Capitulo 47:

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Tenía que salir de casa lo antes posible, no podía quedarme luego de lo que había pasado. No sabía a donde debía ir. Solo una persona se me cruzaba por la cabeza ahora y no era nada más ni nada menos que Zayn. Sabía que estaba tratando de olvidarlo pero en los momentos más desesperante es cuando me doy cuenta de las cosas. Me dí cuenta que lo amaba cuando lo vi besándose con Tracy y ahora me doy cuenta que lo necesito, cuando
acaba de entrar a mi casa mi supuesto asesino.
Sábado diez treinta de la noche ¿dónde podía encontrarse Zayn? Bueno, eso era muy obvio. Estaba seguro de que estaba en Boo's. Por suerte a mi madre la habían pasado a buscar las amigas y dejó el auto estacionado frente a casa. Solo tenía que buscar la llave del vehículo. Sin cartera, sin abrigo, asustada, llorando y temblando bajé a la sala de estar. La llave se encontraba arriba de la mesa, la agarré y salí rápidamente de casa. Necesitaba estar con Zayn, necesitaba sentirme protegida.
Puse la llave en el contacto pero se me hizo bastante difícil ya que mi mano temblaba mucho. Solo había un problema, no sabía manejar muy bien y tampoco tenía licencia de conducir. Eso quería decir que si me paraban terminaría directamente en la comisaría. Justo cuando me encontraba a unas cuantas calles de casa me arrepentí de no haber traído una chaqueta y mi cartera con el celular dentro. Mi madre dijo que me llamaría aunque sabía que lo haría solo si se estaba aburriendo.
El echo de que Boo's quedara a media hora de viaje, que yo no supiera manejar y que no recordara completamente el camino no me ayudaba mucho. Por suerte la luz de la luna me hacía visible unos cuantos carteles que me ayudaban a divisar el camino y no perderme. Seguía asustada. ¿Habría alguien ahora en casa? ¿Qué le diría a mi madre cuando viera mi habitación? No podía decirle por nada del mundo lo de las amenazas, no quería volver a arruinar su vida con preocupaciones. Tampoco quería volver a mudarme. Me sequé las lagrimas y paré el auto en el medio del camino. Necesitaba descansar un poco, me faltaban quince minutos de viaje, según creía yo estaba yendo por la dirección correcta.
Parecía una canilla de las lagrimas que derramaba, si no tomaba agua me desidrataría pronto. Por más que quisiera no podía parar, era tanto el miedo que tenía que lo único que podía hacer para desahogarme en ese momento era llorar y temblar. Volví a encender el auto para ponerme camino al billar. Si Zayn no se encontraba allí no sabía que haría, seguramente correr y correr hasta perderme y alejarme de todo el mundo.
Estacioné el auto frente al billar. Estaba abierto como todos los sábados a esa hora, es más para algunos todavía era temprano para ir allí. Eran las doce de la noche. Había una pequeña fila para entrar y ahí fue cuando también me arrepentí de no haber llevado la cartera. Necesitaba quince dolares para pagar la entrada. El tipo no me dejaría entrar sin pagar, a menos que me colara y me metiera sin que se diera cuenta, algo muy arriesgado ya que en el estado que me encontraba pasar desapercibida era algo medio imposible.
Me coloqué en el último lugar. Odiaba el echo de no haberme cambiado la remera corta que tenía puesta. Sentía la mirada de varios chicos sobre mi, estaba segura de que pensaban que era una de esas putas que se regalaban gratis, pero no, no era nada de eso. Adelante mio había una pareja, ese era mi momento para colarme, me pondría detrás de ellos y luego, cuando estuviera dentro tendría que buscar a Zayn.
- Treinta dolares- les pidió el que atendía, por suerte no se había percatado de que me encontraba detrás de la pareja. El olor a alcohol y cigarrillo que tenía el tipo también me ayudaba, eso significaba que no esta muy lucido que digamos. La pareja pagó y me metí dentro.
Ahora solo me faltaba encontrar a Zayn. Subí la escalera hasta el primer piso deseando encontrarme con el. Estaba segura de que estaba allí, el venía todo el tiempo aquí y hoy no sería una excepción. Me dirigí al ''sector vip'' al cual habíamos ido la primera vez que me trajo. Abrí la puerta con cuidado ya que no sabía con que me encontraría allí dentro.
- _____, ¿qué haces aquí?- era Bill, quien se acercaba a mi lentamente-. ¿Por qué lloras niña?
Por suerte no se encontraba solo. Joe, James y los otros los cuales no recordaba sus nombres se encontraban allí. Bill me acarició la cara con una mano y me aleje bruscamente. No lograba encontrar a Zayn. ¿Dónde estaba? Tenía que estar allí, estaba segura de que se encontraba aquí, hasta podía sentir su olor.
- ¿No vas a contarle a Bill que te está pasando, dulzura?- se acercó más a mi, ese tipo vivía alcoholizado.
- Aléjate- sollocé-. ¿Dónde está Zayn?- pregunté mirando por detrás de su hombro en busca de una respuesta por parte de James o Joe.
- Fue a buscar algo para beber- me respondió Joe-, supongo que debe estar subiendo. ¿Te sientes bien?
- ¿____, que haces aquí?- preguntó esa voz por detrás mio. Más lagrimas cayeron de mis ojos al sentirlo tan cerca. Zayn dejó las bebidas sobre una mesa de billar que había del otro lado del ''vip''. James agarró a Bill del brazo y lo llevo para adentro de la pequeña sala para cerrar la puerta y dejarnos a mi y a Zayn solos del otro lado.
- Zayn, perdón- corrí hacía el y lo abracé, al principio se mostró duro pero luego me correspondió-, enserio perdóname.
- Ya tranquila- me acarició el pelo, hundí mi cara en su pecho mientras me ahogaba en lagrimas-, ya está. Tranquilízate, estoy aquí ¿si?
Nos quedamos un minuto en silencio. Estaba tratando de buscar alguna frase coherente para decir mientras tanto. Sabía que los ''amigos'' de Zayn nos estaban escuchando y no quería revelar esto frente a ellos. Necesitaba estar verdaderamente a solas con el.
- ¿Qué ha pasado, ángel?-preguntó-, ¿estás bien? creo que necesitas algo de agua.
Me separé de el y sequé mis lagrimas. Por suerte la sala de billar de arriba se encontraba completamente vacía. Los únicos que estaban allí eran Zayn y sus ''amigos'' pero ellos estaban encerrados en su lugar de juego. Me senté arriba de una mesa y esperé a que Zayn me trajera un vaso con agua. Apenas me lo entrego me lo terminé, me estaba muriendo de sed, necesitaba ese vaso con urgencia.
- Ya tranquilízate ángel- me pidió-, está todo bien ¿si? no dejaré que nada te pase. ¿Puedes hablar?- preguntó riendo, solo el podía reírse viéndome así.
- Sí, eso creo- murmuré débilmente-. No te puedo contar lo que ha pasado aquí.
- Lo sé, toma otro vaso de agua- me entregó uno-, iré a decirle a los chicos que me iré. Interrumpiste una apuesta bastante importante ¿sabes?- me avisó-, pero la cancelaré por ti.
- Supongo que gracias- susurré.
Mientras Zayn entraba al pequeño salón donde se encontraban los chicos pude notar la mirada de Bill sobre mi. Ese tipo era tan insoportable, era una de las cosas que más incómoda me ponía. Ya no estaba llorando pero seguía temblando, haber visto a Zayn me dejó más tranquila. Sabía que a el le sorprendió el echo de haberme encontrado aquí, pero el una vez me había dicho que si me seguían llegando amenazas y quería contárselo a alguien que se lo diga a el y esto fue más que urgente para mi. No solo necesitaba contárselo, necesitaba que me consuele. Estaba muy asustada hasta el punto que decidí venir a Boo's, que según el y también según yo era un lugar demasiado peligroso.
- Listo- me avisó mientras se acercaba a mi-, pero debemos irnos rápido, a Bill no le ha gustado nada esto de que me retire de juego.
Salimos del lugar a las apuradas, tenía una duda sobre a que auto nos dirigíamos. El auto de mi madre se encontraba frente al billar pero Zayn me estaba llevando a la esquina, más precisamente hacía su auto.
- Espera- me paré en blanco-, tengo el auto de mi madre, no puedo dejarlo aquí.
- Oh claro, que estúpido- susurró-, bueno después vendré a buscar el mio.
Caminamos en silencio hasta el auto, le entregué la llave para que pudiera ponerlo en marcha mientras me metía en el asiento del copiloto. Llego la hora de dar explicaciones. Zayn puso el auto en marcha.
- Bien, ahora dime ¿qué ha pasado, ángel?- preguntó-, sabes que me parece bastante raro que hayas decidido venir a buscarme.
- Alguien ha entrado a mi habitación- susurré-, la ha destruido y quien sea que haya sido se llevo las amenazas que me habían dejado.
Zayn no hizo nada, ni una mueca, ni un gesto, nada. Tampoco parecía estar sorprendido ni indignado. Bueno, el echo de que el haya visto o vivido cosas aún peores que esas debían influir en su reacción.
- ¿Solo tu habitación?- preguntó-. ¿Ninguna otra?
- Solo la mía-afirmé-, perdón si te molesté pero necesitaba... no sé, necesitaba estar contigo.
- Entiendo- dijo tranquilo-, no te preocupes ángel. Sabes que estaré para cuando me necesites ¿si? por cierto creo que deberías haber venido con una remera menos corta ¿no crees?
Me sonrojé y el se echo a reír, no faltaba mucho para llegar a casa. Eran ya la una de la mañana. Pensar que mi mamá ya pudo haber llegado y haber visto mi habitación me revolvía el estomago. No quería creer que debía contarle a mi madre lo de las amenazas, no quería que dejara su trabajo por eso, no quería que nos mudáramos de nuevo por eso. Yo quería que todo siga siendo como es ahora.
- Te ayudaré a acomodar tu habitación- comentó-, no debe ser tan grave ¿o si?
- Esta echa un desastre- le advertí-, no sé como hizo eso. No entiendo tampoco el porque. ¿Por qué me pasa esto a mi? 
- Si supieras- no sabía si se le había escapado una ese o el sabía el porque. Decidí no darle muchas vueltas al asunto. El miedo ya había cesado un poco estando a su lado.
- ¿Bill me odia?- pregunté, ese tipo me daba tanta intriga.
- Todo lo contrarío- comentó-, según me dijo James se siente realmente atraído hacía ti pero le he pedido a los chicos que lo mantengan alejados si no quieren terminar con un amigo menos.
- ¡Zayn!- exclamé horrorizada-, tu no lo harías...
- Tratándose de ti créeme que sí- dijo de lo más tranquilo-, si lo llegará a ver cerca tuyo un día normal... solo eso bastaría para darme cuenta de lo que quiere, ese tipo es peligroso por eso tuve que amenazarlo. Además ellos piensan que soy tu novio- agregó con cierta picardia-, es mi deber actuar como uno. ¿No crees?
Zayn estacionó el auto frente a casa. La puerta de entrada había quedado abierta y las luces de adentro prendidas. Eso me decía que mi madre no había llegado.
- La puerta está abierta- me avisó Zayn-, ¿hay alguien allí?
- No- respondí-, fui yo. Del susto me olvide de cerrarla.
Bajamos del auto y nos dirigimos directo a mi habitación, no sin antes cerrar la puerta de entrada. Al entrar a mi cuarto una corriente de miedo me invadió nuevamente, no podía creer el desastre que había echo quien estuvo aquí dentro.
- Bueno, será algo difícil acomodar esto- concluyó Zayn-, espero que esa computadora no te haya costado mucho.
- Casi ni la usaba- le avisé mientras comenzaba a doblar la ropa que estaba en el piso. Yo ordenaría la vestimenta-, tu encárgate de acomodar los muebles, tienes más fuerza que yo.
Mientras yo doblaba los montones de ropa que estaban en el piso y los guardaba en el armario, Zayn ponía los muebles en su lugar tratando de hacer le menos ruido posible para no molestar a los vecinos.
- He terminado- me avisó-, solo falta juntar ese ordenador del piso.
- Mi madre me matará- murmuré-, bueno tendré que inventarle una excusa. ¿Puedes tender el acolchado en la cama?- pregunté mientras guardaba la tercera tanda de ropa. Zayn agarró la colcha del piso y hizo la cama lo más rápido posible.
- Te ayudaré con la ropa, veo que eso es lo que falta- concluyó mientras agarraba las últimas remeras del piso. 
Justo cuando Zayn estaba por guardarlas en el armario escuché pasos que subían la escalera. Tenía varias dudas en cuando sobre quien se trataba pero estaba segura de que era mi madre. Empujé a Zayn dentro del armario justo cuando la puerta se abrió, cerré la del armario bruscamente haciendo que el sonido retumbara por toda la habitación.
- ¿Qué haces?- preguntó sorprendida, todavía había ropa en mi cama-. ¡¿Qué le ha pasado a la computadora?!- escuché una risa en el armario y la disimulé tosiendo. Si mi mamá se enteraba de que tenía a Zayn escondido en el armario me mataría.
- Es que...- tenía que pensar una excusa rápida y creíble-, cuando me levanté corrí la silla tan fuerte que cuando chocó con la mesa se tambaleo y se cayó.
- Yo debo matarte- murmuró-, bueno de todos modos ya necesitabas un nuevo monitor ese estaba algo viejo. Bajaré a la cocina, quiero tomar algo. Ponte el pijama y acuéstate, ya es tarde creí que estarías dormida cuando llegara.
- Es que... no sé, no podía dormir- me excusé con una risa nerviosa, no podía despegar la espalda de la puerta del armario ya que tal vez Zayn se encontraba apoyado en ella y si me corría se abriría la puerta. Mi madre comenzaba a mirarme extrañada.
