열한

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Hoseok no podía más de la furia, tenía a su amado pelirrojo entre sus brazos, recostado en su pecho mientras el le abrazaba, y el pelirrojo, no paraba de llorar.

-H-Hobi tengo mucho... mucho...- Era inaudible las palabras de Taehyung, cada vez que hablaba cierto hipo se presentaba y lloriqueos fuertes le inundaban.

-No hables bebé... solo llora, te hará bien.- Hoseok solo percibió un llanto más fuerte y un acercamiento mucho más fortalecido de parte del pelirrojo.

Pero el tono de llamada de Taehyung, retumbó en los oídos de ambos personajes presentes. Era el celular de Taehyung.

Era el señor Jeon HyukNim el que le llamaba. El padre de Jungkook.

-Hoseok, e-es mi... mi s-suegro.- Aún le costaba hablar.

-Primero relajate, ve a lavarte tu carita y respira. Luego le devuelves la llamada, no creo que le cause molestia eso.-

En parte tenía razón, pero prefirió empezar dicho plan, para evitar larga espera al señor Jeon.

Corrió al baño y se encerró unos minutos. La llamada a ese entonces ya había sido cortada.

.   .   .

Jimin tenía un mal presentimiento, y eso le atormentada. A veces le daba cierta curiosidad saber por qué el castaño no dejaba de una buena vez por todas a su novio. No le costaba nada.

Y para intensificar su duda e incrementar su impresión. Jungkook entró a la casa, acercándose a él y plantó un casto beso en sus labios.

-Nadie noto tremenda marca en mi cuello, por suerte.- Jungkook se encontraba des amarrado su corbata y a la par que se quitaba sus zapatos. 

-Que bien.- Jimin estaba a punto de irse a su habitación, pero al mismo tiempo Jungkook sostuvo su cadera, para darle un abrazo por atrás.

-¿Pasa algo bebé?- Dejo besos en el cuello del rubio. Pero algo se rompió dentro de él cuando Jimin alejó bruscamente sus manos de su cuerpo.

-Tengo que pensar algunas cosas Jungkook. Vete de acá.-

Jimin era muy impulsivo, no pensaba bien las cosas antes de hacerlas, pero quererlo botar de la casa ya era algo que el castaño no podía pasar por alto.

-Oye ¿Qué te pasa?- Se impuso frente a él con el ceño fruncido.

-¡Ya te dije! Quiero pensar las cosas.- Intentó seguir su camino, pero volvió a ser interrumpido.

El rubio solo hizo un chasquido con su lengua, dio media vuelta, y camino hacia el mueble tomando una revista en el camino, se sentó y empezó a leer. 

-¿Que cosas?- Jungkook nuevamente le había seguido. Pero Jimin le ignoró completamente. -Ji..

-¿Por qué no dejas de una puta vez a Taehyung?- Lanzó la revista lejos y encaró al castaño. El cual solo abrió sus ojos sorprendido.

Jimin jamás le había preguntado el porqué, el solía decir que le esperara, y el solo aceptaba, pero ¿Qué habrá pasado para que esta vez sea diferente?

-¿Sabes que pasa?- Olvidó que Jimin sabía leer perfectamente su mirada. -Que estoy harto Jungkook.- Jimin se levantó. -Estoy harto de no poder tener el lugar de Taehyung, tenerte todo el tiempo, que todo el puto mundo me vea como tu novio, que todos me pregunten "¿Cuando se casaran?" "¿Piensan adoptar?" ¡NO! ¡Nadie me pregunta nada porque nadie sabe que yo soy a quien amas y que tu eres quien yo amo! ¡Nadie Jungkook nadie!- Las lágrimas de impotencia decoran el rostro de Jimin quien solo miraba al mueble, mientras lloraba y soltaba miles de sonidos de pena.

Badabun 국민 KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora