Mi Vida Junto a Ti

Capítulo 2

Pasó una semana y tuve que asistir a una cita en el doctor, así que tuve que faltar un día a la escuela. Y lo peor fue que falte el día de San Valentín, o sea, el 14 de febrero.

El día siguiente tenia clases de informática y el día anterior habían seleccionado a las parejas, ya que se debía compartir una computadora entre dos personas.

Entre en el salón y, para mi sorpresa, me dijeron que me sentara con Daniel. Imagine que probablemente él se había quedado sin pareja y, como yo no estaba, aprovechó el hecho de que si no estaba presente no podría quejarme de que fuera su última opción y a la fuerza tuviera que sentarse conmigo.

-Hola-me dijo Daniel con una sonrisa.

-Hola-le dije yo un tantito incomoda.

-Espero que no tengas ningún problema con sentarte con Daniel-dijo mi profesor.

-No importa...-dije con cierta frialdad- así está bien.

Un rato después ya no me sentía para nada incomoda. De hecho, tenía una estúpida sonrisita que no lograba que se me borrara. ¿Sería que Daniel me gustaba? No, o al menos no lo sabía aun.

Durante la lección note que Daniel no era tan aburrido. Hablamos, reímos, hacíamos chistes y el siempre me sonreía con esa sonrisa perfecta y me miraba a los ojos con tal ternura que hacía que sintiera mariposas en el estomago, y que en todos esos momentos que me miraba de esa manera se detuviera el mundo.

***

El día siguiente, en la entrada, lo vi con una chica. No sé porque, pero me puse celosa.

-Hola, Jime-dijo Daniel.

-Hola, Dani-dije, consciente de mi estúpida sonrisa.

Seguí caminando un poco avergonzada por mi sonrisita de <<Me derrito cuando me hablas>>. No entendía porque me sentía así. Me sentía feliz y... ¿enamorada? No lo sé pero, en ese momento, solo quería golpear a esa chica y quedarme al lado de Daniel.

Estaba demasiado confundida, así que tuve que hacer algo no muy recomendable: hablar con Samanta.

Note que ella iba caminando por el planche y corrí hacia ella.

-¡Sam!-grite, corriendo hacia ella.

-Hola, Jime-me dijo mi amiga con una gran sonrisa.

-Necesito tu ayuda, Samy.

-Ah... ¡Gracias! La primera vez que me saludas en el año ¿Y es solo para pedirme ayuda? ¡Qué gran amiga eres, Jimena!

-O sea, no es solo por eso. Es que estoy demasiado preocupada y confusa por un problema que tengo... necesito que esa amiga que siempre está allí para dar buenos consejos me ayude- dije eso con un tono de suplica increíble. Puse morritos para que me perdonara la insensibilidad y ¡funciono!

-Aw... ¡Qué dulce!... ¿Qué necesitas, amiga?

-Un consejo sobre...-no sabía si decirle que era sobre un chico. Ella, al igual que Nicole, siempre exageraba y se emocionaban de más por cosas casi sin importancia-... un chico.

-¡¿Qué?!-chillo ella. No estaba sorprendida de su reacción. Ella amaba molestarme y sabia que con una reacción como la que tuvo me enojaría bastante, pero necesitaba un consejo para saber cómo conllevar el hecho de estar enamorada de alguien como Daniel, no es que yo pensara que era malo, sino que no tenía muy buena fama con respecto a las chicas y yo no sabía si jugármela enamorándome (o siguiendo el proceso de enamoramiento) de alguien que no era, por decirlo así, el caballero de la escuela.

-Eres peor que Nicole, lo sabes ¿no?

-Sí, lo se... ¿De qué chico hablas?

-Daniel.

-¿Cuál de todos, amiga?

-Mendoza.

-Estás loca, lo sabes ¿cierto?

-Aun no estoy segura de si en realidad me gusta, solo necesito un consejo de una de las mejores chicas en el mundo dando consejos sobre chicos.

-¿De qué se trata el consejo? Porque te diré algo: no estoy dispuesta a ayudar demasiado en esta futura relación, ya conoces la fama de Daniel... el no es, por decirlo así, el ser humano más fiel del mundo.

-Además de los rumores que no estamos seguras de que sean ciertos... ¿Qué sabes sobre Daniel Mendoza, amiga?

-No mucho-pensó durante un momento­-de hecho no sé nada sobre Daniel, excepto todos los rumores de cómo era con sus novias y de que probablemente no era muy fiel con ellas. Además, dicen que sus encantos son irresistibles y que si una chica le gusta, logra que se enamore de él. No estoy segura de si se habrá enamorado de ti o si solo estará haciendo lo posible por ligar, pero lo único que te pido es que te cuides de el... probablemente contigo no sea como lo es con todas las demás, pero quizás sea una farsa.

Suspire. Me sentía demasiado agradecida con mi amiga por su sinceridad absoluta, pero sentía que en parte me había arruinado la ilusión de enamorarme realmente de alguien. Pensé un poco sobre lo que dijo sobre la farsa y de que supuestamente me trataba diferente a las demás... pues sí, me trataba muy diferente, pero no creo que con solo un par de sonrisas y miradas estuviera mandándome señales (por decirlo así) de que yo le gustaba.

-Gracias por darme tu opinión. Pero sinceramente pienso que no me trata tan diferente a las demás chicas. Y no sé si yo le gusto. Tampoco me parece que estés hablando sobre sus <<Encantos Irresistibles>>-hice un gesto con dos dedos de cada mano para dibujar unas comillas invisibles en el aire al mencionar sus <<encantos irresistibles>>- la verdad, amiga mía, es que no sé si me gusta, solo necesitaba un consejo sobre él. Así que ¡Gracias por tu ayuda, Samanta!