Continuemos

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Al final no fue tan malo, al menos eso era reconfortante, a pesar de todo sabia que esa clase de días solo quedarían como recuerdos, no es como si fuera algo sobresaliente.

Lo que generalmente le atormentaba era como lidiar con su familia, en serio eso se estaba volviendo un problema; para ellos ella tenía que ser un ejemplo, la chica buena, estudiosa, inteligente, obediente, educada, alegre y sonriente, además de saber hacer los quehaceres del hogar y cuidar niños, en síntesis saber hacer de todo un poco. Ser una mujer de verdad en pocas palabras, o al menos eso creen que es ser mujer.

No era que a ella le molestara ser así, llego a encontrarle el gusto a esas cosas pero pierde gracia cuando te obligan. En varias ocasiones se esforzaba en ser alguien que no era solo por no querer desagradar a su familia, sentía que no soportaría ver aquellos ojos que tanto amaba mirándole con desprecio y amargura, que todo ese esfuerzo y empeño de tantos años se quebrara con el más mínimo error, se volvió en uno de sus mayores temores. Tuvo que ocultar muchas cosas, varias que definían su personalidad, esa manera suya de ser que por temor no la dejaban mostrar, le era muy doloroso el tener que ocultar su verdadera identidad por el simple hecho que a la sociedad no le gusta lo diferente y su familia era tan arraigada a ese pensamiento.

Que tan malo puede ser guardarse todo? Podría causarle algún daño?. Si ya llevaba tanto tiempo de esa manera, eso significaba que todo estaba bien, no?, las cosas no podían cambiarse de un día para el otro, si todo marchaba bien de la forma en que ella sobre llevaba sus problemas era porque la manera en que lo hacia era la correcta, así que no hay nada que temer. Mientras sus pilares la mantengan erguida ella podría con todo, porque sus pilares eran su familia y amigos, y ellos eran todo.

Cartas De Una Mente IncomprendidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora