14- Boo!

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Leila
Habia llegado el gran día, la fiesta. Salimos del colegio y experimenté un ligero escalofrío por la intensa emoción.

Me sentía bastante alegre, todos mis amigos estábamos invitados, era de disfraces y simplemente tenía una gran corazonada de que iba ser épico.

Decidimos ir a la casa de Anna, trajimos todo lo necesario y nos fuimos cambiando.

Para hacer que fuera más divertido y misterioso, cada uno se fue cambiando en un cuarto para que nadie supiera que se había puesto.

Cuando hubiera terminado, sale como una modelo que abre la pasarela, como un tigre, para mostrar sus garras y exhibir su belleza.

El primero en revelarse fue Erik, el cual causó gran controversia y sorpresa, debido a que iba semidesnudo, solo portaba un short, unos tennis, una cachucha y una mochila.

- Chicas, lógica! Soy un escalador sexy.

Todas nos reímos y aplaudimos. La siguiente en salir fue Mariana, la cual se había disfrazado de la legendaria princesa Leia.

Lucía radiante, parecía la princesa Leia en su juventud, simplemente radiante.

Le siguió Sarah la cual quería honrar a la maravillosa canción: La Vie en Rose.

Nunca la había visto  tan hermosa y arreglada; portaba un gran mono de color fucsia que le lucia genial, unos aretes plateados, una camisa rosada que le quedaba deslumbrante, su pelo destacaba por hallarse bien arreglado y llevaba la cantidad correcta de maquillaje.

Seguía yo, bastante simple pero era un disfraz después de todo. Vestí como si estuviera de luto, mi ropa era toda negra, menos mis monstruosos zapatos, portaba una delicada peluca y unas excéntricas gafas.

Modelé un poco y me senté con los demás.

Por último pero no menos importante, vino Anna, se distinguió por su refinado estilo e impecable maquillaje.

Era como si un robot y una modelo exageradamente bella hubieran concebido un bebé, era la ejemplificación perfecta.

Anna era una chica deslumbrante que sabía sacarle provecho a su hermosura.

Bajamos y nos encontramos a una Maddie totalmente diferente y considerablemente sexy.

Era una especie de payaso el triple de bello y sensual, su vestimenta era sin duda la mejor de todas, y el maquillaje era absurdo. Nos miró sonriente, sabiendo que la estábamos halagando mentalmente.

Seguramente deberán estar preguntándose. ¿Y cómo demonios convenciste a tus padres para que la dejaran ir a la fiesta?

Bueno, no fue una tarea fácil, toda la semana fui una  hija ejemplar.

Lavé todos los platos cada noche, me ofrecía para hacer el desayuno, ayudar a nuestra vecina a hacer mercado y sacar al perro, regresar a casa temprano, nunca utilicé el celular, lavé y doble mi ropa etc...

Mis padres al ver cúanto me estaba esforzando, decidieron darme la oportunidad de ir a la fiesta, además, Maddie iba a estar conmigo.

Los 7 fuimos caminando, la fiesta era en la casa de un chico de último año que Maddie conocía bastante bien.

Yo en particular me sentía bastante estremecida ya que nunca había estado en una fiesta de tal grado de exclusividad y energía.

Me sentía conforme con el disfraz que llevaba puesto, asimismo me encontraba sumamente segura, lista para ser la reina de la fiesta.

Se podían oír de lejos la música y las voces enérgicas de los jóvenes emocionados bailando.

Al entrar a la casa, todos nos estaban mirando, Maddie miraba a todos los hombres de forma seductora, mientras que a ellos se les caía la baba.

Una playa en Francia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora