Wolfie 💥 Min Yoongi.

09.

— ¡Jimin! ¡Devuélveme mi teléfono! –hace un par de segundos estaba viendo unas fotos en Instagram, esperando a que los chicos saliesen para arreglarlos. Y cuando me quise dar cuenta mi móvil había desaparecido de mis manos. Me encontraba persiguiendo al estúpido de Jimin por el pasillo.

— Si me alcanzas te lo daré.–siguió corriendo mientras miró hacía atrás para lanzarme una sonrisa.

Estaba a punto de alcanzarlo, pero se metió en una de las habitaciones cerrándola con un fuerte portazo. Me quedé inmóvil mirando fijamente el cartel que había colgado en la puerta; Suga. Sin más remedio entré en la habitación.

— Jimin, dame mi teléfono ahora.–el castaño me miró con cara de miedo. Observé la habitación y vi que el dueño de esta no estaba. Suspiré aliviada.

— Sólo lo voy a utilizar para colgar una foto mía en tu perfil.
–sonrió de oreja a oreja, mostrando sus perfectos dientes blancos.

— No, ni se te ocurra... Juro que te mato como lo hagas.

Intenté arrebatarle el móvil de las manos pero Jimin me tiró al suelo y me estaba impidiendo poder moverme, mientras tanto el escribía en la pantalla.
En ese momento la puerta se abrió con brusquedad, y un Yoongi con cara de pocos amigos entró.

—¿Qué cojones hacéis aquí? –primero miró a Jimin y después a mí, pero su mirada hacía mí persona fue de desprecio.

— Nada, ya nos íbamos Suga.–decía el castaño.–Ah, una cosa. Esta noche nos vemos.–Jimin salió de allí pitando, y yo me quedé tirada en el suelo. Para cuando me di cuenta me levanté rápido y sentí la mirada intimidante del rubio. Ya empezaba de nuevo.

— Deja de mirarme. –por una vez en lo que llevaba de tiempo aquí me había dirigido hacía él. Quién me miraba ahora directamente a los ojos.

— Te recuerdo, –hizo una breve pausa conforme se acercó a mí.– que eres tú la que está en mi habitación.

— Oh, vaya. –reí y eché un pie hacía delante desafiando le,–Pero si estás hablando conmigo.– rodé los ojos y salí de ahí dejándole con las palabras en la boca.

* * *

Cuando terminé de arreglar a Namjoon y a Hoseok nos llevaron a la sala de ensayos. Ya que, los chicos debían de ensayar en el escenario la actuación para los Billboard.
Yo estaba muy ilusionada, porque me llevarían con ellos de viaje durante 3 días.

Me encontraba sentada junto con Lee en los asientos del público, esperando a que los chicos saliesen. Lo mejor era verlos dándolo todo en el escenario, con cada movimiento que hacía me dejaban embobada.
Lo que más me tenía embobada era Yoongi. No podía dejar de mirarlo. Era increíble como cambiaba encima del escenario, era una persona distinta a cuando me ve, conmigo es frío y en las actuaciones saca su lado seductor. Con esos increíbles movimientos que me están haciendo enloquecer.

El ensayo paró por unos minutos y nos llamaron a todas para retocar a los chicos.

— Cindy, necesito que mires a Yoongi, –habló Lee, señalándome hacía él.– Jimin se ha roto la camisa.

Sin más remedio caminé hacía donde estaba él.

— Yoongi.–se encontraba de espaldas a mí, así que tuve que llamarlo.– Tengo que... Retocar tu maquillaje.–hice el intento de poner la esponja sobre su rostro, pero su mano agarró mi muñeca e impidió que lo tocase.

— No. Quiero que venga Lee.

— No puede venir, está con Jimin.–volví a intentar maquillarlo pero en ningún momento soltaba mi muñeca.

— He dicho, que quiero que venga Lee.– entrecerró los ojos, volviendo a desafiar me con la mirada. Resoplé y tiré cabreada al suelo todas las cosas que tenía en la mano.

— ¡Estoy harta de tu actitud de niño de 8 años! ¡¿No se supone que tienes 25?! ¡Pues aprende a comportarte como tal! –agradecí que no hubiese nadie por allí. Aproveché que él se alejaba de mí para ponerle el dedo sobre el pecho apuntándole y seguir soltando todo lo que había retenido.– ¡¿Me puedes decir que cojones te he hecho?! ¡He intentado acercarme a tí para ser amable, pero nada! ¡Me he cansado de tí y tus tonterías, no pienso dirigirte la palabra, y menos la mirada! ¡Así qué, cuando te canses...!–no pude terminar la frase. Ya que Yoongi me estampó contra la pared y me sostuvo por la cintura, impidiendo moverme.

— Como vuelvas a gritarme de ese modo conocerás al verdadero Yoongi.

Dicho eso, dejó de agarrarme y caminó a paso rápido, saliendo de allí.