Heyyo! I have a story due in my Spanish class this week (in less than 48 hours haha), and I'm posting it here for any kind soul who knows Spanish to read and critique for me. The story itself is stupid; I'm graded on my use of the Spanish language, not on my storytelling abilities XD but I would super duper appreciate it if you have any critiques about my rudimentary use of Spanish, such as grammar or word order or gender agreement or just making sense in general. Thanks!!
superaces I can still email this to you if you want, but I figured this way I could get more eyes :P ¡Estás muy simpática, gracias!
Esto es el cuento de Rosa Carmen Fernández y que ella aprendió un día. Carmen era una niña simpática, pero tenía una falta: se enojaba fácilmente. ¡Todas las cosas le molestaban! Sin embargo, cuando ella se enojaba, no le gustaba expresar su enojo. No, en lugar de lo expresar, lo contenía. Pensaba que eso era mejor.
Un día, Carmen caminó a la escuela con su amiga María. María estaba hablando sobre su fin de semana y describía eventos divertidos con su familia. Carmen, quien no había tenido un fin de semana muy interesado, estaba aburrida. Pero luego, María mencionó su perro. Carmen había tenido un perro también, pero el perro había muerte dos años antes. ¡Y María mencionaba los perros! ¡Qué horrible! Carmen estaba ofendido, pero no dijo nada. Pensaba que María debería haber recordado el perro de Carmen. Caminaba en silencio frío por todo el resto del camino a la escuela, y María no sabía la razón.
Cuando las niñas llegaron a la escuela, María fue adentro, pero Carmen no la siguió. Estaba todavía enojada. Ella respiró profundamente, y en su respiración, una nube negra y pequeña salió de la boca. La nube flotó sobre la cabeza de Carmen. Carmen pegó a la nube, ¡pero la nube no dejó! Eventualmente, Carmen tuvo que ir adentro, así que lo dejó en paz.
Durante todo el día, la nube flotaba sobre Carmen. Cada vez algo le molesta a Carmen, la nube crece. Al fin de la escuela, ¡la nube estaba muy grande! Ella corrió a casa. Cuando fue adentro, gritó, "¡Mamá! ¡Papá! ¡Ayúdame!"
Su mamá vino a Carmen y vio la nube. "¡Ay caramba!" dijo ella. "¿Qué pasó?"
"¡No sé!" respondió Carmen. "¡Esto apareció y no dejó!"
Entonces, Señora Fernández sabía sobre el enojo de Carmen, y pensaba que sabía que estaba pasando aquí. "Esta nubia," dijo, "¿es su enojo? ¿Te enojabas hoy?"
Carmen estaba avergonzada. "Sí," dijo lentamente. "Pero no quería dolerles a mis amigos, así que no decía nada."
"O, mija," dijo su mamá. La abrazó. "Es bueno que no quieres dolerles a tus amigos, pero no debes contener sus emociones. No debes gritarles nada, pero puedes hablar tranquilamente con ellos sobre que hicieron que te dolió. ¿Bueno?"
Carmen quejó, "Pero, ¡todas las cosas me enfurecen!"
"¿Por qué?" pidió ella. "Que pasa, pasa, y no tienes que enojarse."
"Verdad?"
"Verdad."
Carmen suspiró. "Pero, Mamá, es muy difícil."
"Sí," dijo su mamá, "pero yo sé que tú puedes hacerlo." Sonrió dulcemente.
Carmen le sonrió. Y, mientras mamá e hija miraban,la nube desapareció.
El fin