Carta 8

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"Ya me empieza a fastidiar"

se esta volviendo monótono, aunque este acostumbrada ya me esta hartando

Respira...

Okey, vamos de nuevo.

Reconocen la frase la gota que colmo el vaso, bueno, pues es una buena referencia para lo que ocurrió después de la última carta. Comentar que fue lo que realmente "colmo el vaso" seria inútil; lo único que se puede rescatar de todo es que cuando una persona se ve desesperada y no encuentra la ayuda que necesita las opciones caen sobre la peor alternativa.

Siempre se cree que cuando vez a una persona sana, entre comillas; con un aspecto saludable, que se relaciona hasta lo que se puede considerar normal, que el susodicho esta bien, que no le ocurre nada y si acaso le ocurre algo esto se solucionara, así como le pasa al resto de las personas.

La diferencia radica en la raíz de esos problemas. Más allá de las cosas normales del día a día, de lo que todos debemos soportar y callar; llega un punto donde la mente ya no aguanta, ya sea por el estrés, por guardarse tanto las cosas que ya te hacen mal, estoy hablando de algo más grande que malestares físicos o dolores corporales. 

Acaso saben lo difícil que es decirle NO a la mente? a ella que aunque no quieras debes oírla, que en ocasiones hace tanto barullo que te atormenta de una manera terriblemente cruel, cuando esa voz en tu cabeza te repite tan constantemente que nadie te necesita, que eres un estorbo, que a nadie le importas y que nadie te quiere, que esa voz seas tú? ...

Uno no tiene control de lo que sucede ahí, no se puede decidir que pensar y que no, cuando en esta ya se decidió que va a ocurrir no hay vuelta atrás. Ella no tiene conciencia sobre lo que te hace bien o mal solo reacciona a los hechos de tu vida, te enseña las consecuencias de tus decisiones, te muestra que pensar demasiado también te puede enfermar; y siempre esta ahí, esperando a un momento débil para atacarte con recuerdos tormentosos, te absorbe y consume, no te dejara en paz hasta que le hagas caso o ... dejes de oírla.

El día que esa parte de tu mente, ese pedazo malicioso toma el control considérate perdido. Es que cuando ella decide lastimosamente esa idea no sale y por lo general con el paso del tiempo va tornándose mas fuerte, los pensamientos negativos se apoderan lentamente de todo hasta que ya no ves luz en tus días. No te permite un momento de alegría porque siempre anda mostrándote que no eres merecedor de sonrisas o buenos momentos, te engaña con que todo esta mal, que nunca serás feliz plenamente por todos esos defectos que rondan en tu mente. Es tan envenenador ese pequeño pedazo de tristeza que tú pensaste no era nada y ahora se volvió tan grande que ya no sabes que hacer.

Te sientes tan sucio, tan despreciable que te aborreces; una persona tan mala que no puedes acudir a Dios. Ya no puedes, la vergüenza no te lo permite; el miedo, esa sensación amarga de que al tocar la iglesia todo esta mal, es como si sintieras que todos ahí te juzgan aunque no te conozcan. Sientes que todos saben lo que piensas, tus pecados están a la luz, no tienes lugar para Dios ahí. ¿Y ahora, que prosigue?.

Dolor, pena, angustia, todo se derrumba ante tus ojos. Tristeza, soledad, desasosiego, ya no tienes salida. Donde están aquellos que juraban amarte? No los veo. Acaso te encuentras solo?

Es tan gracioso pensar en todo eso, porque literalmente son cosas que ya no dejan mi mente. Me han perturbado por tanto tiempo que me volví enteramente de ellos.

¿Que más puede suceder? 


















Cartas De Una Mente IncomprendidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora