Todos celebraban la respuesta de Erika y se sentía la felicidad en el ambiente. Drac y Erika inmediatamente fueron alcanzados por Puppy que quería celebrar con ellos, los recién comprometidos huyeron del caos volando. Erika en brazos de Drac, ella disfrutando el paseo, el aire fresco sobre su rostro y la sensación de los brazos del hombre al que ama. Iban volando en dirección del lago, Erika se percató que había destellos en el, entre más se acercaban pudo ver que eran linternas de papel flotando, cientos de ellas y en medio del lago había un pequeño yate iluminado con velas y rosas blancas, sus favoritas.
Drac la bajo delicadamente mientras ella observaba todo con la boca abierta
-Este... ¿Qué es todo...esto?
Él se había tomado la molestia en arreglar todo de una manera tan romántica con las cosas que le gustaban. En el piso del barco había cientos de pétalos blancos y en la cubierta había una mesa para dos con champán enfriándose.
-De muchas formas, de muchas maneras quiero hacerrte sentir lo que tú significas parra mi. En todo este tiempo conocí muchas almas, pero ninguna se prendo a la mía como la tuya. Erika Van Helsing, ahorra que aceptaste ser mi esposa quierro que cada día de tu vida sea feliz.
Erika estaba tan conmocionada que se le salieron las lágrimas, todo había sucedido tan rápido, todo era tan maravilloso.
Drac se desconcertó al verla así, debía ser un momento de regocijo, no de lágrimas.
-Querrida porque estás así, ¿Acaso hice algo mal? Me metí a buscar tutorriales en YouTube, le pregunté a Johnny. ¿Qué pudo? haber sido -con cara angustiada.
-Drac todo está más que perfecto, es que yo hasta hace poco me veía en el barco nunca creí que tuviera tanta suerte para encontrarte, no de esta manera. Toda mi vida me educaron para matarte, toda la vida supe de ti, pero no existen las casualidades y a pesar de que me avergüenzo, agradezco que gracias a eso pudiera conocerte, agradezco infinitamente que quieras tomarme como tu esposa -acercándose y besándolo apasionadamente- ¡Gracias!
Todos estaban emocionados haciendo una carne asada en el exterior, nunca habían visto a su amigo tan feliz. Ninguno quería irse hasta darles las felicitaciones personalmente. Tenían toda clase de preguntas que hacer respecto a la boda.
-¡Tu padre si que se lucio nena! ¡Hasta le compro un yate! -decía Johnny muy entusiasmado.
-Sí, realmente la idea de comprarle un yate se me hizo descabellada al inicio, pero ella está cambiando su estilo de vida por mi padre y dejando lo que ama atrás, sobre todo hace a mi padre feliz. Sólo me queda decir que les deseo lo mejor.
-Así es el amor, cariño- decía Wanda mientras abrazaba a Mavis maternalmente- Yo creo que Erika no sólo le va hacer bien a tu papá, tú también en ocasiones necesitas a alguien para hablar y que mejor ella, que puede entender tanto a Johnny como a Dennis.
-Lo único malo que tiene es su bisabuelo, ¡Está loco! ¡Casi nos mata! -decía Eunice mientras se sentaba a la mesa con una piña colada.
-Pero no vive aquí, rechazó la invitación, así que sólo lo veríamos en ciertas ocasiones -decía Wanda recordando cuando los habían paralizado y después mantenido secuestrados en una bodega.
-Aparte nos ofreció reembolso total -decía Wayne mientras llevaba las fuentes de comida a la mesa.
-En serio, ¿Alguien sabe cuantos años tiene Van Helsing? – preguntaba el hombre invisible.
