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Taehyung marcó el número de Hoseok, e intranquilamente caminaba por la habitación, estando ya listo para dirigirse a las oficinas de badabun.

-¿Tae?- Contestó el contrario a su línea.

-Hoseokie, necesito que me acompañes a Badabun, por favor.- Pidió amablamente, a lo que Hoseok inmediatamente colgó la llamada.

Y en cuestión de aproximadamente quince minutos, el castaño estaba frente a su puerta, tocando el timbre.

Taehyung metió su celular a su mochila y corrió para abrir la puerta.

-¿Nos vamos?- Sonrió.

-Rápido, por favor.- Cerró la puerta estando afuera, echando seguro para evitar robos y ambos amigos fueron a como destino, las oficinas de Badabun.

.   .   .

El rubio sintió la luz del sol estampar contra su rostro, haciéndolo despertar al instante, debido a lo molesto que resultaba.

Pero no pudo visualizar a su bello castaño a su lado.

-¿Amor?- Llamó fuerte, para ver si seguía aún en la casa.

-Estoy en el baño, ya salgo.- Respondió Jungkook.

Jimin había dormido solo en bóxers, encima de su novio, ¿En qué momento el mencionado se levantó? ¿Y por qué no lo sintió? Si que dormía profundo.

En lo que se levantaba y se ponía su bata, sintió la puerta de su habitación abrirse, dejando ver a Jungkook solo puesta su camisa desabotonada y su pantalón de vestir sin cerrar, entraba mientras secaba su cabello.

Jimin mordió su labio inferior al verlo entrar de esa manera tan caliente, necesitaba que esa camisa desapareciera de su campo visual.

-A-amor, tu camisa esta sin planchar.- Se levantó de su cama para pararse justo atrás del castaño.

-¿Así? Que raro, pensé que de mi casa, había salido planchada.- Respondió con una leve sonrisa en su rostro.

Causando un sonrojo en Jimin.

-Tal vez en el viaje se arrugó, déjame ayudarte con eso, yo la plancho.- Jimin sigilosamente poso sus manos en las tetillas de Jungkook, mientras daba discretos masajes a su torso y pecho.

Y ahí Jungkook se dio cuenta de las intenciones del pequeño rubio, y solo rió por eso.

Posó sus manos sobre las de Jimin, mientras el rubio seguía dando esos calientes masajes.

-Voy a arrugar todas mis camisas, hermoso.- Jungkook echó su cabeza hacia atrás por los certeros toques.

Jimin dejo un beso húmedo en el cuello de Jungkook, succionandolo, y mordisqueando.

Dejando un notorio chupón en su cuello.

-Quiero verte lidiar con eso.- Jimin se alejo y se empezó a reír fuertemente a lo que Jungkook volteó y le dio una fuerte nalgada,

Jimin seguía riéndose.

-¿No ibas a planchar mi camisa?- Preguntó socarrón.

Badabun 국민 KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora