Realidades

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David

Estas semanas han sido terribles, no para mí, bueno sí. Julieta ha estado muy ocupada con la organización de la boda, y eso nos deja muy poco tiempo para vernos, en dos semanas nos hemos visto dos veces, para peor los fines de semana fue a visitar a sus padres a Río Frio. Quise acompañarla, pero ella dijo que no era buena idea ya que no les había hablado de mí. Eso es lo que más mal me sentó, que ni siquiera haya mencionado que está saliendo conmigo. Lo sé, es ridículo porque yo tampoco se lo he comentado a mi familia por obvias razones, pero el que ella no lo hiciera no me gusta.

Si no nos hemos visto poco, hablar ha sido imposible, así que sí, continúo mintiéndole a Julieta. Hoy quiero llevar a Julieta a pasear por la ciudad en Moto. Aprovechando que mañana le entregan a Chicle, la acompañaré por él, y después la invitaré a desayunar y ahí le diré la verdad. Sé que la idea de hacerlo en un lugar público es terrible y se parece mucho a lo que hizo su ex, pero siempre que estamos en la intimidad de su departamento y quiero decirle ocurren cosas o termino distrayéndome con su cuerpo, por eso opté por hacerlo en otro lugar.

Mientras llega la hora para ir por Julieta, comeré con Dereck y Bruno en un restaurante, por lo regular esta reunión sería en la noche de no ser porque yo estaré con Julieta, y Bruno con Elena. Eso es lo que creo, ya que, mi primo no habla mucho de su relación con ella, no sabemos si han regresado oficialmente o no. Al entrar al restaurante los visualizo.

―¿Qué hay? ―saludo. Bruno está tomando coñac, y Dereck whiskey. Hoy solo tengo ganas de un refresco.

―David, a últimas fechas parece un verdadero milagro encontrarte. ―ironiza Dereck.

―¡Tan simpático, abogado! ¡¿Dónde dejaste a Mónica? ―cuestiono en respuesta.

―La llevó a su casa para que el novio pase por ella. ―interviene Bruno.

―¡Imbécil! ―gruñe mi amigo, dirigiéndose a mi primo― Para tu interés Mónica está muy bien, le haré saber que preguntaste por ella la próxima vez que la vea.

―Eres ridículo, Dereck. ―añade Bruno. Mi primo cree que el abogado es un idiota por conformarse con ser el amigo de Mónica, cuando podrían retomar su relación. Al principio estaba de acuerdo con él, ahora no sé... creo que hasta entiendo la decisión de mi amigo, mejor ser un amigo y estar cerca de ella, que no tener nada y lejos de la persona que amas.

―Prefiero ser un ridículo, a estar con medias tintas, hoy como que estamos juntos y mañana quién sabe.

―Es diferente, idiota ―defiende Bruno―. Lo que ocurrió con Elena no se puede comparar con tu metida de pata con Mónica.

―Momento. ¿Conoces a Elena? ―cuestiono a Dereck. Él asiente―. ¿Desde cuándo? ―indago. Es sorprendente que D la conozca, cuando si no es porque Julieta aparece en mi vida, nunca hubiera sabido de ella.

―Hace como año y medio. ―contesta. Volteo para ver a Bruno de forma recriminatoria.

―¿Qué? ―Mi primo finge inocencia.

―Yo ni siquiera sabía que existía hasta hace unas semanas atrás. ¡Se supone que soy tu primo!

―Hay una razón por la que no podías saberlo. ―añade.

―¿Y es?

―Cuando la conocí tenías una lapa. Sharon, ¿la recuerdas? ―explica.

―¿Y por qué es un problema que estuviera con ella?

―No ibas a ningún lado sin ella, y ella al saber que yo estaría presente siempre llevaba a Cindy. ―explica. Es cierto, Cindy siempre quiso algo más con él, aunque Bruno nunca la tomó en cuenta. De hecho, asumo que por eso Sharon no protestó en que mi primo fuera el padrino, ya que su amiga será la dama de compañía.

Mi Loca Encantadora [Borrador Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora