Capítulo 22

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- ¿A qué vine realmente?.- Shizuka se lanzó a la cama del hotel y miraba el techo.
- A cerrar la herida y para hacerlo hay dos opciones Shi-zu-ka.- Takumi llegó de la nada mientras miraba su celular.
- ¿Ah?
- Tú sabes perfectamente a qué me refiero, ¿Cuánto tiempo llevan así? Ninguna ha olvidado, siguen con la espina clavada y no se la podrán quitar hasta que sea una unión o un hasta nunca.
- Es complicado ¿sabes? Con Atsuko viví muchas cosas en una etapa muy importante de mi vida.
- Y ahí ambas deben decidir si continuar o que sea un bello y simple recuerdo, ya es hora.
- No sé, no sé... ¡No sé Takumi! El amor es una catástrofe y... es hermoso también, pero tengo tanta presión, de la sociedad y de mi madre sobre todo.
- Shizuka, mira dónde estamos, es hora que la gente acepte distintas orientaciones, el amor es amor y ya, lo importante es que sea un relación sana. Respecto a tu madre... escucha, es hora de que hagas lo que tu desees, vive tus sueños no el de los demás.
- Lo sé... Takumi, eres un idiota pero cuando la situación lo amerita eres muy comprensivo y maduro, te quiero mucho.
- Yo igual te quiero.

Los dos se dieron un gran abrazo y Shizuka empezaba a llorar, estaba tan confundida, sentía mucha presión y no sabía realmente qué hacer con su vida ¿por qué tenía que crecer? ¿por qué no podía ser pequeña de nuevo donde su máximo problema era terminar de pintar trabajos y aprender a leer. Estaba cansada, luego tendría que volver, quizás, o ¿se quedará? ¿Qué debía hacer? El futuro era incierto.
- Te tengo una propuesta.- Takumi se separó de Shizuka y ella limpiaba sus lágrimas.
- ¿Qué cosa Takumi?
- Salgamos, ponte bonita y olvida un rato las tristezas.
- No lo sé... no estoy muy animada.
- ¡Vamos! Te vas a despejar y veremos nuestro lindo país.
- Bueno, vamos.
- Esa es mi Shizuka, voy a cambiar mi ropa, no tardo y tu tampoco, no quiero esperarte dos horas.
- Ya ya, no demoro.

La joven japonesa fue al baño de la habitación y se miró al espejo, tenía los ojos un poco hinchados y las mejillas rojas, decidió lavarse su cara con agua fría y ponerse algo de maquillaje para verse radiante. Se cambió la ropa y peinó su cabello.

- ¿Lista?
- Más que lista.- Shizuka sonrió.
- ¡Vamos entonces!

Ambos se dirigieron al ascensor y llegaron a la recepción del hotel. Takumi estaba muy emocionado porque por ahora el plan estaba saliendo bien, después de unos días al fin Hayate logró que Atsuko saliera de su casa, las juntarían y por fin arreglaría definitivamente todo, luego de años sabremos el final de esta historia, van a quitarse la espina, se van a sincerar, verán que no cumplieron sus promesas y con eso tomarán la decisión.

- ¿A dónde iremos Takumi?
- Ah... em ¿por un helado? ¿Qué te apetece comer?
- No sé realmente, no he estado comiendo bien estos días.
- Si, mejor vamos por algo más contundente.
En eso el celular de Takumi empezó a recibir mensajes.
-¿Dónde están? Llegamos hace como veinte minutos- Era Hayate quejándose.
- Ya vamos, estamos al otro lado de la calle, no te alteres.
- Atsuko se pone insoportable cuando tiene hambre y no puedo tardar más el pedido para que coman juntas.
- Pide algo calientito para Shizuka, llego con ella y nos vamos a rezar para que armen una escena de telenovela.
- Hecho.

Ambos entraron al restaurante y ahí estaban Atsuko con Hayate hablando, el chico al percatarse de la presencia de Takumi finge ir al baño para concretar su plan.

- Oh mira Shizuka, siéntate ahí mientras yo voy al baño.- Tomó rápidamente a la chica de la mano y la sentó al frente de Atsuko.
- ¡Espera Takumi!
- Adiós, las necesidades primero.

Shizuka quedó congelada, no sabía que decir, Atsuko todavía no se percataba de su presencia porque estaba mirando el celular.

- H-hola...- Pronunció en un tono muy bajo. La otra chica reaccionó rápidamente y levantó su cabeza.
- Shizuka...
- Pasó tiempo, otra vez.
- Si, supongo que es tiempo de hablar.

Un largo e incómodo silencio se produjo entre ambas que fue interrumpido por el mesero que llegó con las órdenes, obviamente quedó extrañado por la presencia de Shizuka y que el otro chico no estuviera pero no debía meterse.

- ¿Qué sientes por mi Shizuka?.- Atsuko paró de comer y la miró fijamente.
-  Te extraño, extraño lo que sentía estando contigo pero me llena de inseguridad todo esto.
- Si me extrañaste ¿por qué no me contestabas los mensajes? ¿Tú crees que estuve bien todo este tiempo? Nunca terminamos, ambas quedamos con la maldita esperanza de estar juntas.
- ¿Tu crees que mi madre me deja ser y ya? Mi madre tiene la homofobia a flor de piel, no me podía contactar contigo hasta que se relajó y olvidó la idea.
- Si realmente hubieses querido mantener esto te hubieses esforzado
- ¿Es mi culpa solamente? Tu buscaste a otra chica, esa pobre niña se debe sentir usada, la dejaste de lado como si nada porque llegué y eso no corresponde, esa no es la Atsuko que conocí, esa chica que se preocupaba por el sentir de los demás, la ilusionaste.
- Me equivoqué ¿si? Me sentía sola, el amor fraternal que te pueden brindar tus amigos o familia no es lo mismo que el de tu pareja, me sentía sola y además ¿Qué se yo si tú no estuviste en algo?.- Shizuka no dijo nada.
- Quien calla, otorga.
- No fue una relación en si.
- Y a mi que. Era algo que iba a pasar pero éramos inmaduras e ingenuas para darnos cuenta, ¿Qué nos queda? Hemos perdido mucho tiempo, la vida no es eterna.
- Aprovechemos lo que me queda aquí, aclaremos nuestros sentimientos, ya no sigamos peleando, Atsuko, disfruta conmigo el día y olvidemos nuestros problemas.
- Volvamos a nuestros dieciséis Shizuka, te defenderé de quien sea por hoy... o quizás hasta cuando.- Atsuko tomó la mano de Shizuka como la primera vez.
- Gracias...

Las chicas siguieron comiendo y pagaron, olvidaron completamente cómo llegaron ahí y quienes fueron los genios de este plan. Las dos iban en silencio y se miraban a veces y sonreían, luego de un rato no paraban de hablar y reían se sentían pequeñas sin problemas, libres en paz.

- Toma mi mano para cruzar, por precaución obviamente.- Atsuko miró a su derecha.
- Tú y tus tácticas de seducción.
- Ya toma mi mano.- Shizuka obedeció sin problemas.

Como siempre, por obra del destino, llegaron a ese parque donde pasaron tantas cosas juntas como el día en que Shizuka lloraba desconsoladamente con Daichi. Atsuko la guió y se puso al frente de ella sujetando sus mejillas.
- Realmente extrañaba esto.
- ¿Venir al parque conmigo?
- Otra cosa, mira.- Atsuko sin dejar contestar a Shizuka la besó.

Cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia.

Wena wena mis lectores ¿cómo están? Ha pasado tiempo jijiji♡
Ya le queda poco a esta fic que empecé hace tanto y he crecido con ella KSNDKSNSK me da nostalgia pero estoy satisfecha con ella y me siento feliz de que la lean y se entretengan.
Pasando a otro punto, no planeo monetizarla, será gratis como siempre porque yo escribo por gusto, no soy escritora profesional y tampoco está en mis planes♡♡♡
Los/as quiero profundamente y gracias por seguir hasta ahora conmigo.
No sé si en un futuro escriba otra, quién  sabe
Gracias por leer, votar y comentar
♡♡♡♡

Fronteras entrelazadas [Yuri] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora