Me dijeron que si y fuimos a una heladería cerca de allí. Me moría de ganas de caminar de la mano con Pau, pero no podíamos por que estaba Irene. Le dijimos a Irene los helados que queríamos y fue ella a pedirlos, Pau y yo nos quedamos fuera
-Nata, tenemos que decírselo-Me dijo
-Ya, pero...-Me calló con un corto beso
-Pero nada- y nos reímos
Salió Irene y me dio mi helado de fresa, nos sentamos fuera a hablar, me pregunto por que llevaba chupetones en el cuello
-Natalia, que son esos chupetones??- preguntó Irene
-Emm, nada, de un lío en una fiesta jeje-
Paulo me miro de reojo con una sonrisa, me morí de la ternura, es tan tierno. Irene sabía que pasaba algo, pero no preguntó.
-No aguantó más, Irene tenemos que decirte algo- dije
-Uff, si, dale- dijo Pau
-Me estáis asustando...-
-Paulo y yo estamos saliendo...-dije muy segura
-Lo sabía, pasáis todo el tiempo juntos y a parte no estuviste en ninguna fiesta-
Me quede confundida, pero me alegraba que no le hubiese pillado por sorpresa. Paulo me dio un corto beso y me susurró
-Ya esta-
Suspiré aliviada, fuimos a casa a cenar, es viernes
-Mamaaaa-grite
-Dime hija-
-Se puede quedar Pau a dormir?- pregunte
-Si, y si quieres también Irene-dijo mi mamá
Pensé que no quería que se quedase, quería intimidad con Paulo pero ya me daba igual
-No se si puedo señora, tengo mañana que ir a no sé dónde-
Cenamos pizza y nos subimos los tres a mi habitación, Irene me había traído una bomba de baño bastante guay.
-Voy a prepárame el baño para después- y mire a Paulo con una sonrisa
-Okey pero échale también esta bomba-
E Irene sacó otra bomba de un color totalmente diferente