrás; pero le daba vergüenza salir y encontrarse con la persona que mas le gustaba de todo el mundo, y sentarse junto a él a hablar.

Para su desgracia, su amigo mapache fue mas persistente; haciendo que dejara su cuarto y se dirigiera al salón.

-¿Rampo-san, que le está pareciendo? - Preguntó con miedo desde el marco de la puerta, mientras se escondía.

Ignorando completamente a su rival y amigo, Rampo seguía sumergido en su lectura hasta que encontró unos errores que quería destacar. -Esta bastante bien, pero yo cambiaría al asesino. -

Con aquella opinión dada, Poe se acercó a Rampo para poder entender mejor a que se refería, y querer comprobarlo con sus propios ojos.

-¿A qué se refiere, Rampo-san? - Preguntó el mas alto mientras se sentaba al lado de Rampo con un brazo por detrás de la cabeza del detective y posado sobre la cabeza del sofá, y su rodilla flexiona y aguantando el peso de su cuerpo.

-Me refiero a esta parte. - Señalo con su dedo índice el error del escritor; haciendo que el escritor se acercará mas para poder observar con mas detenimiento el error que le decía su contrario. -Si desde un inició pones como mayor sospechoso al verdadero asesino, el final perderá toda su gracia, y no te deseará leer una segunda parte o alguna otra historia como esta. -

Con aquella queja el escritor soltó una ligera risa para luego mirar de forma penetrante los ojos de su detective favorito. -Se equivoca Rampo-san, el asesino no es el mayordomo, ni un sirviente de la casa, fue mas bien cosa de un accidente. - Aclaró Poe mientras no dejaba de sonreír y mirar de la misma forma a Rampo; haciendo que este se sonrojada por las orejas y la nariz ante aquella expresión.

-Pe--Pero es quien mejor encaja para ser el asesino. - Excusó Rampo exaltado, alejándose un poco del escritor, el cual se sorprendió de aquella reacción.

Viendo como su querido detective se había avergonzado de su error e intentaba remediarlo, no pudo evitar soltar otra risa, para volverse a acercar y señalar de nuevo la misma parte que había señalado hacia nada su contrario. -Se equivoca, eso es una mera especulación del protagonista, lo que realmente sucedió fue que se tropezó que la alfombra de la habitación y acabo con la cabeza dentro de la chimenea mientras que la rejilla para la leña se le clavo en el cuello por culpa de la caída. -

Aquel caso empezaba a coger sentido, pero Rampo se negaba, llegando a señalar de nuevo aquel párrafo, dándose cuenta de que había rozado y tocado la mano y dedo de Edgar, obteniendo un sonrojo incalculable en sus orejas y rostro.

-¿Rampo-san? ¿Se encuentra bien, esta rojo y... - Posando el reverso de su mano en la frente contraria. -Ardiendo? ¿Habrá cogido un resfriado al venir hasta acá? Será !mejor que me haga responsable y se quede aquí esta noche. - Pidió Poe mientras se alistaba para salir a la farmacia mas cercana a su casa. -¡Karl, cuida de Rampo-san! -

Mientras que el escritor se había marchado con un fuerte portazo por culpa de las prisas, Rampo se había encogido por las rodillas y se empezaba a avergonzar de lo sucedido, dándose cuenta de que cierto roedor estaba llamando su atención con ligeros toques de su pequeña pata.

Volviéndose a sentar normal, el mapache se colocó en las piernas del detective, recibiendo caricias por parte de esté.

-Karl, ¿cuando crees que podre decirle lo que siento por él? - Le preguntaba el joven al mapache, el cual poco a poco sirviendo como un peluche al cual abrazar, recogiéndose las piernas de nuevo y ocultando su rostro como había hecho con anterioridad.

One-shots [BSD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora