Capitulo 4

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Machu

Mientras estaba comiendo pasta, mi mamá llega con bolsas de comestibles y mi papá también.

—Hola mija, hola Emília, que bueno verte por aquí de nuevo,— dice mi mamá, poniendo las bolsas arriba de la mesa.

—Oye Señora Salas,  le quería preguntar si Machu puede pasar la noche en casa. ¿Que dice?— le pregunta Emília con ojos de cachorro.

—Por mí está bien, ¿Gabo?— pregunta mi mamá.

—Está bien, solo asegúrate que hace su tarea por favor, no quiero malas notas.

—Si no sacó malas notas.— le digo a mi papá.— Pero gracias, ya voy a empacar mis cosas para ir con Emilia.— puse mi plato en el fregadero y voy a mi cuarto y Emília me sigue. Ella se siente en mi cama.— ¿Donde nos vamos a ir?

—No sé, Claudio me dijo qué hay un club cerca, nos va a llamar para irnos

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—No sé, Claudio me dijo qué hay un club cerca, nos va a llamar para irnos.— me dice Emília.

—Extraño mucho a Claudio, ¿cómo está?— le pregunto. Claudio es nuestro mejor amigo, solo que a él le sacaron de escuela y sus padres lo han puesto en una escuela particular. Seguimos hablando y todo la onda.

—Él está bien, pero extraña tus bromas.— me dice Emília.

—Sí....soy la reina en eso.— le digo riéndome. Luego recordé de la camisa de León. Dejo mis cosas y voy al cuarto de limpieza, lo saco de la lavadora y lo cuelgo para que se seque. Luego voy en camino a mi cuarto cuando me chocó con León.— Mm....hola.— le digo.

—Hola Machu, quería ver mi camisa.— me dice León.

—Se está secando al aire. No quiero posibilidades que se encoge si lo pongo en la secadora. Bueno, ya me voy.— le digo y le doy un beso en la mejilla y subo a mi cuarto con una sonrisa y Emília lo nota.

—¿Te chocaste con el guapo ese?— me pregunta Emília pícara.

—Puede ser. ¿Nos podemos ir?— le pregunto.

—Obvio.— me dice Emília agarrando su mochila y saliendo de mi cuarto.

—Adiós mamá, adiós papá, nos vemos mañana.— me despido de ellos con un beso en la mejilla a ambos y salimos patinando hasta llegar a su casa.— La familia De Haro están bien con que tienen visitas, ¿verdad?— le pregunto.

—Sí, son chidos, la tarada de Antonia no mucho.— me dice Emília. Emília ha odiado Antonia desde que confundió a Emília por la nueva mucama a las 12 años.

—Güey, eso pasó hace 4 años, hazte una puente y supéralo.— le digo.

—Que pesada Eres.— dice Emília, abriendo la puerta. Cuando entramos, saludé a su madre y nos fuimos al cuarto de Emília.

—Tu cuarto es genial

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—Tu cuarto es genial. ¿Cuando vamos al club?— le pregunto a Emília.

—A las 8 de la noche, Claudio me llamará cuando está abajo y salimos de la ventana. Es algo súper fácil. Tenemos cuatro horas para escoger nuestra ropa de club.

—¿A cuál club vamos?

León

Estaba tomando una cerveza con Silverio en su cuarto

My Lion, nos vamos a ir a un club esta noche, se llama Fuego Eterno, súper padre, nos vamos.—me dice Silverio.

—Güey, ¿como vamos a ir a un club si tenemos que trabajar mañana?— le pregunto.

—No te preocupes, tú tranquilo, yo nervioso. Tomes un montón de café antes de trabajar con mi padre y todo listo. Además, tú no te emborrachas muy fácilmente. Nos vamos como a las 7 así que saca tu ropa porque no quieres ir a un club con un traje puesto.— me dice Silverio, tirándome su ropa a la cara.

Machu

Ya han pasado 4 horas. Me duché, me peiné, me vestí y me vi en el espejo.

 Me duché, me peiné, me vestí y me vi en el espejo

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—Machu, te ves súper bien.— me dice Emília.

—La tuya también te queda muy bien

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—La tuya también te queda muy bien.— luego oímos pierdas pegando la ventana. Emília se asoma y es Claudio.

 Emília se asoma y es Claudio

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—Güey, existen los celulares.— le digo.

—Sí güey, ¿no que me ibas a llamar?— le reclama Emilia.

—Se quedó sin pila, ¿se van a bajar o que?— nos pregunta Claudio. Primero sale Emília, la ventana es un poco elevada entonces Claudio la ayuda y luego sigo yo.— Vamos, mi chófer nos está esperando.— nos dices Claudio y nos vamos.

—¿A donde vamos?

—Al club Fuego Eterno.

Amor Prohibido (HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora