Badabun 국민 Kookmin

스물 하나

-P-pero Hobi.. ¿y-yo qué hice mal?- Susurró mientras sollozaba levemente luego de las palabras del castaño.

Y Hoseok se dio cuenta de lo duro que estaba siendo, su querido pelirrojo no tenía amor por si mismo, ese era el mayor problema, se conformaba con la miseria que Jungkook hacía pasar por "amor y preocupación", le daba rabia, el en su interior era consiente de que el novio de Tae, no lo apreciaba de la manera que amerita su título en la vida del pelirrojo.

-No quise decirlo así.- Hoseok dio la espalda, y se sobó su cara, tratando de relajarlo. -No quise que lo entendieras en ese contexto.- Dijo serio el castaño mientras miraba el cielo.

-¿Entonces? N-no entiendo.- Habló confundido, y triste, Tae, el cual sintió un leve alivio al entender mejor las cosas, pero la intriga le carcomia, al querer entender que quiso decir el castaño.

Hoseok volvió a mirarlo frente a frente, y sin pensarlo dos veces, abrazó al contrario, haciendo fuerza, ya que sintió unas ganas incontrolables de no soltarlo nunca.

Mientras que Taehyung seguía intrigado, pero amaba la amistad que Hoseok le brindaba, y demostraba.

Él era muy feliz en sus brazos, pero no hacía cuenta de eso, lo ve siempre con una mirada de pura amistad, más no sobre pasa de eso, ya que a pesar de toda esta actualidad, el siempre recuerda todas las cosas que Jungkook hizo por el, y simplemente lo empujan atrás, a volver a sentir ese amor inexplicable por él. Y es que el fue siempre su único amigo en esos tiempos, él estuvo a su lado cuando recién asimilaba que su tiempo de vida ya no sería tan largo como esperaba, cuando se enteró de su enfermedad.

-Mamá, no me siento muy bien.- Dijo Taehyung con dificultades para respirar.

-Seguro no has dormido bien o has dormido con la boca abierta, no te preocupes, hijito, solo reposa y trata de echarte de costado, te ayudará.- Sonrió tiernamente la señora a su hijo.

-Supongo que tienes razón, comeré luego, si? De verdad me siento mal.- Dicho esto, Tae dio media vuelta, y fue escaleras arriba a su habitación, e hizo caso a las ordenes de su madre.

Un mes después

Las molestias al pecho actualmente eran continuas, y por momentos tenía que tomar grandes bocanadas de aire, o dormir, ya que muchas veces sentía que la cabeza le iba a explotar, sin embargo, Taehyung pensó que era una simple anemia, así que en esos tiempos, decidió empezar a comer más hierro, y más carbohidrato, esperaba que eso hiciera algo de efecto.

Bajo ya listo para sus clases escolares, recogiendo su mochila y su merienda que su mamá siempre le preparaba, y a la susodicha, le daba un beso en la mejilla antes de salir.

Justo cuando salió de su casa, encontró aún a su padre, por entrar a su auto para irse a su oficina.

-¡Papá! ¿Me podrías jalar a la escuela? ¡Porfaa!- Junto sus dos manos en señal de petición e hizo un tierno puchero, a lo cual su papá contesto con una sonrisa mientras negaba con la cabeza.

-Ay hijo, ¡Que flojo eres! Esta bien, sube.-

-¡Gracias papá! ¡Eres el mejor!- Rápido, subió al asiento de co-piloto, y al instante, su padre arrancó hacia su escuela.

Al llegar, como era costumbre, su sonrisa se apagó, no soportaba la escuela, no tenía muchos amigos, por no decir que no tenía mas que un amigo, el cual llegó casi al mismo tiempo que él.

-¡Taeee!- Corría atrás su mejor amigo, Jungkook, con unas separatas en una mano y su merienda en la otra.

-¡Kook! ¡Deja de correr, es temprano aún.- Sonrió Tae, justo cuando el contrario llegó a su costado.