Del Odio Al Amor (LECHU)

Capitulo 21

Machu

Estaba durmiendo plácidamente cuando empiezo a sentir que alguien me estaba moviendo el brazo entonces me desperté rápidamente y le di un rodillazo allá abajo. Escucho que jadea y cae al suelo. Me paro de la cama para agarrar mi teléfono y prender la luz de ella. Vi que era León en el suelo, que bono.

—¿Que coño haces? Déjame dormir, Machu.— me dice Manuela.

—¿Que haces aquí, León?— le pregunto en voz baja.

—Quería hablar contigo pero me has dejado sin ascendencia.— me dice dolorido.

—Eso te pasa por entrar en el cuarto de mujeres. ¿Sabes que son las 3 de la mañana? Estaría cantando la canción de Jesse y Joy con Gente de zona sí no estaba enojada contigo.— le digo.

—¿Podemos hablar afuera por favor?— me pregunta León, parándose.

—Está bien, tarado, vámonos.— le digo. Abro la puerta para salir,e del cuarto y León viene detrás de mí. Caminamos hasta donde está la televisión y el sofá.— Te escucho, León.

—Mira Machu, admito que no soy Perfecto.— me dice

—Ajá, "imperfecto" te queda corto.....pero continúa.— le digo.

—Andrea es alguien de mi pasado, okey. Solo ha sido una noches de placer en mis vacaciones de verano y ya.— me dice.

—Güey, sabes que eso no me hace sentir mejor, ¿verdad? Además, eres soltero, no eres nada mío, así que, adiós.— le digo, intentado de caminar lejos de él pero me agarra de la cintura. Nos miramos en los ojos y luego un carraspeo nos hace separar.

—¿Me pueden decir que hacen ustedes fuera de sus habitaciones a esta hora? ¿Y en ese estado?— nos dice Gastón.

—Gastón, no hagas drama, porfa, no es algo fuera de lo normal.— le digo.

—Señorita Salas, con la vestimenta que usted tiene, ¿de verdad le sorprende lo que le gusta hecho el muchacho ese...Kevin?— me dice. ¿Cómo dijo que dijo?

—¿Como dices que dijiste? Usted sabes que si mi papá escucha esta conversación que queda automáticamente despedido, ¿verdad? Primero que nada, nadie quiere que lo que él me ha hecho, nadie, ¿me escuchó? Así que cuide muy bien sus palabras.— le dije, León me mira con la boca abierta. Luego Gastón nos toma a él y a mí de la muñeca.

—Ustedes van a la dirección, que triste que tengo que molestar a tu padre tan temprano.— nos dice Gastón-

—Que triste que mi papá tiene a un incompetente trabajando para él.— le digo, riéndome un poco y él ajusta su agarre en muñeca, haciendo que jadea en dolor. Vi que Gastón tenía una sonrisa triunfadora. Luego tocó la puerta de la dirección.

—Hija, demoraste dos días escolares para meterte en problemas, es un récord.— me dice mi papá. Le doy una sonrisa sarcástica y sentamos en las sillas de mi papá. Que chido, ¿no?