Capitulo 6

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- Acercate y te digo en el oído- la mujer joven negó sonriendo pero aún así se acerco - No pasó nada- susurró y la mujer la miro abriendo los ojos y la boca

-¿Estas jugando conmigo?- dijo fingiendo estar indignada y la suprema negó entre risas - Me las pagarás- Exlamó la joven y empezó a hacerle cosquillas a la suprema.

Esa noche como las dos anteriores hablaron hasta la madrugada disfrutando de la compañía de la otra

Un par de semanas  después

Las cosas en la academia marchaban bastante bien, Queenie y Zoe habían tenido razón, desde que la peli naranja había llegado las niñas eran más unidas. Cenaban juntas entre risas, se ayudaban mutuamente y hasta salían los fines de semana. Por otra parte los poderes de Gabrielle también eran sorprendentes, lograba manejar 6 maravillas, siempre se reusaba a practicar Desemsum siendo la única maravilla que desconocía. Su relación con Cordelia se fortalecía cada vez más, noches en vela, tardes juntas, cada vez se unían más, y aunque a la suprema le gustaba al mismo tiempo le asustaba; Pues la joven también mantenía una cercana relación con las demás chicas y Cordelia estaba casi segura de que a Madison  le gustaba. Tres golpes en la puerta la sacarón de sus pensamientos

- ¡Pase!- Grito y la puerta se abrió, era ella, la suprema le sonrió. La mujer entró y cerró la puerta tras de si -¿Que haces aquí?

-Vine a traerte algo de comer- Contestó mostrándole un par de cajas de sushi, la suprema le sonrió aún más.

Comieron y charlaron un rato.

- Esta noche saldré con Madison- Soltó de repente la joven y Cordelia la miró atentamente- Dice que tiene algo importante que decirme- Completo y movió las cejas.

La suprema no le dijo nada a la joven pero le preocupaba su salida con Madison, tal vez la joven rubia se le adelantaría y se le declararía a la joven.

En la noche, entró en su habitación y se dirigió al baño topándose con Gabrielle en el camino, sonrió mientras la miraba, llevaba una falda suelta palo de rosa a la rodilla, una camisa blanca que aún no estaba apuntada atrás y unos tacones claros.

-¿Me ayudas?- Preguntó señalando la camisa, la suprema asintió y se acerco. Ubicó sus largos dedos rozando ligeramente la piel de la joven que se estremeció. Los pulgares de Cordelia acariciaron  la piel descubierta y los vellos de la joven se pusieron de punta. Con cuidado y lentamente cerró botón por botón y cuando termino la abrazo y poso sus labios en su cuello. Gabrielle soltó un suspiro

- Prométeme que tendrás cuidado y evita beber- Susurró cerca de su oído

- Lo haré-  Contestó con una risita.

Tres golpes en la puerta desviaron su atención, y por la misma entro Madison con un vestido ajustado y muy corto.

-¿Y bien?¿Nos  vamos?- Preguntó ansiosa a Gabrielle y esta asintió -Adios Cordy- Completó y salió de la habitación

- Escríbeme para saber que todo esta bien- Comentó ocultando su tristeza. La joven asintió, se acerco a la suprema, deposito un beso en su mejilla y salió

-¡Mierda!- Exclamo Cordelia llevándose la mano a su cabeza. Tomó su pijama, se la puso y se acostó en la cama esperando el mensaje de la joven.

Madison se sentía nerviosa de lo que tenia preparado para esta noche. Jamás se había esforzado así por alguien.

-Y bien...¿ Me dirás a donde me llevas?- Pregunto Gabrielle mientras la rubia conducía su Audi color blanco -Me gusta tu auto

- ¿Y de casualidad no te gusto yo?- Preguntó la rubia sonriendo y la joven se carcajeo - Y además ya llegamos llorona- Completó parqueando en un restaurante muy elegante - Vamos-

La peli naranja se bajo del auto contemplando el lugar tan bonito al que la había llevado la rubia, una gran sonrisa se formo en su rostro.

- Ven aquí - Exclamó Madison y tomó la mano de la otra chica. El mesero las guío a la mesa y se sentaron frente a la otra. La rubia pidió una botella de vino y cada una ordeno que comería, cuando quedaron solas Gabrielle tomó la palabra.

- ¿Ahora me dirás de que querías hablar?- Preguntó nerviosa.

-Bien- Respondió sin más la rubia - Te traje aquí porque hay algo importante que debo decirte. Gabrielle no dejo de querer estar siempre contigo, en un principio me sentía confundida pero después lo entendí....- La peli naranja sabía por donde iba esto y se asusto

- Madison- Susurro en voz baja

- Te has vuelto algo muy importante en mi vida. Y si, se que te gusta Cordy, es evidente- La peli naranja se sonrojó ante el último comentario - Pero soy una mejor persona cuando estoy contigo, me gusta lo que soy contigo y tan solo...

- No hagas esto por favor- Interrumpió Gabrielle y la rubia la observo fijamente -Madison, yo no puedo hacer esto. Es tan solo que, no puedo. Y sobre Cordelia...

- ¡Ese es el maldito problema Gabrielle! Jamás te atreverás a hablar con ella, a ser sincera, no sabes si se siente igual o no y no enfrentaras un pedazo de tu vida hasta que no tengas el valor de decírselo- Gritó la joven con ira, tomó su bolso y salió corriendo

-¡Mierda!- Exclamó la joven corriendo tras de ella. Trato de llamarla, de gritarle pero la rubia no se detendría, Subió a su auto y se fue. La peli naranja tomó un taxi y fue tras ella, en el camino le envió un texto a la suprema quien la estaba esperando

Gabrielle: Todo salió muy mal. Voy para la casa :(

Cordelia: ¿Qué paso cariño?

Gabrielle: En cuanto llegue te lo cuento

La suprema no respondió pero estuvo dando vueltas en su habitación mientras esperaba la llegada de la joven, de pronto escucho unos gritos en el pasillo y se acerco a la puerta para poder oír mejor.

- ¡Mierda Madison! ¡Me dejaste tirada en el restaurante!- Gabrielle enfadada

- ¡Bien, eso estuvo mal! Pero ¿Qué esperabas?- Le reclamó Madison en el mismo tono - Estas desperdiciando tu patética vida por miedo al rechazo, eres peor que yo. Osea ¡Dios! por ti intentaba ser una mejor persona, pero después lo descubrí- La rubia hizo una pausa y la suprema lo entendió todo -Eres tan maravillosa pero no te das cuenta es como si te taparas los lo ojos, ¡Cualquiera, escúchame bien, cualquiera seria afortunado de tenerte! Incluso ella- Completo y la suprema se sorprendió. La rubia dio media vuelta e intento irse, pero escuchó un sollozo tras ella que la detuvo.

- Yo te quiero demasiado Maddie, te has vuelto alguien  tan importante para mi que...- Su voz se entre corto y sus lagrimas empezaron a salir sin parar- No quiero perderte, perdóname- La suprema sentía como su pecho se retorcía y quería salir a abrazarla pero se contuvo. Madison la miró pero estaba tan herida que solo dio media vuelta y se encerró en su habitación, escuchando un grito pero ignorándolo, se metió a la cama y rompió en llanto.

La suprema, al notar la ausencia de la joven rubia salió de su habitación para encontrarse con la joven tirada en el suelo

- Cariño- Susurró ayudándola a levantar y llevándola dentro de la habitación, cerró la puerta y la acostó en la cama colocando la cabeza de la joven sobre su regazo. Mientras la suprema acariciaba su cabello la joven lloraba desconsoladamente.

Quedate a mi ladoWhere stories live. Discover now