La semana había pasado muy rápido, ya era viernes, Rachel iba camino al colegio en su skate, llevaba puesto unos jeans negros rasgados, una camiseta negra con rayas azules y sus converse negros de siempre. Llegó y en la entrada vió a Sam y a Michelle hablando, al llegar a su lado Michelle se abalanzó a Sam y lo abrazó, decidió ignorarlo y seguir su camino.
El día había pasado más rápido de lo que esperaba, cuando iba saliendo alguien la toma del hombro y la hace girar.
-Sarah. -dijo soltando un suspiro cansado.
-Irás a la fiesta de éste fin de semana ¿no?. -preguntó directa.
-¿Qué?, no sé de qué hablas Sarah lo siento. -dijo tratando de retomar su camino pero ésta se puso en su frente.
-La fiesta de Michelle, no te hagas la estúpida, vas a ir, todo el colegio irá.
-¿Desde cuando tienes interés en que yo vaya o no a una fiesta?, de hecho creo que quisiste decir "no irás". -dijo mirándola con el ceño fruncido.
-Si vas o no ya me da igual, sólo te digo que puedes ir. -dijo rodando los ojos.
-¿Ok?, tengo que irme Sarah. -comenzó a caminar.
-Ésto será divertido. -dijo Sarah con una sonrisa malvada una vez que Rachel ya se había ido.
Rachel estaba patinando por las veredas hasta que llegó a su casa, subió a su cuarto y puso un poco de música en su computador.
Comenzó a ordenar su cuarto y luego su armario, al terminar tomó su móvil y vió que había unos mensajes.
Christopher:
Hey linda ¿cómo estás?, espero que bien ;).
Al ver de quien era el mensaje sonrió instantáneamente, comenzó a tomarle mucho cariño a éste chico, era un increíble amigo, decidió responder.
-Me encuentro bien ¿y tu?.
Pasó unos minutos y vió que le había respondido.
-Super, ¿ya sabes si vas a ir a casa de tus tíos?.
¡Mierda!, había olvidado completamente eso, ahora tendría que hablar con su madre.
-Oh, mamá aún no me confirmó nada, iré a hablar con ella ahora ¿te parece?.
-Está bien, te espero.
Salió casi corriendo de su cuarto para ir al de su madre, seguro ya había llegado del trabajo.
-¡Mamá! -abrió la puerta y la vió quitándose los zapatos.
-Mi niña!, ¿porque entras de esa manera?, ¿sucede algo?. -preguntó levantándose.
-No, es sólo que quería saber si vas a ir mañana a casa de mis tíos..
-¡Oh sí!, iremos. -corrigió.
-Es que...bueno yo... -comenzó a balbucear.
-¿No quieres ir?. -su madre sabía muy bien que cuando comenzaba a balbucear es porque no sabía cómo decir algo.
-No...prefiero quedarme aquí..
-Hmm, bien, si eso es lo que quieres está bien pequeña, pero me tienes que prometer que te vas a cuidar mucho y que no vas a dejar pasar a extraños a la casa.