아홉

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Jimin se posicionó frente al miembro gordo y erecto de su pareja, y lo vio con cierta faz de nervios, y por más que se quería mostrar sexy, lujurioso, y sediento, tenía muchos miedos e inseguridades que llenaban su cuerpo en cuestión de segundos, tal cual ese sentmiento corriera por sus venas, esparciendo por todo su cuerpo.

Y el castaño pudo notarlo, sonrió tierno y levantó a Jimin, enrollando sus  brazos, estrujandolo a su cuerpo, su mentón reposaba sobre el blanquecino y cremoso hombro del rubio. Mientras que tiernamente, este le correspondía.

-Be..

-No tienes que hacerlo.- Sostuvo las mejillas de Jimin, acunando.

Pero Jimin quería, quería demostrarle que ya no era el mismo nervioso chico de su primera vez...

Jungkook y Jimin celebraban su primer año juntos.

Jungkook llevó a Jimin a un bello restaurante de comida deliciosa. Quería que Jimin se sintiera especial esa noche.

Al llegar frente a la casa del rubio, toco la puerta y estuvo a la espera de su, en ese entonces, bebé de porcelana.

Sintió sus pisadas mas sonoras mientras más se acercaba, hasta que percibió la puerta ser abierta viendo a un rubio que le hizo caer la mandíbula al piso.

Belleza desbordada de sus poros, una camisa con diseños de rombos azul que ajustaba perfecto su cuerpo, la bella y pequeña cintura que se cargaba.

Unos pantalones negros de vestir, no sabía que había hecho el rubio para que su trasero se viera más grande de lo normal.

Y su precioso cabello rubio brillaba, tenía un look desordenado, y le encantaba.

¿Ya dijo que lo mas bello de ese hombre era esa hermosa sonrisa que se trae? La forma en que sus ojos se cierran y su sonrisa blanquecina brillaba era única.

Jungkook entró a la casa con un ramo de rosas decoradas con lazos de cintas acuáticas, y un aroma exquisito, se las entregó al rubio el cual sonreía de lado a lado. Optó por dejar las rosas en la mesita de al lado. Tomó el rostro de su novio y lo acercó rápido a sus labios, el castaño hacía posesión de su cintura y el procedió con juguetear con el cabello del castaño, a la par que lo presionaba mas hacía él, indicándole que necesitaba  más del beso.

Jungkook empujó sus lengua contra el labio superior del rubio, el cual abrió su boca dando permiso a la deliciosa lengua del castaño.

Jungkook sentía el sabor fresco se la cavidad bucal de su novio, era tan placentero, sus gruesos y rechonchos labios. Lo traía loco.

Ambos se separaron aún teniendo plasmada una sonrisa en sus labios.

El castaño re lamió sus labios. -¿Nos vamos mi rey?- Preguntó con cierto toque de emoción. A lo que Jimin dejó un tierno besito en su mejilla, puso su mentón en el hombro de Kook y asintió tiernamente.

.   .   .

Llegaron al restaurante, lo primero que hizo Jungkook fue retroceder educadamente la silla de su novio, para luego acercar esta con el rubio ya sentado, luego, tomo asiento él.

Conversando de sus días que no se veían, riendo, hablando de anécdotas.

Era el mejor día de su vida.

Badabun 국민 KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora