Prólogo

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¡Hola!
Entre las modificaciones que hice a la historia fue agregar prólogo de la serie y de la historia, no sabía cómo publicarlos, así que como son cortitos lo haré dos en uno.

Espero les gusten, no olviden votar y comentar así como seguirme en mis redes sociales AleBPena y AlePenaEscritorr

*****

La magia del amor

David

Me encuentro con Bruno, mi primo, Dereck, su mejor amigo, y Mónica en el jardín de la casa de mis padres o como les gusta llamarla, la casa familiar. Tenemos una especie de fiesta privada, estamos celebrando que Mónica por fin terminó la carrera de derecho.
Como ya mencioné Bruno es mi primo, por obvias razones nos conocemos de toda la vida, además como nuestros padres son muy unidos somos como hermanos teniendo padres diferentes. Mi papá, Víctor Sanders y Bruno Sanders, el papa de mi primo ―sí mi tío fue tan cursi como para ponerle su nombre a su hijo―, son hermanos, mi mamá Virginia y mi tía Penélope, no tienen ningún lazo sanguíneo, ni se conocen de antes de casarse con su respectivo esposo, pero se llevan tan bien que a vista de cualquiera podrían ser hermanas o primas.
Hablar sobre Bruno es más complicado de lo que parece, es buena gente, pero cuando lo conoces parece que es el peor de los idiotas, incluso cualquiera podría asegurar que le pagan por serlo. Mi primo y yo somos como agua y aceite en algunos aspectos, y en otros somos tan parecidos.
Por ejemplo, a Bruno le encanta todo lo relacionado con la empresa familiar, para él, el futuro no va más allá de hacerse cargo de esta, cosa que le agradezco, ya que, para mí es todo lo contrario. No logro entender como a él, mi papá y mi tío, les puede apasionar tanto algo que a mí me aburre. Sin embargo, soy bien correspondido porque ellos tampoco entienden como toda mi vida laboral es escribir.
Aunque, no porque no me comprendan quiere decir que no me apoyen, bueno, mi padre lo hace más por obligación que por gusto. En dos semanas publico mi primer libro, y fue gracias a un contacto de mi padre que lo haré con una editorial importante, pero quién lo obligó a hacerlo fue mi madre.
A Dereck lo conocimos cuando él y Bruno iniciaron la carrera, nos cayó bien a pesar de ser un lento y lo agregamos a la familia de inmediato, en estos momentos el empieza a trabajar en la empresa de mi padre y mi tío. Debo confesar que eso es un poco gracias a Bruno, pero no tiene demasiada importancia.
Después conocimos a Mónica, bueno, eso fue gracias a Dereck, aunque ella tardó más en aceptarnos, sobre todo a mi primo, como ya mencioné con anterioridad Bruno puede ser un imbécil cuando se lo propone y hacer que el mundo entero lo odie.
En este instante Dereck y Mónica están demostrándose su amor con arrumacos y besos en el camastro que esta a la orilla de la alberca, mi primo tiene una cubeta en mano y estoy seguro de lo que hará. Llena la cubeta con agua de la alberca y se dirige sigiloso a donde se encuentra la pareja, lo veo levantar la cubeta.
―¡Dejen de estar de calientes! ―agrega al mismo tiempo que les voltea el agua encima. Por más que lo intento no puedo evitar reírme.
―¡Idiota! ―refunfuña Dereck.
―Aún sigo sin entender que no hayas madurado. ―gruñe Mónica a Bruno. La rubia tiene un serio problema con mi primo, siempre que puede le recuerda que ya no es un niño, al parecer es por alguna broma que hizo él cuando se conocieron y a ella no le causó mucha gracia.
―Mónica tiene razón, debes madurar. ―intervengo con sarcasmo.
―Mira quién lo dice.
―No sé cual de los dos es más infantil. ―refunfuña de nuevo, dirigiéndonos una mirada asesina.
―Mon, tranquila, no gastes tus energías con estos dos, llegara el día en los dos se enamoren sabrán lo que es bueno. ―agrega Dereck.
―Eso sí que es muy divertido. ―indico entre risas.
―Imposible de que suceda. ―secunda mi primo.
―¡Cínico! ―grita Mónica viéndome a los ojos.
―Oye, oye. Él que te hizo enojar está allá. ―señalo a Bruno. Dereck le coloca una toalla a la espalda a Mónica, antes de abrazarla por la cintura, retira su cabello de la cara y se acerca a su oído, estoy seguro de que le dijo alguna cursilería, pero eso no importa, lo importante es que es una excelente escena para replicar en alguna de mis novelas.
―Sí, pero tú eres el que escribes novelas románticas. ―enfatiza en la última palabra.
Es cierto, se me olvido aclarar que soy escritor de romance, y no creo en el amor. Ya sé, ya sé, soy un cínico. Bueno, para ser exactos no es que no crea 100% en el amor, de alguna forma supongo que lo hago, es decir, mis papás están enamorados, viven felices y podría decir que cada día se aman más, pero no a todos le sucede así. La propia Mónica es testigo de ellos, sus padres no tenían una relación idílica, pero tampoco soy tan imbécil como para recordárselo, cuando sé el daño que eso le ha causado.
―Tal vez, algún día con ayuda de la magia crea en el amor, y reconozca que existe. ―respondo sardónico, evito añadir que la magia no existe, por lo que es poco viable que eso suceda.
―Haberlo dicho antes. ―agrega Dereck. Mónica pone los ojos en blanco―. Mañana mismo busco una médium para que te haga el favorcito.
―Si crees que va a funcionar. ―lo reto.
―A diferencia de David, yo sí creo que el amor existe, solo falta una morena que me hechice con la mirada y me seduzca con sus labios para que caiga rendido a sus pies.
―El problema contigo no es que una mujer te seduzca ―sentencia Mon―. Sino las otras diez que estarán atrás haciendo fila para tomar su turno. ―finaliza. Es cierto, de los tres mi primo es el que más mujeres tiene delirando por él.
―¿Qué puedo decir? Soy la debilidad de las mujeres. ―responde egocéntrico.
―No te preocupes ―añade Dereck, acariciando la mejilla de su novia―. Estos dos terminaran más perdidos de lo que yo estoy por ti, te lo prometo. ―sentencia antes de besarla.
Y sí, ahí tengo otra escena para una de mis novelas. 

Mi Loca Encantadora [Borrador Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora