Capitulo 2

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Sin duda Erika había viajado mucho en todos sus años de vida, pero una de las cosas más hermosas que había visto era el Hotel Transylvania cubierto por la luz de luna.

Erika había sido propiamente presentada por Drac a todos los sirvientes y trabajadores del hotel. Drac había dejado muy claro en qué cualquier cosa que ella pidiera tendría que ser complacida inmediatamente y ella había dicho que con un poco de ayuda ella podría hacer las cosas por sí sola. Ella no era una chiquilla malcriada, era una mujer autosuficiente que hasta hace poco tenía una carrera exitosa como capitana y que no necesitaba que realizaran las cosas por ella. Aunque tenía que admitir que su prometido era un poco o mucho más anticuado que ella y habría cosas que se tendrían que hablar.

-Flashback-

-Mirra amor, si tú no quieres no necesitas hacer nada. Ahorra te toca a ti dedicarte a disfrutar y a conocer el hotel. Trrabajaste sin parar en el Legacy no sé cuantos años. Mavis y yo lo tenemos contrrolado. -Mirando en el lobby un grupo recién llegado de Gremlins sobrecargos que habían llegado de algún vuelo y se disponían a pasar la noche en el hotel haciendo su alboroto usual y provocando desastres en toda la zona - Puedes irte con Dennis a explorar cuando yo esté atendiendo los asuntos hotelezcos -masajeandole suavemente los hombros a su flamante novia mientras la alejaba del bullicio y ella observaba con curiosidad el funcionamiento del hotel y le preguntaba en qué podía ayudar.

-Fin del Flashback-

Erika al llegar a su habitación, que estaba en la misma ala donde Mavis y Drac tenían sus aposentos, se había asombrado con todas las rosas rojas que había en diferentes jarrones de porcelana de diferentes siglos y estilos. Aquel romántico detalle la había cautivado y en el techo, para aún hacerla emocionarse más había una reluciente telaraña que decía "Bienvenida capitana, a tu nuevo hogar".

La habitación no se diferenciaba mucho a las del hotel en sí, solo que era mucho más amplio y daba al lago.

De pronto mientras empezaba a acomodar sus cosas (qué ya la mayoría de sus pertenencias yacían ordenadas en su closet como por arte de magia de algún empleado) escuchó unos golpecitos en la puerta.

-Si, adelante.

-Ehh... bueno... Erika, soy yo cielo.

A Erika le pareció raro escuchar la voz de Drac un tanto entrecortada. Abrió la puerta y vio a su imponente pero ¿nervioso novio? Sonriéndole tontamente.

-Es que... -Mirándola nerviosamente mientras sonreía aún más nerviosamente- Querría saber, si te había gustado el detallito que te hice. Y si ya deseas bajar a desayunar.

-Oh, Drac ¡No solo me gusto, me encanto! -lanzándose efusivamente a sus brazos- ¿No quieres pasar? -Drac la abrazo fuertemente y después de unos minutos la apartó para mirarla mejor y la miraba como si no creyera lo que decía- ¿Qué haces ahí? ¿No pensarás que te voy a comer? ¿O si? – lo decía sugestivamente con ese mismo tono de voz, el mismo que usó la primera vez que le dirigió la palabra en el barco.

-Este no creo que sea muy adecuado que yo entre, y esté Mavis nos puede ver...

-Drac -rozándole la barbilla con su dedo índice- Ella ya lo aceptó y tú y yo somos una pareja madura... Nada nos detiene a qué tú y yo... -cambiando su sensual tono de voz por uno divertido- Estemos solos en un cuarto hablando como personas normales. O mejor dicho como una pareja de monstruo y humano normales. -riéndose a sus adentros por lo que hubiera pensando años atrás su bisabuelo.

-Este eehm si – juntando sus dedos nerviosamente – te veo abajo – mirándola como borrego a medio morir- Este sii -cerrando la puerta lentamente mientras la seguía mirando fijamente.

Aquello había sido lo más acaloradamente raro que ella había vivido. Ella a pesar de ser una mujer en sus treintas, que se sabía guapa y extremadamente segura de sí misma y que cuidaba de su imagen, jamás había tenido un novio. Pretendientes sí, alguna vez había tenido pretendientes mientras vivía con su bisabuelo en Holanda y en algunos países de Europa del norte donde hacía esporádicamente escalas, antes de volver a zarpar. La habían tratado de cortejar, pero por sus frecuentes cambios de país y su legado familiar al cual tenía que comprometerse, ella no había tenido ninguna experiencia amorosa. Se había dedicado a perfeccionar diferentes áreas, como artes marciales, acrobacias, lenguas extranjeras y manejo de diferentes armas, aparte de lograr familiarizarse con todo sobre la marina y el capitanear y coordinar un barco a manos de su bisabuelo, sin olvidar mencionar que también le enseñó todo acerca sobre los monstruos, para mal, pero para bien no era una ignorante en sus hábitos, costumbres, debilidades y zonas de ubicación. Le serviría como cultura general para impresionar a su novio y a su nueva familia.

Se dispuso a salir del cuarto enfundada en un bonito vestido blanco de punto con escote halter.

-Creo que tendré que adaptarme y empezar a dejar de usar tanto blanco, ya que ya no estoy en el barco -decía mientras caminaba por los pasillos y se dirigía rumbo a los aposentos de Mavis, donde en una de las habitaciones habían adaptado una especie de desayunador y cocineta.

-Este al principio es raro dormir en un ataúd, pero ya luego te acostumbras. Eso si nunca lo dejes cerrado, se puede atorar y eso si está muy loooco -decía Johnny mientras tomaba con su tenedor un lombricakes, los favoritos de Mavis.

-Capitana -haciéndole un saludo capitanezco con la mano- si quieres podemos ir a explorar los alrededores -decía un Dennis emocionadísimo por escuchar historias de los 7 mares que Ericka le había prometido.

-Claro que sí Oficial- decía Ericka regresándole el saludo.

-Ooh yo también, yo también quiero iirir – Decía un Drac muy emocionado por ver a sus personas favoritas juntas.

-Dennis no presiones mucho. Ericka aún no se ha instalado.

-No Mavis, no te preocupes, creo que me ayudará que este pequeño jovencito me asesore.

Mavis veía con alegría como Erika se esforzaba en encajar en su familia. Si bien aún tenía sentimientos encontrados, no podía negar que ella era una mujer muy cool y había vivido mucha de las cosas que ella de niña siempre soñó. Tampoco podía negar que le tenia un poco de envidia, como dicen de la buena.

Acabando el desayuno (que es de noche para ellos) y que había terminado en carcajadas auspiciado por las anécdotas de Johnny con su mochila. Erika, Drac y Dennis se dirigían al bosque de los alrededores cuando uno de los zombies que se encargaban del área de quejas los alcanzó torpemente.

-Grrurgah arhgaga

-Que no puede ser posible, no me dan ni un respiro. Que no se pudo encargar ZombieGodinez de ello – decía un Drac exasperado mientras volteaba a ver a su novia y a su nieto con cara de desolación.

-¿Pasa algo Drac? – decía Erika algo angustiada al ver la cara de su querido Vampnovio.

-Nada de que preocuparse amor. Lo qué pasa es que los Gremlins destruyeron las tuberrías de una de las recámaras y el agua se está saliendo por todos lados y esta inundando los pisos inferriores y se han caído pedazos de techo. Pero no es nada de que preocuparse, son cosas del oficio -lo decía mientras ponía una pose de suficiencia.

Para Erika eso sonaba como algo muy grave, pero al fin de cuentas los estándares de los monstruos no eran iguales al de los humanos.

-Tendrán que adelantarse ustedes, pero no se queden con toda la diversión eh, los alcanzaré después. Y Dennisovich, nada de sugerir volar solo con Erika -decía esto mientras su querido pelirrojo quitaba su cara traviesa - luego cuando yo pueda la llevamos, recuerda que todavía eres muy chiquito para volar distancias muy largas sin supervisión. La anterior vez te tuve que rescatar porque casi te llevaba un remolino en Egipto, cuando fuimos a visitar al tío Murray, lo recuerdas.

LA CONDESA DRACULADonde viven las historias. Descúbrelo ahora