Capítulo 10

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Barry tamborilea en el timón al ritmo de la canción que suena en la radio. Miro por la ventana los carros pasar a nuestro lado. El sol se ha ido completamente y la luna llena brilla en el cielo, incluso puedo ver un par de estrellas.

- ¿vamos cerca o lejos? - pregunto

- Depende de que consideres cerca o lejos - se ríe sin contestar mi pregunta

- ¿puedo adivinar?

- No creo que lo hagas, pero puedes intentar - sonríe

- ¿vamos en auto?

- Hasta cierto punto - Sonríe mirando la carretera

- Entonces es lejos

- Quizás

Entrecierro los ojos hacia él. Odio sus respuestas vagas, pero a la vez me emocionan las sorpresas. La manera en que mi corazón se acelera, la expectativa de lo desconocido y saber que alguien pensó en algo especial para ti es lo que me gusta de las sorpresas.

Barry entra en el aeropuerto y me sorprendo cuando entra por una puerta hasta la pista de aviación. Nunca había hecho esto. Personas corren a ayudarnos con nuestras maletas y veo un gran jet que nos espera.

- Hola chicos - saluda Barry - por favor no digan el destino, es una sorpresa - se ríe

- Eso no se vale - me quejo

- Todo está listo para despegar - dice el que creo es el piloto

- ¿cuánto dura el vuelo? - le pregunto

- Dos horas - Barry toma mi mano y me guía dentro. No hay muchas sillas y vamos solos. Una azafata nos saluda y nos ofrece algo de tomar

- Dos horas no me dice nada - resoplo

- Deja de ser curiosa - se ríe y acaricia mi brazo

Cuando todo está listo cierran las puertas. Chequean nuestros documentos antes de dejarnos despegar y las luces se bajan dejando el ambiente un poco mas intimo. Barry se inclina hacia adelante y queda a pocos centímetros de mi

- Hace mucho tiempo quiero besarte - susurra

- ¿por qué no lo has hecho? - susurro de vuelta y trago saliva

- No sé como vayas a reaccionar - delinea mi mentón haciendo que la piel se me erice

- Podrías probar - No sé de dónde saco la valentía para decirlo

- En ese caso...

Barry se acerca cada vez más, su pulgar hace círculos en mi cuello, puedo sentir su aliento chocar contra mi piel.

- Sus bebidas - dice la azafata haciéndonos saltar cada uno a su silla - Lo siento - sus ojos están abiertos y sus mejillas sonrojadas

- Está bien - suspira Barry

- Gracias - le sonrío

- ¿le das las gracias por interrumpir nuestro primer beso? - Barry entrecierra los ojos cuando ella ya se ha ido

- No - me río - le doy las gracias por traer las bebidas, la pobre está avergonzada

- Arruinó el momento - bufa

Miro por la ventana, pero él cierra la persiana. Vuelvo a abrirla y él vuelve a cerrarla. Me siento como una niña jugando a abrir y cerrar la persiana, pero no me preocupo por jugar.

- Dame una pista - me cruzo de brazos

- Es un lugar que va a gustarte

- ¿eso como lo sabes? - hago una mueca

Safer.       SAGA L.R 1.5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora