Capitulo 3

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Erika y Dennis habían llegado hasta las orillas del lago. Al ver el agua, el ligero oleaje ocasionado por el viento, todo aquello le traía nostalgia y buenos recuerdos de sus días como capitana.

-¿Extrañas el barco?-Decía un Dennis sonriéndole tiernamente.

-Sí lo extraño, extraño la sensación de libertad que me daba. Es raro pero estar en tierra firme se siente muy raro, estaba acostumbrada al movimiento del barco, pero creo que es normal, es un periodo de adaptación .

-¿Entonces quieres decir que no te gusta estar aquí con papá Drac y todos nosotros?

A Erika casi se le rompe el corazón cuando vio con cuánta ternura la miraba. Ella estaba experimentando una sensación algo así como instinto maternal, algo que nunca había experimentado. Ella se sentía en muchas cosas de su vida totalmente inexperta. Tal vez por eso hablaba con Dennis como con un viejo conocido y no como el nieto de su novio de apenas unos 8 años. No había convivido mucho con personas, ni mucho menos con niños. Tal vez realmente aquí estaba su libertad, no en el barco que era su zona de confort, tal vez la sensación que estaba sintiendo cuando navegaba no era libertad, era la costumbre, la monotonía. Navegando en sus pensamientos entendió que esta etapa le daba mucho miedo. Un lugar nuevo donde ella podía decidir por si misma, con monstruos nuevos, con un novio que tenía más de 5 siglos por delante, una difunta esposa, una hija y un nieto. Él tenía una vida hecha, ella no sabía que esperaba él de ella, como podría alguien con tan poquita experiencia llamar la atención de alguien como él y cumplir sus expectativas. Ella casi no lo conocía, habían entrado en esta relación sin conocerse. ¿Él le guardaría rencor por intentar matarlo y arriesgar su vida y la de los demás? ¿Secretamente odiaba a los demás Van Helsings? ¿Será que en unos años él se aburriría de ella? ¿Y si no, por cuento tiempo seguirá viéndose más joven que él?

-¡Claro que me gusta estar aquí con ustedes! sólo que... Esto es algo nuevo para mi. Nunca había estado con tantas personas que me hicieran sentir tan bienvenida.

Dennis al escuchar esto se sintió complacido.

-Sabes capitana, Me caes muy bien porque haces a papá Drac muy feliz. Vamos capitana, aventemos piedras juntos, a ver quien la lanza más lejos – Dennis emocionado llevaba entre sus manos una pequeña montaña de piedras de diferentes tamaños, acercándose a Erika para ofrecerle algunas .

Aquella situación le parecía algo extraña, ya que nunca había convivido con niños y nunca se imaginó tenerlos, bueno sabía que era inevitable, porque el legado Van Helsing pedía un heredero, así que sabía que tarde o temprano cedería ante la presión de su bisabuelo para asegurar la posterioridad del apellido, pero esto más bien lo veía como un requerimiento no como una elección.

Esta sensación era muy agradable, aquel pequeño le brindaba su confianza sin siquiera haberla tratado hasta hace menos de un par de días. Aún cuando expuso a su abuelo, madre y amigos a que un Kraken gigante los atacara. Aquello aún la perturbada y la perseguía en sus sueños, no podría creer que Drac fuera tan bueno como para perdonarla y abrirle las puertas de su casa. No se sentía digna y tantas preguntas la atormentaban.

-Ups creo que me moje un poco – decía Dennis mientras con sus poderes telekineticos elevaba varias piedras a la vez y las lanzaba de diferentes maneras.

Ericka vio la situación y un Dennis preocupado con los pantalones mojados hasta las rodillas. No se pudo contener y se soltó a reír a carcajadas mientras el pelirrojo la seguía.

LA CONDESA DRACULADonde viven las historias. Descúbrelo ahora