Estas embarazado...
Vas a tener un hijo...de Tony...
Un hijo...
Las palabras de Bruce hacían eco en su cabeza, se sentía mareado y exaltado, le costaba entender lo que su compañero de equipo le acababa de decir, eso no era posible, ¿o sí?
Claro que sí, las palabras de un gran amigo doctor resonaron en su mente como un recuerdo fugaz, doloroso y revelador.
La noche antes de la fecha prevista para llevar a cabo la transformación, Steve recibió la visita del doctor Erskine.
Luego de unas recomendaciones y un brindis muy extraño, tocaron temas tabú para esa época.
— Cuando te reclute...— comenzó el mayor— sabía muy bien que eras un Omega— se sirvió otro trago y lo bebió de golpe— y si guarde tu secreto, y engañe a mis superiores al decirles que eres un Alfa con una enfermedad que no existe, fue solo por una razón.
— ¿Cuál?— preguntó con timidez, desde que fue reclutado, no desde hace ya casi 10 años, que ocultaba su naturaleza. Un Omega era algo sin valor más que para parir cuántos hijos quiera un Alfa.
— Creo que las personas tienen derecho a escoger sobre sus vidas, sobre sus sentimientos y sobre su cuerpo, sin importar de que casta sean.
— Dudo que algo así sea posible— murmuró melancólico.
— Quién sabe, tal vez algún día sea posible...— soltó como un comentario cualquiera— mírate, nadie creería que un Omega puede estar en el ejército.
— Solo porque no saben que hay uno.
— Bueno, eso es lo de menos. Ahora, yo te di la oportunidad de enlistarte, pero no solo por tu espíritu, creo que también lo hice para salvarte de esto— de la manga de su abrigo saco una jeringa que contenía un líquido fucsia. Al verla Steve bajo la mirada.
— ¿Cómo lo supo?
— No me importa cómo llegaste a esto— dejó el artefacto sobre la mesa— me importa que harás de ahora en adelante. Las personas que crearon esto, sé que no lo hicieron con malas intenciones, pero se está volviendo algo muy dañino. Casi te deja estéril.
— No es algo de lo quedaba preocuparme, ya lo era desde antes.
— Steve, déjame recordarte, el suero mejorará tu salud, tu estado físico, serás el Alfa que todos esperan. Mas eso no te hará uno, eres un Omega y lo seguirás siendo. Tú podrás decidir , después de esta guerra, como vivir, si quieres seguir engañandote o si quieres formar tu propia familia. Es lo que te ofrezco, ser un Omega o un Alfa— sonrió con ternura, había empezado a quererlo como un hijo, él, un alfa sin olfato que había cometido muchos errores en su vida, sabía que ese pequeño y testarudo Omega era su redención.
— Te doy la libertad de elegir...
— Steve... Steve...— la voz de Bruce lo trajo de vuelta a la realidad.
— Lo lamento...— murmuró bajo sosteniendo su cabeza entre su manos, seguía mareado.
— Por favor no te desmayes!!— pidió el galeno asustando al rubio.
— E-esta bien...
— Lo lamento, es que ya me cansé de atender desmayados...— comento refiriéndose al castaño dueño de la torre.
Ambos rieron, Steve imaginando de quién podría tratarse y Bruce recordando.
— ¿Qué harás ahora?
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¿Omega o Alfa?
FanfictionSteve y Tony llevan un par de meses en una relación prohibida: una relación entre Alfas. Detalle que a ninguno le molesta pues es una relación a base de placer y nada más. Todo iba bien hasta que el genio descubre el mayor secreto del rubio: que est...