Pasaron las lecciones y Daniel ya no daba señales de seguir vivo, al menos conmigo. Me decepcione un poco al ver que me hacía creer que le gustaba y después ignoraba por completo mi existencia. No entendía cómo era posible que con solo un par de días de conocerlo me gustara, o al menos eso creo. No estoy cien por ciento segura de si realmente me gustaba o si solo lo veía guapo, cosa que me sucedía muy seguido últimamente.
Mientras estaba en clases de español, la cual era mi última clase del día, escuche que alguien susurraba mi nombre. Al principio no le preste atención alguna, pero después me volví, un poco molesta, para ver quién era el que me llamaba tanto.
-¡Jimena!-me llamo Steven en voz baja para que mi profesor no lo escuchara.
<<¿Qué?>> dije moviendo los labios, sin emitir sonido alguno
Steven inició a hacer señas. Señalo a Daniel, luego a mí, hizo un corazón, lo señalo a él de nuevo y empezó a hacer como si le temblaran las manos. Daniel se dio cuenta de que Steven me estaba diciendo algo, y probablemente sabia de que hablaba y creía que yo también (pero se equivocaba). En tan solo un instante, Daniel había golpeado a Steven en la cara y en el brazo por haber hablado de más.
En la salida recogí mis cosas, pero antes de irme quería hablar con Daniel para aclarar algunas cosas que habían sucedido ese día.
-¡Daniel!-le llame yo, corriendo antes de que se fuera.
-¿Ah?-analizo por un momento el hecho de que yo le dirigiera la palabra por iniciativa propia-Ah... ¡Hola, Jime! ¿Qué necesitas?
-Ocupo hablar contigo... ¿Tienes tiempo?
-Sí, claro... ¿Qué sucede?
-Steven estaba intentando decirme algo y tu lo callaste dándole un golpe, así que debes saber qué es lo que me intentaba decir ¿no?... la pregunta en si es ¿Qué trataba de decirme Steven cuando lo callaste de un golpe? Porque la verdad, parecías bastante enojado con el por hablar ¿De mas, tal vez?
Me miro a los ojos, un tanto nervioso. No sé porque pero, sus hermosos ojos castaños me hipnotizaron e hicieron que todo el mundo quedara paralizado y, por un momento, sentí que solo existíamos él y yo en el mundo. Pero su voz me hizo despertar de mi fantasía y regresar a la realidad.
-No sé. Nada, creo.
-No te creo nada. Por favor, dime de qué se trataba lo que Steven trataba de decirme.
-Enserio no lo sé, Jime. Tal vez solo estaba molestando y ya.
Me hizo sonreír su respuesta. Sentí algo muy extraño en mí, como una extraña presión en el pecho que hacía que se me dificultara respirar.
-¿Son cabros? No lo sabía-dijo el muy insoportable de Josué. Era guapo. Pero de todos, era el que menos me soportaba.
-¡No!-le dije molesta por arruinar ese hermoso momento en el que tenía a Daniel cerca de mí.-¿Sabes qué? Adiós, Daniel.
-Adiós- dijo Daniel con un tono de voz que reflejaba decepción.
Espere a Emma para ir a mi casa. Emma era mi amiga desde hacía ya diez años y era una de las personas con las que más tenía confianza. Ella era de tez blanca, cabello negro y lacio, más alta que yo y usaba unos lentes de montura negra. Ella era de ese tipo de amigas que siempre se preocupaban por ti y hacían cualquier cosa con tal de que seas el ser humano más feliz del mundo mundial.
-Vamos, mi amor.-me dijo ella golpeándome juguetonamente el brazo.
-Vamos, mi vida.-le dije yo, devolviéndole el golpe.
Yo tuve que aguantármela contando cosas sobre el chico que le gustaba (en ese momento) y sobre cómo iba a hacer para enamorarlo.
Emma me dejo en la puerta de mi casa y se fue a la suya.
-¡Ya llegue, mama!-grite para que mi madre me escuchara.
Me senté en el sillón a pensar un poco antes de que mi mama llegara a preguntarme sobre cómo había ido mi día.
-Hola, hija-dijo mi mama.
-Hola-dije con un tono de voz medio de decepción, aunque intente verme feliz y emocionada, mi voz y mi ojos decían totalmente lo contrario.
-¿Te sucede algo?
-No, solo es que me han arruinado el mejor momento de mi vida.
Siempre he sido de esas personas que tienen una confianza al mil por ciento con su mama. Le podía decir cualquier cosa que me molestara y ella hacia lo posible por entenderme y por solucionar las cosas juntas.
-¿El mejor momento de tu vida? ¿Qué sucede, hija? Sabes que cuentas conmigo para todo ¿no?
-Sí, si lo sé... es que hay un chico en la escuela que me gusta. El es súper lindo, gracioso y dulce, y se comporta como si yo le gustara... ¡Se comporta así desde el primer día de clases! Pero la verdad es que...
-No estás segura de si le gustas o está jugando contigo.-me interrumpió.
-Exacto. ¿Qué hago?
-Yo creo que deberías esperar a que él te diga que le gustas y disimular el hecho de que te trae loca.
La verdad es que su consejo me pareció muy bueno. Lo que pasa es que... ¡yo no tenía paciencia como para esperar a que él me hablara! Sinceramente, sentí que en parte ya había ignorado su consejo antes de pedírselo, ya que creo que era muy obvia.
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Mi Vida Junto a Ti
Novela JuvenilJimena Campos, una chica como cualquier otra que solo busca su cuento de princesas. Tan solo una niña inocente. Daniel Mendoza, un chico que tiene una increíble cara de póker, dispuesto a engañar a cuantas chicas quiera. Ellos dos suenan a un clási...