Por suerte se fue sin preguntar más nada, vigilé que se haya ido y lo dejé salir. Se echó a reír apenas piso mi habitación nuevamente.
- Ahora me ayudas con la ropa- le advertí mientras le entregaba un pilón-, por poco no nos descubre.
- ¿Qué crees que pasaría si se entera que estoy aquí?- preguntó mientras guardaba la ropa en el armario.
- No lo sé, tal vez podría matarme o... castigarme de por vida- respondí-, o quizás prohibirme estar contigo.
Mientras colocaba la ultima pila de ropa en el estante de arriba del armario Zayn me empujo haciendo entrar, así como yo lo había echo con el. Podría decir que dolía bastante. El también se metió y cerró la puerta. Estaba todo oscuro y no podía saber donde se encontraba el, lo único que tenía claro es que yo estaba apoyada contra una de las ''paredes'' del armario.
- Zayn, déjame salir, mi madre volverá a entrar en cualquier momento- lo regañé, el se movió poniendo sus manos a los costados de mi cabeza y acercando se cara tanto a la mía que podía sentir su respiración. Esto me ponía nerviosa, demasiado nerviosa-, Zayn sal de aquí, es enserio.
El sonrió y apoyó su frente en la mía. ¿Qué hacía? Al parecer se había vuelto completamente loco.
- Ha sido difícil esta semana- susurró-, no hemos estado tan distantes jamás desde que nos conocimos. ¿No crees?
- Sí, sí lo creo pero ahora debes irte porque mi madre me matara- comenté mientras lo empujaba por los hombros. Misión imposible ya que era mucho más fuerte que yo.
La puerta de mi habitación se abrió nuevamente. Ahora sí, estaba en graves problemas. Por suerte el armario tenía dos puertas, si Zayn se ponía detrás de la que no iba a abrir todo saldría bastante bien y mi madre no lo descubriría. Empujé a Zayn contra la otra pared del armario, por desgracia cuando se apoyó en ella algo cayó e hizo un ruido bastante sonoro.
- ¿____, que haces dentro del armario?- preguntó mi madre mientras golpeaba la puerta-. ¿Te encuentras bien?
- Sí- comenté, tendría que fingir estar muy emocionada-. Estaba buscando mi pijama.
- Tu pijama se encuentra arriba de la cama-, estúpida debí haberlo pensado-. Estas rara ¿Te pasa algo?
- No, solo... estoy muy contenta- Zayn rió y tuve que toser para disimularlo nuevamente. Con cuidado le pegué una patada, lo último que necesitaba era que me complique las cosas.
- ¿No estarás borracha, niña?- preguntó mientras abría la puerta del armario. Salí rápidamente de allí y cerré la puerta apoyándome contra ella.
- No, no he salido- mentí-, solo... no lo sé, me agarro una emoción repentina pero me encuentro completamente bien, genial podría decir- en realidad era así como menos me encontraba 'Genial y realmente bien'.
- Bueno- dijo con cierta sospecha-, me iré a dormir. Quiero que tu también lo hagas, nada de andar metiéndote en el armario.
Mi madre salió de mi habitación, no haría salir a Zayn del armario hasta que escuché que haya cerrado la puerta de su cuarto.
- Puedes salir- le avisé mientras le abría la puerta-, por poco nos descubren.
- No fue tan malo- confesó-, me gusta tu perfume.
- Ahora sí, debes irte- le ordené-. No dejaré que mi madre me vuelva a tomar como una loca.
- ¿Me estás echando?- se hizo el ofendido pero una sonrisa se formo en su rostro, inmediatamente a mi también se me formo una.
- Tómalo como quieras- inquirí-, pero debes irte. Saldrás por la ventana, además ahora que lo recuerdo debes ir a buscar tu auto. ¿Cómo irás?
- Supongo que caminaré hasta allí- dijo divertido-, un poco lejos pero nada que no pueda hacer.
- ¿Estás loco?- pregunté-, tardarás una hora en llegar allí.
- Tengo una moto en mi casa, no creo que sea problema- comentó-, bueno ya sabes, cualquier cosa que pase me dices pero no te preocupes ¿si? intenta no llorar no me gusta verte así.
Zayn se acercó a mi se inclinó y me dio un beso en la mejilla bastante cerca del labio. Sin decir más nada abrió la ventana y se tiró. Me fijé si había caído bien o había quedado el cadáver en el piso. Efectivamente había caído bien y ya se estaba dirigiendo a pie hacía su casa. Lo saludé con la mano cuando se giró y el hizo lo mismo.

Estoy ciego y tu eres todo lo que veo. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora