Capítulo 1

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Bueno, dulzuras, lo prometido es deuda, así que aquí se viene una nueva versión de nuestro querido "Mi Vida Junto a Ti". De verdad estoy un poco nerviosa por lo que vayan a pensar de esta nueva "versión" de la historia pero, sea como sea, tenemos que avanzar siempre un poco más ¿no? Muchas gracias por todo el apoyo que me han dado a pesar de que no sea la mejor escritora del mundo (aún 7u7, ok no) ¡Gracias por existir, amores!

Capítulo 1

Sinceramente estoy un poco confundida. Ese chico no paré de mirarme en toda la clase. ¿Cómo se llamaba? ¿Daniel?, la verdad es que no lo sé. Al principio, me sentí demasiado incomoda por el simple hecho de que ni siquiera me conocía y me estaba mirando prácticamente babeando. Me enoje demasiado sin siquiera saber el porqué.

De hecho, cuando lo vi, me di cuenta de que probablemente ya lo conocía de antes, solo que no me llamaba tanto la atención como lo hacía ahora.

Él era alto, delgado, cabello oscuro, ojos castaños y extremadamente brillantes y hermosos, su cabello era colocho, era latino, tenía varios piercings: uno en la oreja izquierda, otro en la encía de arriba y uno en la de abajo, uno en la lengua, otro en la oreja derecha. En si... él era el chico ideal. Su único defecto físico era que tenía su rostro lleno de espinillas.

Estuve pensando en él prácticamente toda la tarde. Al caer la noche, seguía sin poderme sacar a ese chico de la mente. Me fui a la cama e intente dormirme, pero no lo logre. Así que me rendí.

***

No me di cuenta de que sí logré dormirme, ya que la luz del sol me despertó a las 6 a.m., y yo, lastimosamente, tuve que levantarme para alistarme e ir a la escuela.

-Come bien hija. Debes tener muchas fuerzas para tu segundo día de clases-dijo mi madre con un tono de voz un tanto emocionado.

Asentí, tome un baño, me cepille los dientes, tome mi bulto y me fui. Durante el corto viaje a la escuela, no podía sacarme a Daniel de la cabeza. El simple hecho de pensar en que tendría que soportarlo verme babeando me daba nauseas. Aunque, de vez en cuando, sentía mariposas en el estomago al mirar detrás de mí y verlo a él disimulando el hecho de que lo había pescado mirándome.

Al llegar a la escuela, lo vi: Me miraba con sus preciosos ojos castaños y una sonrisa perfecta

-Hola, Jime-me dijo Daniel con un suspiro.

-Hola, Daniel-le conteste. Sonreí y seguí caminando hacia mi clase.

Me senté en el primer pupitre de una fila y noté que Daniel se sentó al final de otra. En ese momento, me extrañé un poco y no le di importancia. Pero, al ver que una chica se sentó cerca de él y él le sonrió, me puse ¿celosa?

Mas o menos una eternidad después, sonó la campana y pudimos librarnos de otra de las exageradamente extensas habladas del profesor de español sobre el buen comportamiento del otro salón comparado al nuestro.

-¡Hola, amiga!-me dijo Nicole mientras corría a abrazarme

-Hola-le dije yo. No sé porque, pero mi voz tenía un cierto tono de una extraña combinación entre la ira, la confusión y la decepción.

-¿Qué pasa? ¿Todo está bien?

-Ah... sí, claro. No te preocupes, amiga.

-Entonces... ¿Por qué esa cara?

No lo había notado. Creo que mi rostro decía que algo no estaba muy bien. Y, en parte, era muy cierto. No sé porque me había decepcionado un poco que Daniel no se hubiera sentado cerca de mí y, de paso, que otra chica se sentara cerca de él y le sonriera. Sentía un extraño vacío en el pecho.

-Lo que pasa es que, no te lo tomes demasiado enserio ya que es demasiado reciente y no lo sé, hay un chico.-explique.

-¡¿Un Chico?!-chillo ella.

-¡Te dije que no te pusieras así, Nicole!

-¡Jimena está enamorada!-empezó a cantar ella durante un rato.

-Cállate.

Mi Vida Junto a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora