Badabun 국민 Kookmin

스물

-¿Tu de verdad crees que Yoongi diga algo?- Preguntó inseguro.

-Confió en que el no dirá nada, y si lo hace... es consiente de que habrá perdido mi amistad por completo.- Respondió el rubio, mientras veía a través de su computadora, algunas fotos de recuerdo tomadas por los profesores, sus padres, y para la nueva lista estudiantil.

Jungkook revisaba su celular, viendo algunas que otras cosas, sin embargo, minutos pasaban, y el aburrimiento empezaba a gobernar. Cada lapso de tiempo miraba la concentración pura de su novio mirando sus fotos, esperando un poco de atención, la cual, seguía sin recibir.

-Jimin.- Llamó, a lo que el contrario alzó sus cejas, sin quitar la mirada de su pantalla, haciendo seña de que supuestamente lo escuchaba. Olvidó que eso es lo que más odiaba Jungkook. -Park.-

-¿Qué cosa?- Respondió irritado, y fue suficiente para incomodar al castaño.

-¿Puedes aun que sea mirarme por un segundo? Mañana estoy regresando a mi infierno y sigues ahí, ignorando.- Cada palabra aumentaba su volumen de voz, haciendo que por fin, la atención de Jimin fue lograda.

Jimin volteó su silla y vio como Jungkook buscaba sus zapatos para salir de la habitación, al encontrarlos, de dirigió a la  puerta, pero fue parado en seco por su pequeño rubio.

Jimin se paró frente a la puerta, pero dando su mirada a su pareja, mientras le miraba divertido.

-¿Estás molesto?- Preguntó claro, era obvia la respuesta, sin embargo el tenía unos planes.

-Sí, ahora dame permiso.- Jungkook intentó tomar la manija de la puerta, pero fue tomada por el contrario, y su mano cayó sobre la del rubio.

-¿Y si no quiero?- Su tono socarrón estresaba  tanto como fascinaba al castaño.

-Ji...

Y Jungkook no le dio tiempo de nada, ya que tenía los esponjosos labios ajenos sobre los suyos, dando leves roces, que fueron intensificando  en pequeño tiempo, volviendo aquel beso, bañado en lujuria y deseo apasionado. Inconscientemente, Jungkook sujetó firme el trasero del rubio, y lo levantó, de tal manera que sus piernas se enrollaron en sus caderas y empotró a Jimin contra la puerta.

Jimin soltó un leve gemido al sentir el miembro de su pareja hacer fricción con el suyo.

-Jimin... y-yo- Y el castaño no pudo terminar su frase, ya que el pequeño bajo de su agarre, y lo fue empujando lentamente hacia la cama. -Jimin.. ¿q-que haces?-

Mientras que Jimin estaba en otro mundo, en otra galaxia.

La galaxia que tenían los ojos café de su amado.

A el no le importó ni en lo más mínimo la pregunta de Jungkook, y simplemente se quitó, botón por botón, la camisa de color azulino que llevaba puesta. Y al castaño lo dejo sin palabras e impactado por lo que estaba haciendo, pero poco le importaba.

-Jimin.- Llamó firme el castaño, a lo que al rubio no le quedó de otra que parar sus mañosas manos y mirarlo fijamente.

-¿Qué sucede?- Contesto un poco frustrado, estaba empezando a calentarse por la situación.

-Mi amor, ¿estás seguro?-

Al castaño no le incomodaba la situación, es más, comenzaba a ponerse lujurioso, sin embargo, para él, el cuerpo de su tierno amante era especial, le gustaba tocarlo en las partes correctas, para hacerle sentir bien al contrario, además, era extraña la actitud de Jimin, él nunca se entregaba así por así.

Luego de aquella pregunta, Jimin recordó la conversación que tuvo con su amigo, el peli menta.

-O sea, Jungkook te tiene de amante, pero el jura que tu eres su único amor, ¿es así?- Mencionó Yoongi.