VI

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Lauren alzó las cejas ante la distante voz de la monja.

—¿Disculpe?

—¿Estado civil?—repitió la mujer mayor con irritación, viéndola a través de sus lentes.

—Soltera.

La mujer dejó de escribir en el papel cuando escuchó a la pelirroja. Alzó su vista hacia ella, casi juzgándola por su respuesta.

—¿Hay algún problema?—dijo Lauren al ver su reacción.

—Señorita, ¿está segura de que está lista para adoptar a un niño?—preguntó la mujer, juntando las manos encima del escritorio de roble.

Lauren suspiró con desesperación y se inclinó en su asiento—. Escuche, creo que no debería ser su asunto lo que hago con mi vida o no—espetó, ganándose una expresión ofendida de la señora—. Y tengo que correr. El tiempo se me acaba y esto es inútil—dijo, levantándose y sacó un fajo de billetes poniéndolos frente a ella—, así que voy a dejarlo así y me iré con mi hijo.

Lauren le dedicó una sonrisa satisfactoria y salió de la habitación, dejando a la señora estupefacta ante su actitud. Sin embargo, tomó después el dinero. Sintió que su corazón iba a detenerse al ver la cantidad que había dejado. Mejor terminó de llenar el papel con manos temblorosas.

La pelirroja cruzó la puerta y encontró a Ajay sentado, con las manos en los antebrazos de la silla y las piernas inquietas, esperando por ella.

—Vamos, Ajay—le dijo, acercándose a él.

El niño le dedicó una mirada y asintió, lanzándose de la silla y caminó al lado de ella, apegándose más a su mochila.

***

John vio a Lauren cruzando la calle con el niño, quien tenía la mirada baja. Al llegar al auto, Lauren le abrió la puerta trasera y el pequeño se subió, dejando la mochila en su regazo y se puso el cinturón de seguridad sin que ella se lo ordenara.

—Tengo hambre—habló el niño, antes de que Lauren cerrara la puerta. Sus ojos marrones y brillantes viéndola con tranquilidad.

—Bien, te llevaremos a comer—asintió la pelirroja, y cerró la puerta.

Lauren se montó después al lado de John, quien seguía perplejo ante la imagen del niño. Sintió la responsabilidad y un enorme peso en la espalda al verlo caminar junto a ella. Pero arrancó el auto y aceleró en la carretera en busca de una cafetería para que Lauren se encargara del apetito del niño. Era la prioridad por el momento.

***

El hombre los vio comer frente a él en la mesa. Lauren volvió a desayunar y devoraba una pila de panqueques como si no hubiera comido en días, mientras Ajay comía huevos y tocino con tostadas, acompañados de un enorme vaso de jugo de naranja.

John le dio un sorbo a su vaso de agua. Una extraña sensación le recorrió el cuerpo ante la imagen. Ahí estaban, los tres; dos adultos dudosamente responsables con un niño, como si fuesen una familia. Y pensar que estaban demasiado lejos de ser eso, se dijo mentalmente.

Sí habló con Helen de formar una familia antes, pero las cosas comenzaron a cambiar cuando ella enfermó. Y con el trabajo que John había ejercido, él sabía que lo más seguro era no tener hijos por el momento. Tarde o temprano podían usarlos en su contra y hacerles daño. Dio un profundo respiro, perdiéndose en la fotografía que hacían Lauren y el niño ante sus ojos.

CHASING TIME ↬ john wick ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora